10 momentos especiales en el pontificado de Benedicto XVI

256º papa de la Iglesia

Teología para Millennials Benedicto
Benedicto XVI, foto de archivo © Vatican Media

El papa emérito Benedicto XVI, se convirtió en el 265º Papa de la Iglesia Católica el 19 de abril de 2005, a continuación, repasamos 10 momentos especiales en su trayectoria como pontífice.

  1. Primeras palabras del cardenal Ratzinger como papa

El 19 de abril de 2005, tras el cónclave que le eligió como pontífice, Benedicto XVI pronunció las siguientes palabras desde el balcón de la Basílica de San Pedro: “Queridos hermanos y hermanas: después del gran papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con instrumentos insuficientes, y sobre todo me encomiendo a vuestras oraciones”.

  1. Colonia 2005, su primera Jornada Mundial de la Juventud (JMJ)

El 20 de agosto de 2005, en su primera Jornada Mundial de la Juventud como obispo de Roma convocada por san Juan Pablo II, Benedicto XVI se dirigió a la multitud de jóvenes congregados en la explanada de Marienfeld.

En su alocución durante la vigilia, destacó que “los santos han sido personas que no han buscado obstinadamente su propia felicidad, sino que han querido simplemente entregarse, porque han sido alcanzados por la luz de Cristo”. , “nos indican la vía para ser felices y nos muestran cómo se consigue ser personas verdaderamente humanas. En las vicisitudes de la historia, han sido los verdaderos reformadores que tantas veces han elevado a la humanidad de los valles oscuros en los cuales está siempre en peligro de precipitar; la han iluminado siempre de nuevo lo suficiente para dar la posibilidad de aceptar —tal vez en el dolor— la palabra de Dios al terminar la obra de la creación: ‘Y era muy bueno’”.

Los santos, insistió, “son los verdaderos reformadores. Ahora quisiera expresarlo de manera más radical aún:  sólo de los santos, sólo de Dios proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo”.

  1. Deus Caritas Est, su primera encíclica

El 25 de enero de 2006 publica su primera encíclica, Deus Caritas Est, sobre el amor cristiano. Dividida en dos grandes partes, la primera, titulada “La unidad del amor en la creación y en la historia de la salvación”, constituye una reflexión teológico- filosófica sobre el “amor” en sus diversas dimensiones (eros, philia, ágape), desarrollando algunos aspectos esenciales del amor de Dios al ser humano y del vínculo intrínseco que ese amor presenta con el amor humano. La segunda, titulada “Caritas, el ejercicio del amor por parte de la Iglesia como ‘comunidad de amor’”, aborda la cuestión del ejercicio concreto del mandamiento del amor con el prójimo.

Asimismo, sobre ella, Mons. Josef Cordes afirma: “A través de un lúcido análisis de la cuestión del amor en las fuentes de la civilización occidental, muestra cuánto ha perdido el pensamiento moderno que ha dejado de lado lo que le ofrece la revelación. En continuidad con las encíclicas que abordaron anteriormente la cuestión social, la nueva encíclica señala la necesidad de que la justicia social del Estado no se haga ciega a las exigencias intrínsecas de la fe revelada”.

Sus otras dos encíclicas fueron: Spe Salvi (30 de noviembre de 2007), dedicada a la esperanza cristiana, y Caritas in veritate (29 de junio de 2009), sobre el desarrollo humano integral en la caridad y en la verdad.

  1. Visita al campo de concentración de Auschwitz

Benedicto XVI visitó el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, Polonia, el 28 de mayo de 2006. Al principio de su discurso, expuso: “Tomar la palabra en este lugar de horror, de acumulación de crímenes contra Dios y contra el hombre que no tiene parangón en la historia, es casi imposible; y es particularmente difícil y deprimente para un cristiano, para un papa que proviene de Alemania. En un lugar como este se queda uno sin palabras; en el fondo sólo se puede guardar un silencio de estupor, un silencio que es un grito interior dirigido a Dios: ¿Por qué, Señor, callaste? ¿Por qué toleraste todo esto?”.

“¡Cuántas preguntas se nos imponen en este lugar! Siempre surge de nuevo la pregunta: ¿Dónde estaba Dios en esos días? ¿Por qué permaneció callado? ¿Cómo pudo tolerar este exceso de destrucción, este triunfo del mal?”, insistió.

En este sentido, propuso, “nosotros elevamos nuestro grito a Dios para que impulse a los hombres a arrepentirse, a fin de que reconozcan que la violencia no crea la paz, sino que sólo suscita otra violencia, una espiral de destrucciones en la que, en último término, todos sólo pueden ser perdedores”.

  1. La mayor beatificación en la historia de la Iglesia

El 28 de octubre de 2007, el papa Ratzinger aprobó la mayor beatificación que ha tenido lugar en la historia de la Iglesia. 498 españoles asesinados durante la Segunda República y la Guerra Civil fueron proclamados beatos y considerados “mártires del siglo XX”.

Este evento se celebró en la plaza de San Pedro en una ceremonia no presidida por Benedicto XVI, ya que al comienzo de su pontificado recuperó la tradición papal de hacerlo.

  1. La lluvia en la JMJ Madrid 2011

El 20 de agosto de 2011, durante la vigilia de la JMJ de Madrid en el aeródromo de Cuatro Vientos, el papa Benedicto XVI y los presentes fueron sorprendidos por una fuerte lluvia.


