Este miércoles 2 de julio de 2025, en la Sala del Concilio del Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre León XIV ha recibido en audiencia a los miembros del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniano.

El Papa recuerda el encuentro con los fieles ucranianos en San Pedro y les pide que reciten juntos el canto del Padrenuestro.

A continuación publicamos el discurso que el Papa ha dirigido a los presentes durante el encuentro:

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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡La paz esté con vosotros!

Beatitud, Eminencia,
queridos hermanos en el episcopado:

Después de haber saludado el sábado pasado a los numerosos peregrinos de la Iglesia greco-católica ucraniana reunidos en la Basílica de San Pedro, hoy tengo la alegría de encontrarme con vosotros, que estáis celebrando vuestra asamblea sinodal.

Este momento tan importante para vosotros se desarrolla en el contexto del Año Jubilar, que invita a todo el Pueblo de Dios a renovarse en la esperanza. Como solía repetir el Papa Francisco, la esperanza no defrauda, porque se basa en el amor de Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Ciertamente, en el contexto histórico actual no es fácil hablar de esperanza a vosotros y al pueblo confiado a vuestro cuidado pastoral. No es fácil encontrar palabras de consuelo para las familias que han perdido a sus seres queridos en esta guerra sin sentido. Imagino que también lo es para vosotros, que estáis en contacto cada día con personas heridas en el corazón y en la carne. A pesar de ello, recibo muchos testimonios de fe y esperanza por parte de hombres y mujeres de vuestro pueblo. Esto es señal de la fuerza de Dios que se manifiesta en medio de los escombros de la destrucción.

Soy consciente de que tenéis muchas necesidades que afrontar, tanto en el ámbito eclesial como en el humanitario. Estáis llamados a servir a Cristo en cada persona herida y angustiada que acude a vuestras comunidades pidiendo ayuda concreta.

Estoy cerca de vosotros y, a través de vosotros, estoy cerca de todos los fieles de vuestra Iglesia. Permanezcamos unidos en la única fe y en la única esperanza. Nuestra comunión es un gran misterio: es comunión real también con todos los hermanos y hermanas cuya vida ha sido arrancada de esta tierra, pero acogida por Dios. En Él todo vive y encuentra su pleno sentido.

Queridos hermanos, nos reconforta siempre la certeza de que la Santa Madre de Dios está con nosotros, nos asiste, nos guía hacia su Hijo, que es nuestra paz. Por su materna intercesión, rezo para que la paz vuelva cuanto antes a vuestra patria.

Os doy las gracias y os bendigo de corazón.

El otro día nos gustó mucho… [continúa en inglés] nos gustó mucho el canto del «Padre Nuestro» en ucraniano. Si queréis cantar para nosotros, podríamos cantar el «Padre Nuestro».

Cantan el «Padre Nuestro» en ucraniano.

Bendición del Santo Padre.