Amazonía: REPAM denuncia a la ONU la violación de derechos humanos

Durante la pandemia

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Barca en río Amazonas © Pxhere

Pueblos indígenas, representados por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), han denunciado en el último Foro Permanente de la ONU para las Cuestiones Indígenas, la violación de los derechos humanos en las comunidades de la Amazonía durante la pandemia por COVID-19.

Tal y como informó la REPAM en una nota, ayer martes 20 de abril de 2021, el tema de la vigésima sesión del Foro de Naciones Unidas sobre esta realidad es “Paz, justicia e instituciones eficaces: el papel de los pueblos indígenas en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16”.

La voz de la Amazonía

De este modo, la Red Eclesial Panamazónica ha sido la encargada de recoger las voces de los indígenas que viven en este territorio y llevarlas a la sesión, “lo que puede ayudar a reflejar la cruda realidad amazónica en las futuras recomendaciones del Consejo y aumentar la toma de conciencia a la hora de promover políticas públicas más acordes a la realidad de las comunidades indígenas”.

La reflexión de este martes, señala la nota informativa, ha sido “Durante la COVID-19 se agrandan y profundizan las violaciones a los DDHH en la Amazonía”. Presidido por monseñor Gabriele Caccia, observador permanente de la Santa Sede en la ONU, el evento, realizado a través de Zoom, ha sido moderado por Joao Gutemberg Sampaio, secretario ejecutivo de la REPAM, y contó con la presencia de Francisco Calí, Relator especial de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Jeremías Mura, del Pueblo Mura-Brasil, Verónica Grefa, del Pueblo Kichwa-Ecuador y Alberto Ynuma, del Pueblo Amahuaca – Perú.

Los derechos humanos

Los representantes de los pueblos indígenas han mostrado la situación de los derechos humanos en la Amazonía, en un evento que Henry Ramírez, uno de los organizadores, definía como “expresión de la solidaridad que se globaliza”, insistiendo en ver “los derechos humanos como una tarea indiscutible desde nuestra fe”.

Mons. Caccia recordó la importancia de la visita del Papa Francisco a la Amazonía y su defensa de los pueblos amazónicos, que nunca habían sido tan amenazados, algo que ha aumentado con la pandemia, lo que ha provocado la muerte de muchos indígenas, como ya sucedió en otras pandemias, consecuencia de las grandes distancias y el aislamiento social de estos pueblos.

El observador permanente denunció que los gobiernos quieren reimpulsar la economía, permitiendo la invasión del territorio, dando libertad a las empresas mineras para explotar la región, sin consentimiento previo de los pueblos indígenas, convirtiendo los tratados en un tratado de muerte. Son los mineros los que, en algunos países como Brasil, han llevado la COVID a las comunidades indígenas.

Aumento de las violaciones de los DDHH

Desde Brasil habló Jeremias Mura, denunciando los ataques sufridos durante la pandemia. Según el líder indígena, “el gobierno brasileño no se ha preocupado con una política diferenciada para los pueblos indígenas durante la pandemia, lo que agravó mucho la situación de la sanidad”. En este tiempo de pandemia han aumentado las invasiones, sobre todo madereros y de la minería. Según él, los invasores no respetan el aislamiento social y los órganos de fiscalización no se desplazan para controlar esas invasiones.

En la Amazonía ecuatoriana, uno de los grandes obstáculos es el conjunto de empresas petroleras. Verónica Grefa, líder del pueblo kichwa, recordó el derrame de petróleo de 2020 que contaminó los ríos Coca y Napo y dejó sin alimentación y sin agua a más de 105 comunidades indígenas. Según ella, “eso destruyó nuestro hogar, ya no tenemos una vida digna”, insistiendo en que “estamos sufriendo las consecuencias desde hace más de un año, con graves perjuicios para su salud”.


Llorando dijo que “es muy doloroso contar todo esto, es muy penoso ver a tantas personas que sufren y nadie nos viene a ayudar en esta necesidad, no nos ayudan a exigir justicia”. Verónica Grefa insistió en que “estamos en el territorio, cuidando de la Pachamama, de nuestra Amazonía”.

Escuchar a los indígenas

En sus palabras, Mons. Caccia referenció el Sínodo para la Amazonía, destacando la presencia de representantes de los pueblos originarios y de lo recogido en “Querida Amazonía” en defensa de los pueblos amazónicos y de los más pobres. También insistió en que sus voces sean escuchadas, y sus culturas y la belleza natural preservadas.

Al mismo tiempo, hizo caer en la cuenta de las injusticias y la violencia que sufren las comunidades indígenas, por lo que deben ser protegidas y reconocidas como interlocutores principales, a quien debemos respetar y pedir permiso para cualquier acción. El prelado destacó la importancia de la presencia de los líderes indígenas en el Foro Permanente y la necesidad de escucharlos.

Por su parte, Gutemberg Sampaio destacó que la Amazonía es una región con profundas desigualdades, grandes lagunas sociales, pobreza extrema, violencia generalizada por diversas razones, precariedad en el acceso al agua potable, falta de seguridad alimentaria, sistema de salud precario, lo que ha provocado un gran impacto de la pandemia, que demanda la necesidad de que los estados implementen medidas de protección.

Población de riesgo

El artículo de la REPAM recupera las palabras de José Francisco Cali Tzay, relator especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, para mostrar la necesidad de medidas especiales para la protección de los mismos. En un momento en el que se produce un mayor riesgo de salud para los pueblos en muchos países, Tzay recordó diferentes pandemias propagadas por los colonizadores a lo largo de la historia, a veces intencionadamente.

Otra situación preocupante, según el diplomático guatemalteco, son los efectos sobre la salud consecuencia de la contaminación del medio ambiente, con un aumento de las enfermedades crónicas, que en este tiempo de pandemia no están siendo tratadas como deberían. E instó a que los gobiernos promuevan medidas de protección de la salud de los pueblos indígenas, que tenga prioridad en la atención a los efectos de COVID-19.

Medio Ambiente

Desde la Amazonía peruana, Alberto Ynuma denunció la situación vivida en la región de Madre de Dios, donde los puestos de salud en las comunidades indígenas están sin personal y sin medicamentos. A esto se une la imposible del estudio virtual, pues se trata de comunidades donde ni siquiera hay energía eléctrica. El indígena del Pueblo Amahuaca contó la tentativa del gobierno peruano de incentivar la preservación de los bosques, pero con ayudas muy bajas, lo que dificultad que eso se haga realidad.

Al hilo de sus palabras mostró el agua contaminada por el mercurio y los residuos mineros, que esas comunidades tienen que beber. También relató el aumento de la violencia y de los asaltos. Junto con ello recordó la visita del Santo Padre a Puerto Maldonado en 2018, “que vino a conversar con nosotros”. Según Alberto Ynuma, en el bosque encontraban todo, hasta las medicinas, algo que ya no es posible como consecuencia de la contaminación, a lo que se unen los problemas provocados por COVID-19, que ha afectado a la salud.