38ª Asamblea del CELAM: Idear estructura pastoral más adecuada

Segundo día de trabajos

Asamblea CELAM estructura pastoral
38ª Asamblea del CELAM © CELAM

En el segundo día de la 38ª Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en curso desde el 18 de mayo hasta el 21 de mayo de 2021, se ha debatido la manera de idear una estructura pastoral más adecuada y se ha reflexionado sobre el hecho de que el proceso de Renovación y Reestructuración del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) debe traducirse en acciones concretas.

En una nota difundida por el CELAM ayer, 19 de mayo de 2021, se informa que la reflexión, precedida de un momento de espiritualidad, en el que la hermana Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos- CLAR, invitaba a penetrar en la realidad latinoamericana y caribeña, especialmente en las periferias geográficas y existenciales, estuvo enfocada, siguiendo el método de reflexión de la Iglesia latinoamericana, en el actuar.

Pasos concretos

Partiendo de la propuesta de promover el Desarrollo Humano y la Ecología Integral como parte de una renovada aproximación pastoral del CELAM en clave de Iglesia Sinodal, Mons. José Luis Azuaje ha ofrecido pistas para el camino a seguir, en vista del cambio de perspectiva pastoral pedido por la Asamblea de Tegucigalpa, desde una respuesta a la realidad, en clave de sinodalidad, que haga “idear otra estructura pastoral más adecuada”. El fundamento se encuentra en la fuerza renovadora del Concilio Vaticano II y la dinámica es ser seguidores de Jesucristo.

El presidente del episcopado venezolano mostraba los pasos dados para definir el ser y quehacer del CELAM, así como los cuatro ámbitos inspiradores de la reforma: opción misionera, servicio a la vida, no ser autorreferencial, una configuración sinodal. Junto con eso, son una referencia los cuatro sueños del Papa Francisco en ‘Querida Amazonía’. En esa renovación pastoral, cobran un papel destacado los Centros Pastorales y sus Consejos, así como los Ejes Pastorales, cada uno de los cuales responden a una especificidad temática.

Para esa acción pastoral de los Centros del CELAM se proponen horizontes específicos, que faciliten “el paso de una pastoral de conservación a una pastoral de itinerarios misioneros para animar una iglesia sinodal en salida”. Mons. Azuaje reseñaba algunas especificaciones pastorales: una Pastoral de Comunión y participación para la misión, una pastoral con un eje central de contenido, una Pastoral Misionera, una Pastoral de procesos, una Pastoral con significado en su lenguaje, una Pastoral que evangelice lo social y una Pastoral animada por la sinodalidad.

Miembros del Pueblo de Dios, con la misma dignidad y distintos ministerios

Todo esto se está concretando en los nuevos cuatro centros del CELAM, que han sido presentados a los participantes de la asamblea. En todos ellos están presentes no solo obispos, también sacerdotes, religiosas, laicos y laicas, algo que el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga ve como expresión de la Santísima Trinidad, que es comunidad, mostrando que “somos miembros del Pueblo de Dios, que tenemos igual dignidad, aunque distintos ministerios”. En su condición de coordinador del Centro de Gestión del Conocimiento, decía que “nuestra misión es reunir el conocimiento, experto y sencillo, en la lógica de los cuatro sueños de Francisco”.

Este centro se divide en dos áreas de trabajo: un Observatorio Socio Antropológico Pastoral y un área de Conocimiento Compartido. Se ha hecho referencia a una plataforma que puede ayudar en el trabajo de las redes pastorales, y de los procesos formativos y comunicacionales que se desarrollan a los otros tres centros, de manera articulada.

Formación que une la teoría y la práctica

Al presentar el Centro Bíblico, Teológico, Pastoral para América Latina y el Caribe – CEBITEPAL, con una trayectoria de 45 años al servicio de la formación en el continente, Mons. Paulo Cezar Costa, destacaba que se trata de “una experiencia intereclesial a partir de todas las vocaciones que conforman el Pueblo de Dios”, que tiene como fundamento el Concilio Vaticano II y el Magisterio del Papa Francisco.

En este proceso de renovación del CEBITEPAL fueron presentados algunos compromisos, que tienen como base el mandato de Tegucigalpa y busca un trabajo formativo en comunión, con una propuesta de formación “que una la teoría y la práctica en un único dinamismo acorde al misterio de Encarnación”. Todo eso se concreta en un buen número de actividades que se están llevando a cabo.

Trabajo de articulación en red

El Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral, cuyo consejo es coordinado por Mons. José Luis Azuaje, está queriendo llevar a cabo un trabajo de articulación, una experiencia que está siendo vivida en los últimos años en la Iglesia latinoamericana a través de las diferentes redes existentes y aquellas que poco a poco van naciendo.

En ese sentido, se está llevando a cabo una reflexión que ayude a avanzar en el camino de la articulación tanto a nivel continental como local. Todo ello queriendo continuar dando pasos que hagan avanzar en los itinerarios del discipulado misionero.

