¿Cómo se articula el camino sinodal en las diócesis?

Entrevista al P. Ignacio Blanco, miembro de la Secretaría Sinodal en la diócesis de Quilmes

camino sinodal diócesis
Acto en la diocesis de Quilmes © Obispado de Quilmes

El camino sinodal del Sínodo sobre Sinodalidad fue inaugurado por el Papa Francisco en el Vaticano el pasado 9 y 10 de octubre de 2021, y en las iglesias particulares de todo el mundo arrancó la primera fase en las diócesis el 17 de octubre.

“Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión” es el lema de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos convocada por el Santo Padre. Los trabajos tendrán una duración de 3 años y se articularán en 3 fases (diocesana y nacional, continental y universal) a través de consultas y discernimiento, para culminar con la Asamblea de octubre de 2023 en Roma.

Sínodo Sinodalidad diócesisRecordemos que “el concepto de sinodalidad se refiere a la corresponsabilidad y a la participación de todo el Pueblo de Dios en la vida y la misión de la Iglesia” (“La sinodalidad en la vida y en la misión de la iglesia”). De este modo, en el momento actual el sínodo es un proceso de escucha al Pueblo de Dios, diálogo y discernimiento para aclarar la voluntad de Dios para su Pueblo. La Iglesia inicia ahora un proceso sinodal, que culminará en octubre de 2023 con la reunión del Sínodo de los obispos en 2023.

Exaudi ha conversado con el padre Ignacio Blanco, miembro de la Secretaría Sinodal, que anima el “camino sinodal” en el Obispado de Quilmes, Argentina, para conocer cómo se está realizando este proceso desde las diócesis.

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Exaudi: Háblenos sobre el obispado de Quilmes y su experiencia previa con el proceso sinodal…

P. Ignacio Blanco: La diócesis de Quilmes, que hoy acompaña pastoralmente el obispo Carlos José Tissera, se divide en cinco decanatos, y tiene como sede metropolitana a la arquidiócesis de Buenos Aires. Comprende a los partidos de Berazategui, Florencio Varela y Quilmes que se ubican en la zona Sur del Gran Buenos Aires, y cuenta con una población de 1.325.045 habitantes (según datos del Censo Nacional de 2010).

En mayo de 2018 obispo convocó a trabajar un Secretariado de seis miembros, presidido por su Obispo Auxiliar P. Marcelo Julián Margni (“Maxi”), para comenzar a pensar el III Sínodo Diocesano.

La convocatoria formal a este III Sínodo fue realizada el 8 de Julio de 2018 por el Obispo Carlos, en la Iglesia Catedral, a 17 años de la Pascua del obispo de Quilmes, P. Jorge Novak. El objetivo del III Sínodo fue repensar la Evangelización de la Diócesis a la luz del Magisterio del Papa Francisco (en especial la exhortación apostólica “La alegría del Evangelio”). El lema: “Iglesia de Quilmes, ¡camino con la alegría del Evangelio!”

A comienzos del 2019, se nombró una Comisión (que incluía el Secretariado) más amplia que comenzó a reunirse semanalmente. Desde el trabajo de esta Comisión:

–          Se programaron dos encuentros masivos de sensibilización y concientización de las comunidades.

–          Se publicaron doce “Hojas Presinodales” (instrumentos sencillos de comunicación y comunión, donde se iba reflejando los pasos del camino sinodal). Cada una de ellas se configuraba como una hoja A4 doble faz.

–          Se animó la constitución de Subcomisiones para el trabajo específico en comunicación; en la elaboración de encuestas y estadísticas; en el registro de la memoria del camino; en el acompañamiento de la oración y la espiritualidad; en la configuración de los instrumentos canónicos necesarios…

–          Se propuso un esquema de VER (2019), JUZGAR (2020) y ACTUAR (2021). Se elaboró un tríptico para difundir esta propuesta en toda la diócesis. Mandamos archivo ad hoc.

–          Se animó a un concurso diocesano para lograr un logotipo que diera identidad a nuestro caminar y se encomendó la realización de un himno del Sínodo.

Durante 2019 trabajamos en encuestas y asambleas para relevar datos de la realidad diocesana en las dimensiones sociales, políticas, económicas, ambientales y religiosas. Se recogieron los aportes y se fueron delineando las principales problemáticas de la Diócesis a la hora de la evangelización. En la página web del Obispado se fueron “colgando” todos los materiales de este caminar.

Durante 2020, se propusieron reuniones con distintas realidades: Comunidades Eclesiales de Base, Consagrados y Consagradas, Institutos de Formación Diocesanos, Vicaría de la Solidaridad, Movimientos y Asociaciones.


En 2021 confeccionamos cuatro cuadernillos de trabajo para las comunidades de la diócesis. En un primer cuadernillo propusimos un ícono bíblico de Jesús compasivo ante las multitudes hambrientas y dolientes (cf. Mc 6,30-34), una forma de recoger el dolor y el sufrimiento de este tiempo de pandemia. En una segunda entrega tomamos la realidad de nuestro pueblo hoy: la desigualdad y el anhelo de otro mundo posible, la violencia y la cultura de la paz, los gritos de nuestra tierra y el cuidado de la casa común. Un tercer cuadernillo con la preocupación de ser una “Iglesia en salida”, con el especial cuidado de llegar a los jóvenes, de discernir el uso de las redes para servicio del evangelio, de promover un anuncio integral del evangelio. Un cuarto cuadernillo que recoge especialmente las problemáticas de la comunidad eclesial: la problemática del clericalismo y la necesidad de diversificar los ministerios, el abuso del poder y la necesidad de un rostro más servicial/diaconal, el rol de la mujer en la comunidad eclesial.