Aunque sus colaboradores le propusieron retirarse, el santo padre decidió permanecer protegido solo por un paraguas: “Queridos amigos: Gracias por vuestra alegría y resistencia. Vuestra fuerza es mayor que la lluvia. Gracias. El Señor con la lluvia nos ha mandado muchas bendiciones. También con esto sois un ejemplo”, dijo entonces.

Igualmente, al final de la vigilia, apuntó: “Hemos vivido una aventura juntos. Firmes en la fe en Cristo habéis resistido la lluvia. Antes de marcharme, deseo daros las buenas noches a todos. Que descanséis bien. Gracias por el sacrificio que estáis haciendo y que no dudo ofreceréis generosamente al Señor. Nos vemos mañana, si Dios quiere, en la celebración eucarística. Os espero a todos. Os doy las gracias por el maravilloso ejemplo que habéis dado. Igual que esta noche, con Cristo podréis siempre afrontar las pruebas de la vida. No lo olvidéis. Gracias a todos”.

  1. Beatificación de Juan Pablo II

El 1 de mayo de 2011, Benedicto XVI beatificó a Juan Pablo II, su predecesor, hecho que no sucedía desde la Edad Media.

Sobre el papa polaco, en la homilía, recordó que, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, “durante 23 años pude estar cerca de él y venerar cada vez más su persona. Su profundidad espiritual y la riqueza de sus intuiciones sostenían mi servicio. El ejemplo de su oración siempre me ha impresionado y edificado: él se sumergía en el encuentro con Dios, aun en medio de las múltiples ocupaciones de su ministerio”.

“Y después, su testimonio en el sufrimiento: el Señor lo fue despojando lentamente de todo, sin embargo, él permanecía siempre como una ‘roca’, como Cristo quería. Su profunda humildad, arraigada en la íntima unión con Cristo, le permitió seguir guiando a la Iglesia y dar al mundo un mensaje aún más elocuente, precisamente cuando sus fuerzas físicas iban disminuyendo. Así, él realizó de modo extraordinario la vocación de cada sacerdote y obispo: ser uno con aquel Jesús al que cotidianamente recibe y ofrece en la Iglesia”, describió.

  1. El primer papa tuitero

Benedicto XVI ha sido el primer papa con presencia en las redes sociales, la cuenta oficial de Twitter @Pontifex fue inaugurada el 12 de diciembre de 2012.

Su primer tweet fue el siguiente:“’Unitati christifidelium integre studentes quid iubet Dominus? Orare semper, iustitiam factitare, amare probitatem, humiles Secum ambulare’, en español, “‘¿Qué nos pide el Señor para contribuir a la unidad de los cristianos? Orar constantemente, practicar la justicia, amar la bondad y seguirlo’”.

  1. Año de la Fe

El pontífice estableció que del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013 la Iglesia celebrase un Año de la Fe. En la homilía de la Misa de inauguración del mismo, se refirió a que la primera lectura de ese día “nos ha hablado de la sabiduría del viajero (cf. Sir 34,9-13): el viaje es metáfora de la vida, y el viajero sabio es aquel que ha aprendido el arte de vivir y lo comparte con los hermanos, como sucede con los peregrinos a lo largo del Camino de Santiago, o en otros caminos, que no por casualidad se han multiplicado en estos años. ¿Por qué tantas personas sienten hoy la necesidad de hacer estos caminos? ¿No es quizás porque en ellos encuentran, o al menos intuyen, el sentido de nuestro estar en el mundo?”.

De este modo, prosiguió, “podemos representar este Año de la fe: como una peregrinación en los desiertos del mundo contemporáneo, llevando consigo solamente lo que es esencial: ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni dos túnicas, como dice el Señor a los apóstoles al enviarlos a la misión (cf. Lc 9,3), sino el evangelio y la fe de la Iglesia, de los que el Concilio Ecuménico Vaticano II son una luminosa expresión, como lo es también el Catecismo de la Iglesia Católica, publicado hace 20 años”.

  1. Presentación de su renuncia

El Papa Benedicto XVI anunció su renuncia el 11 de febrero de 2013: “He llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”. De este modo, Joseph Ratzinger se convirtió en el primer pontífice que renunciaba a su cargo de sucesor de Pedro en casi 600 años.

El 28 de febrero del mismo año, ante los fieles de la diócesis de Albano reunidos en Castelgandolofo, pronunció sus últimas palabras como obispo de Roma: “Sabéis que para mí este es un día distinto de otros anteriores. Ya no soy Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Todavía lo seré hasta las 8 de esta tarde, después ya no. Soy simplemente un peregrino que empieza la última etapa de su peregrinación en esta tierra. Pero quisiera trabajar todavía con mi corazón, con mi amor, con mi oración, con mi reflexión, con todas mis fuerzas interiores, por el bien común y el bien de la Iglesia y de la humanidad. Y me siento muy apoyado por vuestra simpatía. Caminemos junto al Señor por el bien de la Iglesia y del mundo. Gracias (…).

Sobre su renuncia, recientemente, en marzo de 2021 declaró al Corriere de la Sera: “Algunos de mis amigos algo ‘fanáticos’ siguen enfadados, no han querido aceptar mi decisión. Pienso en las teorías conspirativas que le siguieron: algunos decían que era por el escándalo Vatileaks, otros que era por un complot del lobby gay, otros que era por el caso del teólogo conservador lefebvriano Richard Williamson”, explica el papa emérito.

“No quieren creer en una decisión tomada conscientemente. Pero tengo la conciencia tranquila”, concluyó sobre el asunto.