Ángelus: El Papa instituye la Jornada Mundial de los Abuelos

Palabras después del Ángelus

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El Papa Francisco durante sus palabras después del Ángelus © Vatican Media

El Papa Francisco ha anunciado la institución de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores para su celebración el cuarto domingo del mes de julio. Lo ha expresado de esta forma después de la oración del Ángelus de este domingo 31 de enero de 2021, desde la biblioteca privada del Palacio Apostólico Vaticano.

A continuación, sigue las palabras del Papa, ofrecidas por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

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Palabras de Francisco después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!


Pasado mañana, 2 de febrero, celebraremos la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, cuando Simeón y Ana, ambos ancianos, iluminados por el Espíritu Santo, reconocieron a Jesús como el Mesías. El Espíritu Santo suscita aún hoy en los ancianos pensamientos y palabras de sabiduría: su voz es preciosa porque canta las alabanzas de Dios y guarda las raíces de los pueblos. Nos recuerdan que la vejez es un regalo y que los abuelos son el eslabón entre las generaciones, para transmitir a los jóvenes experiencias de vida y de fe. A menudo se olvida a los abuelos y nosotros olvidamos esta riqueza de preservar las raíces y transmitir. Por eso he decidido instituir la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos, que se celebrará en toda la Iglesia cada año el cuarto domingo de julio, cerca de la fiesta de san Joaquín y santa Ana, los “abuelos” de Jesús. Es importante que los abuelos se encuentren con sus nietos y que los nietos se encuentren con sus abuelos, porque —como dice el profeta Joel— los abuelos soñarán frente a sus nietos, tendrán ilusiones [grandes deseos], y los jóvenes, tomando fuerzas de sus abuelos, irán adelante, profetizarán. Y precisamente el 2 de febrero es la fiesta del encuentro de abuelos con nietos.

Se celebra hoy el Día Mundial de la Lepra, iniciado hace más de sesenta años por Raoul Follereau y llevado adelante especialmente por las asociaciones inspiradas en su labor humanitaria. Expreso mi cercanía a quienes padecen esta enfermedad, y animo a los misioneros, agentes sanitarios y voluntarios comprometidos en su servicio. La pandemia ha confirmado lo necesario que es proteger el derecho a la salud de las personas más vulnerables: espero que los líderes de las naciones unan esfuerzos para curar a quienes padecen la enfermedad de Hansen y por su inclusión social.

Y saludo con cariño a los chicos y chicas de la Acción Católica de esta Diócesis de Roma —algunos de ellos están aquí—, reunidos de forma segura en las parroquias o conectados online, con motivo de la Caravana de la Paz. A pesar de la emergencia sanitaria, este año también, con la ayuda de padres y educadores y sacerdotes asistentes, han organizado esta maravillosa iniciativa. Siguen adelante con las iniciativas, ¡bien, muy bien! ¡Adelante, coraje! Sois estupendos, gracias. Y ahora escuchemos juntos el mensaje que algunos de ellos, aquí al lado, nos leerán en nombre de todos.

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