Benedicto XVI, al encuentro con la Verdad

Un «humilde trabajador de la Viña del Señor»

Luego de una larga vida de servicio a la Iglesia de Jesucristo, duerme en el Descanso Eterno el Papa de la Fe y la razón: Papa Emérito Benedicto XVI.

El Papa Cooperador de la Verdad (Cooperatores Veritatis), cooperó con la búsqueda de la Verdad desde la filosofía y la teología, convirtiéndose en uno de los pensadores más brillantes del siglo XX y XXI. Su pensamiento estaba marcado por la influencia de San Agustín, de quien aprendió a escuchar la Verdad, con la que debatió en contra la dictadura del relativismo, y fue capaz de leer la situación de Europa y el mundo moderno.

La búsqueda de la Verdad no sólo lo hizo desde la vida académica, también tuvo la valentía de sacar a la luz, con todo el dolor que implicó, la crisis de abuso al interior de la Iglesia. Reconociendo que los ataques a la Iglesia no los recibía desde fuera, sino desde el pecado de algunos que la conformaban.
El Papa Profesor en la Cátedra de Pedro, se preocupó de enseñar en sus encíclicas sobre las tres virtudes más importantes para los cristianos: la esperanza (Spe Salvi, 2007), la caridad (Deus Caritas est, 2005) y la fe (Lumen Fidei, 2013, firmada por Francisco). Sin embargo, la gran enseñanza de este profesor no fue en los papeles, sino en su acción de humildad, asumiendo que quien guía la barca de Pedro es Jesucristo. Por ello, cuando sus fuerzas físicas ya no se lo permitieron, renunció al Ministerio Petrino, no bajándose de la Cruz, sino encontrándose de una manera diferente junto a ella. Demostrando ser un Papa moderno, sin necesidad de dejar atrás la siempre nueva tradición de la Iglesia.

El Papa Ratzinger fue un hombre intelectual y de oración, desde los diferentes servicios en la Iglesia, supo siempre «llevar a Dios a los hombres y a los hombres a Dios» (Bertone T, 2013). En el último tiempo nos enseñó sobre la muerte, para él no era una partida, sino un encuentro con el Verdadero Juez y con su familia que le había antecedido. Los reportes del Vaticano indican que estuvo lúcido las últimas horas, que bello regalo Dios le ha dado a quien que por medio de la razón y la fe siempre le buscó.


Querido Papa Emérito, tú que fuiste un «humilde trabajador de la Viña del Señor», te imploramos que desde el cielo nos bendigas “¡Si!  «bendíganos, Santo Padre!» (Ratzinger, 2005)

Ricardo Ramírez Basualdo

Profesor de la Academia de Líderes Católicos de Chile