Raad Salam: El viaje del Papa a Irak, “muestra de una gran valentía”

Cristiano perseguido y refugiado político

Raad Naaman Viaje Papa
Raad Naaman © Fondazione Terra Santa

En una entrevista concedida a Ricardo Grzona, CEO de la Fundación Ramón Pané, Raad Salam Naaman, cristiano caldeo iraquí perseguido que vive en España como refugiado político, afirma que la decisión del Papa Francisco de visitar Irak fue una “muestra de una gran valentía”, y que el viaje tuvo “muchísimo significado y esperanza para todos los cristianos” y constituyó “un gran privilegio”.

Raad Salam Naaman, originario de Mosul, Irak, es un profesor, escritor, traductor e intérprete, cristiano católico caldeo de origen mesopotámico y refugiado político que actualmente reside con nacionalidad en España. Es doctor en Filología árabe, tiene estudios árabes islámicos y Ciencias Religiosas.

Nació en la ciudad en la ciudad de Nínive en 1959, fue educado en Basora, próxima a Ur de los Caldeos y al sur de Irak. Hizo el servicio militar en las guerras de Irán-Irak (1980- 1988) y la primera del Golfo en 1991. Ha sufrido numerosas persecuciones, maltratos, amenazas de muerte, ataques y secuestros, además del encarcelamiento, y la condena de muerte. Huyendo del radicalismo islámico llegó a Madrid en 1995, donde obtuvo asilo político.

A lo largo de esta entrevista, Naaman habla sobre el origen de los primeros cristianos en la región de Mesopotamia, la persecución religiosa ejercida por el islamismo radical, la importancia de la visita apostólica del Santo Padre a principios del mes de marzo, las diferencias entre Islam y Cristianismo y más temas.

A continuación, sigue la entrevista de Grzona a Raad en la que Exaudi realiza una de las preguntas.

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Ricardo Grzona: ¿Desde cuando los cristianos están en Irak?

Ricardo Grzona © Marisela Hasbun

Raad Salam Naaman: Irak es la antigua región de Mesopotamia, es la cuna de la civilización, ahí donde se encuentran el Tigris y el Éufrates. Ahí es donde, según el capítulo dos del Génesis, estaba el paraíso terrenal. Hoy en día es el infierno terrenal gracias al terrorismo islámico. Ahí es donde surgieron las primeras civilizaciones del mundo: Los sumerios, 4.000 años antes de Cristo, los acadios, la reina que construyó las ciudades de Nínive, Ur de los caldeos, Babilonia. Aparte es el pueblo del profeta Abrahán, 1.900 años a.C. Es el pueblo del rey Hammurabi, el escritor del primer Código Civil en la historia.

Según la tradición de la Iglesia, santo Tomás apóstol pasó por Mesopotamia para dirigirse a India, donde murió como mártir. Allí en Irak dejó a dos de sus discípulos: Addai y Mari. Ellos empezaron a predicar el cristianismo desde el primer siglo a los nativos. Allí se formaron congregaciones y comunidades desde el principio. Por lo tanto, nosotros somos los originales del país, los cristianos somos los descendientes de los antiguos mesopotámicos. Yo no soy ni árabe ni, como me decían aquí (en España) cuando vine al principio, que me presentaban como un antiguo musulmán converso del cristianismo. Mis antepasados son mucho más antiguos cristianos que los que hay en Occidente. Por tanto, nosotros somos los primeros cristianos, somos el fruto de las predicaciones de los primeros apóstoles de Jesús, somos fruto de las predicaciones de santo Tomás en Mesopotamia.

Por eso los musulmanes y árabes vinieron muchísimo más tarde a nuestra tierra, con las conquistas del segundo Califato ortodoxo de Omar. A Irak en el año 637, Damasco 638, Jerusalén 640, Egipto 641. Y se extendió el Islam en toda Mesopotamia y el norte de África por las conquistas, por la espada, obligando a la gente nativa, entre ellos los judíos y cristianos, a convertirse.

