El amor, “regla suprema” para seguir a Cristo

Resumen de las palabras del Santo Padre en español

Amor regla seguir Cristo
Audiencia general, 3 nov. 2021 © Vatican Media

El Papa Francisco ha recordado que “el amor es la regla suprema para poder seguir el camino de Cristo, nos hace conscientes de nuestra propia fragilidad, y misericordiosos y solidarios con las dificultades y debilidades de los demás”.

Durante la audiencia general de hoy, miércoles 3 de noviembre de 2021, el Santo Padre continuando el ciclo de catequesis sobre la Carta del Apóstol Pablo a los Gálatas, centra su meditación en el tema: “Caminar según el Espíritu” (cf. Lectura: Gál 5, 16-17.25).

La vida cristiana es acción

Francisco describe cómo el Apóstol Pablo “nos exhorta a que caminemos según el Espíritu y nos dejemos guiar por Él en nuestro seguimiento a Cristo. Estas expresiones, continúa, indican que “la vida cristiana es acción, movimiento, dinamismo” y el Apóstol apunta también que es necesario “evitar el camino opuesto, al que llama ‘los deseos desordenados’”. No obstante, aclara que esto no implica que el mal y los impulsos negativos desaparezcan, sino que “Dios es siempre más fuerte que nuestras resistencias y nuestros pecados”.

La gracia y la caridad, necesarias para el camino

Asimismo, el Papa explica que “caminar según el Espíritu no es sólo una acción individual, implica también a la comunidad” y para combatir los “deseos de la carne” que no favorecen la comunión “es necesario dar espacio a la gracia y a la caridad”. En este sentido, subraya que “el amor es la regla suprema para poder seguir el camino de Cristo, nos hace conscientes de nuestra propia fragilidad, y misericordiosos y solidarios con las dificultades y debilidades de los demás”.

Acompañar a los que más sufren

Finalmente, al saludar a los peregrinos de lengua española, el Obispo de Roma invita “a dejarse interpelar por las palabras de san Pablo: ‘Caminamos según el Espíritu o nos quedamos encerrados en deseos mundanos?’”.


Para el Pontífice, “si nos dejamos guiar por el Espíritu, también estamos llamados a acompañar a los que más sufren, a rezar por ellos y a ayudarlos de una manera concreta”. Por ello, “los animo a seguir en este camino con paciencia y alegría”, concluyó.