Al recorrer el 2021 nos replanteamos si podíamos continuar así, con tanta dificultad como nos planteaba la imposibilidad de la presencialidad. La falta de una “recepción” adecuada de todo el Pueblo de Dios nos determinó a suspender el camino hacia una Asamblea del Sínodo. Así lo entendió nuestro obispo y lo comunicó a la diócesis en septiembre de este año en el Santuario de Luján.

Exaudi: ¿Cómo se han organizado desde la diócesis?

P. Ignacio Blanco: Tras la suspensión del Sínodo Diocesano debido a la pandemia se pensó en no perder lo trabajado en todo este trayecto desde 2019. Vivimos como providencial la convocatoria del Papa Francisco a la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe a realizarse en México; y luego, la propuesta del tema del Sínodo de los Obispo: “Iglesia y Sinodalidad”.

Sínodo Sinodalidad diócesisDecidimos entonces proponer al Obispo la configuración de un “Consejo Diocesano para el Camino Sinodal”, denominación bajo la cual quedará constituido un consejo pastoral diocesano. Un órgano convocado y presidido por el Obispo, que lleve adelante y promueva el estudio y la valoración de la acción pastoral de toda nuestra Iglesia local, y le sugiera conclusiones prácticas sobre ella.

Este Consejo:

  1. Define, a la luz de lo recogido durante la preparación al III Sínodo Diocesano y de otros emergentes, las temáticas que han de recibir un tratamiento prioritario, y fija los plazos para el mismo;
  2. Diseña, coordina la implementación y supervisa los instrumentos que faciliten el tratamiento efectivo de las temáticas definidas;
  3. Asegura una comunicación transparente, participativa y fluida con todo el Pueblo de Dios y, en particular, con el Consejo presbiteral, y con el presbiterio a través de él, y con las Vicarías y otros servicios diocesanos de animación pastoral;
  4. genera espacios de diálogo y colaboración entre servicios pastorales diocesanos en vistas a la articulación de sus tareas y el discernimiento en común de las temáticas definidas, y ayuda a mantener una visión integradora, de alcance diocesano, conforme a los cauces de identidad fundacional en los que nuestra Diócesis expresa y compromete su fidelidad al Evangelio;
  5. si es el caso, delega en comisiones ad hoc el estudio de problemáticas específicas y recibe sus conclusiones, y
  6. procurando oír y hacer oír la voz del todo pueblo de Dios, da un parecer formado en relación a estas mismas temáticas y propone líneas de acción que puedan llevarse a la práctica, mirando el bien de la comunidad diocesana y su servicio al Evangelio.

Exaudi: ¿Con qué materiales trabajan en las parroquias?

P. Ignacio Blanco: Desde este “Consejo Diocesano para el Camino Sinodal” trabajaremos sobre el material de las consultas realizadas a nuestras comunidades en 2019, donde relevamos integralmente la realidad de nuestra gente en sus aspectos sociales, políticos, económicos, ambientales y religiosos.

Esas consultas las hicimos por distintas realidades: presbíteros, diáconos, laicos y laicas, consagrados y consagradas, personas de fuera de las estructuras eclesiales.

También sumaremos el material de trabajo tanto de la Asamblea Eclesial para Latinoamérica y el Caribe, como del Sínodo de los Obispos respecto de “Iglesia y Sinodalidad”, que aparecen en las respectivas páginas web.

Exaudi: ¿Cómo se está organizando la consulta en las parroquias de la diócesis?

P. Ignacio Blanco: La organización del trabajo respecto de la consulta al Pueblo de Dios, en esta etapa diocesana, estará a cargo del Consejo. Lo que ya tenemos es lo trabajado en los años anteriores, no tenemos que empezar de “cero”. Ya se ha consultado, ya se ha participado. Esto no significa que dejemos de estar abiertos a nuevos aportes que surjan en estos meses.

Estamos participando, además, de las reuniones de delegados diocesanos que propuso la Conferencia Episcopal Argentina para la Animación del Camino Sinodal en el clima del Sínodo de los Obispos. Desde esta delegación y junto al Consejo Diocesano para el Camino Sinodal se animarán a las distintas instancias diocesanas a participar con propuestas, reflexiones e iniciativas.

Exaudi: ¿Qué se hará una vez que se tengan todas las respuestas de las parroquias de la diócesis?

P. Ignacio Blanco: Ya hemos enviado a México algunas conclusiones de nuestro trabajo en la etapa del “ver y escuchar” para contribuir con la reflexión de la Asamblea Eclesial para América Latina y el Caribe. También hemos enviado un subsidio sobre la problemática de “Tierra y Hábitat” en el territorio diocesano, trabajo realizado desde la Pastoral Social de la diócesis.

Este material, y el que vamos sumando en este tiempo, iremos compartiendo a nivel nacional para enviarlo a fines de diciembre o principios de enero para el Sínodo de los Obispos.