Condolencias del Papa por la muerte del arzobispo Desmond Tutu

El arzobispo Desmond Tutu ha fallecido a los 90 años

El arzobispo Desmond Tutu
La gente lleva flores a la catedral de St Georges donde se ha instalado un mural en memoria de Desmond Tutu © Vatican Media

El Papa Francisco ha enviado sus condolencias a la familia y a los seres queridos del arzobispo Desmond Tutu, que ha fallecido a los 90 años.

En un telegrama enviado al arzobispo Peter B. Wells, Nuncio Apostólico en Sudáfrica y firmado por el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, el Papa dijo que estaba triste al enterarse de la muerte del arzobispo, informó Vatican News.

El Pontífice también rindió homenaje a su servicio al Evangelio a través de la “promoción de la igualdad racial y la reconciliación en su Sudáfrica natal.”

En el telegrama, el Santo Padre invocó “las bendiciones divinas de la paz y el consuelo del Señor” sobre todos los que lloran el fallecimiento del arzobispo Tutu. En un mensaje publicado en su página web, la Conferencia Episcopal de África Meridional transmitió sus condolencias a “la señora Leah Tutu, a la familia y a la Iglesia Anglicana por el fallecimiento del difunto arzobispo emérito de Ciudad del Cabo, Desmond Mpilo Tutu”.


El arzobispo, decía el mensaje, “será recordado por su inmensa contribución espiritual a la liberación y a la democracia de Sudáfrica, motivo por el cual fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. Su búsqueda de la justicia continuó cuando fue presidente de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación y más allá”.

El arzobispo anglicano nació cerca de Johannesburgo, pero pasó la mayor parte de su vida en Ciudad del Cabo y lideró numerosas marchas y campañas para oponerse a la política de segregación y discriminación racial.

Cuando el apartheid llegó a su fin a principios de los 90 y Nelson Mandela se convirtió en presidente del país, el arzobispo Tutu fue nombrado presidente de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Sudáfrica. Además de ganar el Premio Nobel de la Paz en 1984, el arzobispo fue galardonado con el Premio Templeton por su “trabajo de toda la vida en la promoción de principios espirituales como el amor y el perdón, que ha ayudado a liberar a personas de todo el mundo”.