“El uso de la energía atómica es un crimen contra cualquier futuro posible”

La Cumbre del G7: Carta del Papa al Obispo de Hiroshima

Vatican Media

El Papa escribió una carta al obispo de Hiroshima, ciudad que acoge hasta el domingo la cumbre del G7 de las mayores economías del mundo:

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Carta del Papa

A Su Excelencia Reverendísima Alexis-Mitsuru Shirahama

Obispo de Hiroshima

Con motivo de la reunión de la cumbre del G7 en Hiroshima para debatir los acuciantes problemas a los que se enfrenta hoy la comunidad mundial, quisiera asegurarle mi cercanía espiritual y mis oraciones para que la cumbre sea fructífera. La elección de Hiroshima como sede de la reunión es particularmente significativa a la luz de la continua amenaza del uso de armas nucleares. Recuerdo la profunda impresión que me dejó una conmovedora visita al Memorial de la Paz durante mi viaje a Japón en 2019. Estando allí en oración silenciosa y pensando en las víctimas inocentes del ataque nuclear que tuvo lugar décadas antes, quise reiterar la firme convicción de la Santa Sede de que «el uso de la energía atómica con fines bélicos es, hoy más que nunca, un crimen, no sólo contra el hombre y su dignidad, sino contra cualquier posibilidad de futuro en nuestra casa común» (Discurso en el Memorial de la Paz, 24 de noviembre de 2019).

Es a ese futuro al que los hombres y mujeres responsables miran ahora con preocupación, especialmente tras la experiencia de una pandemia mundial y la persistencia de conflictos armados en varias regiones, incluida la devastadora guerra que se libra en suelo ucraniano. Los acontecimientos de los últimos años han puesto de manifiesto que sólo juntos, en fraternidad y solidaridad, nuestra familia humana puede tratar de curar las heridas y construir un mundo justo y pacífico.


En efecto, cada vez es más evidente que, en el mundo multipolar del siglo XXI, la búsqueda de la paz está estrechamente vinculada a la necesidad de seguridad y a la reflexión sobre los medios más eficaces para garantizarla. Esta reflexión debe tener necesariamente en cuenta el hecho de que la seguridad global debe ser integral, abarcando cuestiones como el acceso a los alimentos y al agua, el respeto del medio ambiente, la asistencia sanitaria, las fuentes de energía y la distribución equitativa de los bienes del mundo. Una concepción integral de la seguridad puede servir para reforzar el multilateralismo y la cooperación internacional entre actores gubernamentales y no gubernamentales, partiendo de la profunda interconexión de estas cuestiones, lo que hace necesario adoptar, conjuntamente, un enfoque de cooperación multilateral responsable.

Hiroshima, como «símbolo del recuerdo», proclama enérgicamente la inadecuación de las armas nucleares para responder eficazmente a las principales amenazas actuales a la paz y garantizar la seguridad nacional e internacional. No hay más que considerar el catastrófico impacto humanitario y medioambiental que tendría el uso de armas nucleares, así como el despilfarro y mal uso de recursos humanos y económicos que conlleva su producción. Tampoco debemos subestimar los efectos del persistente clima de miedo y recelo que genera su mera posesión, que socava el crecimiento de un clima de confianza mutua y diálogo. En este contexto, las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva representan un multiplicador de riesgos que sólo da una ilusión de paz.

Asegurando mis oraciones por usted y por quienes están confiados a su cuidado pastoral, me uno a la oración para que la Cumbre del G7 en Hiroshima demuestre una visión clarividente al sentar las bases de una paz duradera y de una seguridad estable y sostenible a largo plazo. Con gratitud por vuestro compromiso al servicio de la justicia y de la paz, os envío cordialmente mi bendición.

Roma, San Juan de Letrán, 19 de mayo de 2023

FRANCISCO