Comunicar para la transformación de la realidad

En el ámbito comunicativo, el proceso de renovación pretende ayudar “a comunicar para la transformación de la realidad y la incidencia latinoamericana y caribeña”, en palabras del coordinador del consejo de este centro, Mons. Juan Carlos Cárdenas, que insistía en “comunicar para el posicionamiento profético del CELAM y para tender puentes de solidaridad entre nuestros pueblos”. Se está potenciando “el servicio que el CELAM podrá ofrecer a las conferencias episcopales, en sinergia con los equipos de comunicación de cada uno de los países”, destacaba el prelado.


En cuanto a los pasos concretos citaba el fortalecimiento del servicio informativo de Prensa CELAM y la creación del boletín ADN Celam, así como el redimensionamiento de la Editorial CELAM. Algo en lo que se pretende avanzar es “lograr que nuestros servicios estén disponibles, cada vez más, en español, portugués, inglés y francés”, finalizaba Mons. Cárdenas, que pedía el aporte de todos para “seguir configurando este ecosistema comunicativo al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia”.

Sinodalidad como desafío

Las presentaciones han abierto el debate entre los presentes, buscando cómo concretar los pasos a ser dados en este proceso de Renovación y Reestructuración del CELAM. Diferentes voces, especialmente los presidentes de las conferencias episcopales, han ido mostrando su postura, como representantes de sus hermanos obispos.

Siguiendo el mandato de Tegucigalpa, el presidente del CELAM, Mons. Miguel Cabrejos, insistía en que el desafío es la sinodalidad. Las actividades de este segundo día se encerraban con la explicación del proceso de votación, en busca de garantizar lo prescrito por los estatutos del organismo.

Trabajo en transversalidad

Todo lo debatido a lo largo de la jornada ha sido presentado en la rueda de prensa celebrada al final de los trabajos, donde han participado el cardenal Odilo Scherer, Mons. José Luis Azuaje, Mons. Juan Carlos Cárdenas y Mauricio López. En la nueva estructura del CELAM hay que destacar los ejemplos transversalidad, así como el interés que está despertando en los diferentes dicasterios de la Curia Romana, la Secretaría de Estado y la Secretaría del Sínodo para los Obispos, con quienes se han producido encuentros positivos, según el arzobispo de São Paulo.

El vicepresidente primero del CELAM, insistía en que se trata de un organismo subsidiario, articulador, proponente de nuevos caminos, de escucha, reconociendo la dificultad existente de pensar el CELAM desde nuevas categorías. Según el purpurado brasileño, muchos miran a América Latina con mucha esperanza, destacando la importancia de Aparecida como foco de propuestas para toda la Iglesia, y de la renovación del CELAM como algo que puede dar esperanza a la Iglesia en otros continentes.

Procesos más que eventos

Es importante resaltar la necesidad de entender que el CELAM debe ser un organismo de procesos, más que de eventos, de no asumir espacios de poder y sí espacios de servicio, algo resaltado por Mons. Azuaje. La Iglesia universal reconoce la creatividad de la Iglesia latinoamericana y caribeña, siendo la Conferencia Eclesial de la Amazonía un ejemplo de eso.

En el camino de la sinodalidad, claramente impulsada por el CELAM, destacaba la necesidad de entender una previa conversión personal, afirmando que se ha generado una reflexión importante sobre esta perspectiva sinodal y sobre cómo ponerla en práctica.

Comunicación desde el encuentro

La comunicación debe ser puesta en el corazón del CELAM, en su nuevo modo de ser más sinodal, destacaba Mons. Cárdenas. Estamos ante un camino para llegar a todo y para incluir a todos, generando interacciones dentro y fuera de la Iglesia.

En ese punto insistía en la necesidad de “no ser endogámicos en la reflexión, ser un episcopado en salida al encuentro con otros sectores de la Iglesia que enriquecen este proceso”. El obispo de Pasto destacaba la necesidad de un trabajo más articulado y articulador en la nueva estructura del CELAM, de “imprimir una praxis articuladora” de un trabajo multidireccional, en red.

Discernimiento transformador

El proceso de renovación es un trabajo de cuatro años, iniciado en 2019, en el que es decisiva una escucha activa, según Mauricio López. En sus palabras insistía en abrazar lo añejo y el vino nuevo que necesita odres nuevos, de un trabajo conjunto y articulado. Todo ello desde la disposición hacia un discernimiento transformador.

Mauricio reconocía que en algunos existe temor al cambio, ante lo que es necesario entender lo que Dios no va pidiendo en esta realidad actual. Para ello proponía liberarnos de los apegos para poder responder a las prioridades a las que Dios nos está llamando. Incluso sabiendo que la sinodalidad es un tema inherente a la identidad de la Iglesia, es algo que se tiene que ir tejiendo.