El Papa: Con las armas nunca se conseguirá la seguridad y la estabilidad

Palabras del Santo Padre después del Regina Coeli

Regina Coeli 14 mayo 2023© Vatican Media

Este VI Domingo de Pascua, después de rezar la oración del Regina Coeli, el Santo Padre elevó su voz para que, cese la violencia entre israelíes y palestinos, “porque con las armas nunca se conseguirá la seguridad y la estabilidad”. Asimismo, el Pontífice dirigió su pensamiento a la población de Ucrania, herida por la guerra y la violencia.

Estas fueron las palabras del Papa después de la oración mariana, ofrecidas por la Oficina de Prensa de la Santa Sede: 

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Después del Regina Coeli

Queridos hermanos y hermanas,

durante estos días, hemos asistido de nuevo a enfrentamientos armados entre israelíes y palestinos, en los que han perdido la vida personas inocentes, incluidos mujeres y niños. Espero que la tregua recién alcanzada se estabilice, que callen las armas, porque con las armas nunca se obtendrán seguridad y estabilidad; por el contrario, se destruirá cualquier esperanza de paz.

Os saludo de corazón a todos vosotros, romanos y peregrinos venidos de Italia y de muchos países, en especial a los fieles procedentes de Canadá, Singapur, Malasia y España.


Saludo a los responsables de la Comunidad de San Egidio en 25 países africanos; y, asimismo, a las autoridades y a los docentes de la Universidad de Radom, en Polonia. Saludo la Caritas Internationalis, que se ha reunido para elegir a su nuevo presidente. ¡Adelante, con valor, por la vía de la reforma!

Saludo a los fieles de Scandicci y a los de Torrita de Siena; a los chicos del Decanato de Appiano Gentile, a los Scouts Agesci de Alghero y a los jóvenes de Senigallia; a los alumnos del Instituto “Juan XXIII” de Cammarata; y a los participantes en la carrera de relevos solidaria en favor de la Fundación para la Investigación del Cáncer.

Hoy, en muchos países se celebra la Fiesta de la Mamá; recordemos con gratitud y afecto a todas las mamás, a las que aún están entre nosotros y a aquellas que se han ido al Cielo. Encomendémoslas a María, la mamá de Jesús. ¡Y un fuerte aplauso!

Nos dirigimos a ella pidiéndole que alivie los sufrimientos de la martirizada Ucrania y de todas las naciones heridas por la guerra y la violencia.

Os deseo a todos un feliz domingo. Y saludo a los chicos y chicas de la Inmaculada, que son buenos. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!