CELAM: Mensaje con ocasión del viaje del Papa a Irak

Gratitud hacia el Santo Padre

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Acogida del Papa en el aeropuerto de Erbil, Irak © Vatican Media

Ante el viaje histórico en curso del Papa Francisco a Irak, largamente deseado por los pontífices, la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM) ha expresado en un mensaje “su gratitud al Papa Francisco por su visita pastoral a Irak, país donde vive una pequeña y sufrida comunidad de católicos”.

El Papa, peregrino de fraternidad

El texto, firmado por el presidente, Mons. Miguel Cabrejos y el secretario general, Mons. Jorge Eduardo Lozano se expresa “la cercanía de la Iglesia de América latina y el Caribe que reza por los frutos de esta histórica visita pastoral realizada en el contexto de la pandemia que azota a todo el mundo”. Un viaje a la “cuna de la civilización”, que “actualiza el signo de nuestro padre Abrahán que une a musulmanes, judíos y cristianos y nos hace miembros de una misma familia humana”.

Mons. Cabrejos, en nombre del CELAM, agradece “el testimonio valiente de nuestro querido Papa Francisco”, visitando a quienes “sufren las consecuencias del radicalismo religioso, incluso llegando hasta el martirio”. Asimismo, siguiendo las palabras del propio Santo Padre, que a su llegada se presentaba como “como peregrino de la fraternidad universal”, destaca la importancia de su presencia en esta región como un instrumento que “sin duda, alentará y animará la fe de esta Iglesia perseguida y sufriente”.


Testimonio de projimidad

El texto del CELAM califica esta visita del Obispo de Roma como un momento que “formará parte de los acontecimientos más importantes de la historia” y que “quedará impreso en el corazón de nuestros hermanos en Irak, que nunca olvidarán que el mismo Santo Padre estuvo en medio de ellos”. Un viaje, prosigue el texto, que ayudará superar el odio y la violencia, promoviendo el “respeto de la sacralidad de la vida”.

El mensaje insiste en el agradecimiento al “Papa Francisco, por su testimonio de projimidad con quienes afrontan las consecuencias de la guerra, la persecución y el sufrimiento”, e incluye una invitación “a los obispos de América Latina y el Caribe a promover entre sus sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles la oración constante que acompañe al Sucesor de Pedro para que esta visita produzca abundantes frutos pastorales, promueva el diálogo interreligioso y supere los peligros latentes”.