El Papa: “El Bautismo nos hace renacer a la vida cristiana”

El Papa bautiza a 13 niños en la fiesta del Bautismo del Señor

Bautismo © Vatican Media

A las 9.30 de esta mañana, fiesta del Bautismo del Señor, el Santo Padre Francisco presidió la Santa Misa en la Capilla Sixtina durante la cual administró el Sacramento del Bautismo a 13 niños.

El Santo Padre bautizó a Santiago, Gabriele Levi, Ludovica, Damiano Vittorio, Diletta, Matilde María Pía, Amalia, Livia Sofía, Francesca, Olimpia Beatrice, Damiano, Matilde María y Lorenzo, quienes estuvieron acompañados de sus padres y padrinos.

Reproducimos a continuación la transcripción de la homilía que el Papa pronunció tras la lectura del Santo Evangelio:

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Homilía del Santo Padre

Queridos padres, gracias por traer a vuestros hijos aquí, por traerlos a la Iglesia. Y este es un buen día, porque no olvidamos cuándo fuimos bautizados. Es como un cumpleaños, porque el Bautismo nos hace renacer a la vida cristiana. Por eso os aconsejo que enseñéis a vuestros hijos la fecha del Bautismo, como un nuevo cumpleaños: que cada año recuerden y den gracias a Dios por esta gracia de hacerse cristianos. Esta es una tarea que te aconsejo que hagas.


Entonces, reflexionemos un poco sobre el hecho de que estos niños que traéis ahora están empezando un camino, pero os corresponde a vosotros y a los padrinos ayudarles a recorrerlo. Nos enseñan a rezar, de niños: que aprendan a rezar, de niños, al menos a hacerlo con las manos, con gestos… Que aprendan a rezar, de niños, porque la oración será lo que les dará fuerzas a lo largo de su vida: en los buenos momentos, para dar gracias a Dios, y en los malos, para encontrar fuerzas. Esto es lo primero que debes enseñarles: a rezar.

Y rezad también a la Virgen, que es la Madre, es nuestra Madre. Se dice que cuando alguien está enfadado con el Señor, o se ha desviado, la Virgen está siempre cerca para abrirle camino de vuelta. Es un dicho. El Señor está siempre cerca de nosotros, pero la Virgen es la madre, y la madre está siempre más cerca que el padre. Siempre. ¿Por qué? Porque es así. Las madres son así, y esto es genial. Que aprendan a ser cristianos.

Ahora todo el mundo está callado, y eso está bien. Pero tal vez alguien ‘dé el la’, empiece. Y como los niños son sinfónicos, todos irán a por él. Que griten, que lloren. Quizá alguien llore de hambre: amamántalo. Con toda libertad. Lo importante es que hoy esta celebración es la fiesta, la fiesta del comienzo de un hermoso camino cristiano, en el que ayudaréis a vuestros hijos a seguir adelante. Quizá algunos estén demasiado cubiertos y pasen calor: que estén cómodos, que estén cómodos todos.

Celebramos con ellos este comienzo de viaje. Y depende de vosotros ayudarles a seguir adelante. Porque yo acabo aquí, pero vosotros toda la vida.