Card. Cañizares: Justo Aznar, un santo de la puerta de al lado

Fundador del Instituto de Ciencias de la Vida y del Observatorio de Bioética de la UCV. Colaborador de Exaudi

Card Cañizares Justo Aznar
La parroquia de San José María Escrivá © UCV

El cardenal Cañizares asegura que Justo Aznar fue “un hombre de ciencia, un intelectual y un santo de la puerta de al lado”. La parroquia San Josémaría Escrivá acogió ayer, 29 de noviembre de 2021, la celebración del funeral del fundador del Instituto de Ciencias de la Vida y del Observatorio de Bioética de la UCV fallecido el sábado pasado a los 84 años, según informa la misma institución.

El funeral ha sido presidido por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, que ha dedicado unas palabras a Aznar, a quien ha calificado de ”santo de la puerta de al lado”, aludiendo a las palabras del Papa Francisco en su carta ‘Alegraos y regocijaos’: ”Justo fue un hombre de ciencia que conjugó perfectamente ciencia con conciencia, fe con razón, y amor con verdad. Demos gracias a Dios por él, un hombre que era justo en su nombre y en la realidad. Un hombre prudente, sabio, cabal; un cristiano de cuerpo entero”.

Ocupante del primer sillón de Bioética de la Comunidad Valenciana, creado por la Real Academia de Medicina; y ganador de los premios Alberto Sols, Santiago Grisolía y Salud y Sociedad a la mejor trayectoria profesional de la Comunidad Valenciana otorgado por la Consellería de Sanidad, Aznar fue el jefe del departamento de Biopatología Clínica del Hospital Universitario La Fe desde 1974 hasta su jubilación en julio de 2006.

“Justo fue un hombre de fe, de conciencia, de la verdad que nos hace libres, que buscó el bien y el bien apoyó su conducta, lo que le condujo al amor al prójimo, defendiendo su dignidad. Un verdadero católico en la vida pública, inserto en el mundo, pero sin ser de él. Un hombre cristiano que vivió con la certeza de estar en las manos de Dios y por eso caminaba en paz, transmitía la paz, murió en paz y en las manos de Dios”, ha aseverado el cardenal valenciano.

Para Cañizares, Aznar fue ”un hombre sabio con la sabiduría que viene de la fe en Jesucristo, defensor de la vida y del hombre, experto en el nuevo arte de vivir que nos enseñó Jesús: el de las Bienaventuranzas y la caridad. Un universitario e intelectual que no se dejó la cabeza a la puerta del templo. Un fiel cristiano, laico, como los quería San José María, como hoy necesitamos, ejemplo y modelo para los laicos”.


Justo Aznar fue un científico apasionado “por su familia y por la investigación” que ”luchó por los más débiles, por los más indefensos”. En la homilía pronunciada en el transcurso de la Eucaristía, en la que han concelebrado el vicario general de la diócesis, Vicente Fontestad, una veintena de presbíteros y el párroco Jorge Molinero; el sacerdote Juan Pablo Gilabert ha destacado la labor de Aznar como “médico próvida”, alguien que “luchó por los más débiles, los más indefensos”.

“Siempre estuvo implicado en las asociaciones provida: a nivel federal en España, fundando la de Valencia, en el Instituto de Ciencias de la Vida y el Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia en la jubilación, cuando podría estar descansando. Fue miembro de la Pontificia Academia de la Vida…Toda la vida de Justo estuvo muy pegadita a lo relacionado con la vida”, ha asegurado.

El “encuentro con Dios” de Aznar se produjo “a través de la familia y del trabajo”, según ha señalado Gilabert: “Usó los talentos recibidos, que no fueron pocos, su inteligencia, su gran capacidad de trabajo, para invertirlo en cosas que merecían la pena como médico y como investigador. Estos fueron sus ideales: pensó que así podía ser muy feliz. Y lo hizo, tenía muchos amigos de verdad, acercó con su ejemplo, con su simpatía, con su cariño, con su prestigio, a muchas personas a Dios”.

Gilabert se ha referido a cómo Justo Aznar compartía que el espíritu de la obra que fundó San José María Escrivá de Balaguer le motivó a ser miembro del Opus Dei. “Justo fue un esposo, un padre, un abuelo y un amigo formidable. Fundar con generosidad una familia cristiana, enamorarse de Vicen, que era su amor desde que tenía 14 años, fue el inicio de una aventura maravillosa que lleva cada uno de sus diez hijos e hijas. Ha sido, de verdad, un privilegio para todos los que le hemos conocido”, ha aducido.

A la celebración han asistido amigos y familiares, investigadores y profesores de distintos ámbitos de la medicina, la ciencia y la filosofía, así como de la Universidad Católica de Valencia, encabezados por el rector, José Manuel Pagán.