El padrenuestro como adorno religioso

El padrenuestro no es un mantra, rezarlo sin sentido supone privarle de su esencia

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Cementerio © Pexels. Brett Sayles

El sacerdote y psicoterapeuta Alfons Gea ofrece este artículo en el que reflexiona sobre la recitación del padrenuestro como adorno religioso en ceremonias de exequias mixtas.

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Desde hace tiempo proliferan las ceremonias de exequias mixtas, las cuales consisten en una exaltación del difunto con exhibición de buenos sentimientos por parte de los deudos y en unas canciones o piezas musicales de lo más variopinto, entre las que destacan los romances de amor o bandas sonoras de películas. Y para “contentar” al difunto que era católico, el o la celebrante recita el padrenuestro.

Se da el caso curioso que en no pocas celebraciones católicas el pueblo apenas reza y en cambio en estas mixtas reza bastante público, cosa que nos muestra que estamos ante personas de tradición católica.

La mayoría de las veces dichas ceremonias son promovidas desde la misma empresa funeraria que no sólo mira de complacer a las familias sino de vender el máximo de productos, desde los reportajes audiovisuales hasta oradores y músicos. Cuando la familia objeta que el difunto era católico, los tramitadores ofrecen dentro de la ceremonia el recitar el padrenuestro. En algunas empresas funerarias también contratan actores que hacen las veces de diácono sin serlo.

Además del recitado del padrenuestro hay un desarrollo de unas creencias en la Energía divina dentro del más puro estilo New Age.


De alguna manera se veía venir esta evolución hacia una estética mercantilista siguiendo el gusto de los filmes americanos. El tema da para mucho más que estas pinceladas, denota no obstante la superficialidad de la fe en nuestros días. Me comentaba hace décadas una religiosa que había estado en un país africano católico que la religiosidad allí era de barniz, a lo que yo le respondí que igual que aquí.

El padrenuestro no es un mantra, rezarlo sin sentido supone privarle de su esencia. Aunque en la era de lo descafeinado, dónde cuenta más la apariencia que lo que son en verdad, recitarlo en las mal llamadas ceremonias mixtas llena como un anhelo de transcendencia y nos deja la tranquilidad de que también hemos rezado.

El padrenuestro es el regalo de Jesús que nos permite llamarle a su Padre, nuestro padre. Qué intimidad tan sublime: Dios y yo. A quién se dirigen los que lo recitan como un mantra? Al Universo? A la Nada ?. Es un obsequio que Jesús hace, no a un discípulo concreto sino, a su Iglesia. La Iglesia lo recita varias veces al día y cuando ora por los difuntos. Es también la oración que nos hermana. Recitarla es el compromiso y la opción de ser hermanos.

¿De qué manera se santifica el nombre de Dios cuándo éste se convierte en un adorno? Pedir que venga su reino es por lo menos comprometernos a ser hijos de la Verdad, a no hacer de nuestra vida una farsa donde nos dirigimos a Dios ninguneándolo. Podemos seguir explicando cada frase, tampoco es objeto de este artículo.

No tenemos el copyright del padrenuestro como para impedir que se haga un mal uso o un uso mercantilista de la oración por excelencia de la Iglesia. Nos queda el valor de ser testigos auténticos y creíbles de un Dios que es Padre y que nos llama a ser hijos suyos que construyen el reino.