Cuando Omar llegó a esta tierra, dio a elegir a los cristianos, porque eran la mayoría, entre morir, convertirse o pagar el tributo, y esto según la Ley islámica. Nosotros somos descendientes de esos cristianos que pudieron pagar y conservar el cristianismo hasta hoy.

Allí en Irak nos comparaban, en el colegio y la universidad, el segundo Califato ortodoxo de Omar con el apóstol Pablo. Decían que gracias a Pablo se extendió el cristianismo por todo el mundo y gracias a Omar el Islam en toda Mesopotamia y norte de África. Yo, recién terminados mis estudios de Licenciatura de Estudios Árabes Islámicos, hice una tesina de 150 páginas tratando este tema. Afirmaba esto, sí, pero también que Pablo predicaba la paz, la armonía, la convivencia, las palabras del Señor, y precisamente fue asesinado, muerto mártir, por hacerlo. Pero el segundo Califato Ortodoxo conquistaba con la espada, obligando a la gente a convertirse. Por lo tanto, no se puede comparar. Omar fue asesinado por un esclavo suyo, de origen persa, como venganza por haber matado a toda su familia. No hay comparación.

En 1980, un familiar mío, muy rico y sabio, tenía una editorial. Quiso publicar mi tesina. Yo le di permiso. Después, unos radicales islamistas le quemaron vivo y dieron a su familia 48 horas para abandonar el país. Hoy en día están viviendo en Estados Unidos y no quieren saber nada de mí, claro, me echan la culpa por la muerte de su padre. Yo tuve que escaparme de la ciudad de Basora, cerca de Ur, a la Llanura de Nínive, a mi pueblo, cerca de donde ha estado el Papa. Durante tres meses, escondido en una habitación pequeña. Solamente un tío mío sabía dónde estaba, y me daba solo un plato de comida, hasta que mi padre, en paz descanse, llegó a un acuerdo con los fanáticos islámicos pagando muchísimo dinero y con el Gobierno para condenarme a seis meses de cárcel, con la condición de que me pegaran todo lo posible pero no me mataran. Y así fue.

Esta es la historia del cristianismo en Irak. Por eso, la gente se confunde entre los términos árabe, musulmán y los cristianos que nacimos aquí. No somos ni árabes ni musulmanes, sino mesopotámicos cristianos caldeos, y a mucha honra. Y nuestro nombre viene del recuerdo del Imperio de los caldeos de Babilonia, en el siglo VI antes de Cristo. Nos lo dio el Papa Julio III en el año 1553.

Otra rama es la Iglesia oriental asiria en recuerdo también del Imperio asirio, para distinguir entre los católicos caldeos, unidos a Roma, y los asirios nestorianos.

Ricardo Grzona: ¿Por qué se persigue a los cristianos?

Raad Salam Naaman: La persecución cristiana no es de hoy, es desde siempre, desde la llegada del Islam.

Ricardo Grzona: Viendo este panorama, el Papa Francisco, de una forma muy valiente, decide ir a Irak. ¿Cómo fue tomada esa visita por las personas iraquíes?

Raad Salam Naaman: Para mí ha sido una muestra de una gran valentía. Tiene muchísimo significado y esperanza para todos los cristianos. Hemos tomado su decisión con mucha alegría y esperanza. Además, es un gran privilegio que el Papa visite nuestra tierra. Da mucho ánimo a los cristianos para seguir aguantando y también reconoce lo que yo llamo genocidio de los cristianos en Irak.

Yo no quiero perder mis raíces cristianas en el país, no quiero que los cristianos lo abandonen. Fui perseguido y hasta condenado a muerte y no tuve más remedio que huir de allí. Afortunadamente y gracias a Dios vivo bien en España. Relativamente también, porque los cristianos lo estamos pasando un poco mal aquí.

La visita tiene un gran significado. Creo que el principal objetivo del Papa era animar a los cristianos en la persecución, darles fortaleza, aliento, y seguir en la fe cristiana, no perder la esperanza, que llegará un día la paz en esta tierra.

Para muchos, antes de que llegara el Papa, era como una Pascua, estaban orando todos. Unos familiares míos con los que hablé, algunos sacerdotes, me decían que tres días antes de la visita no podían dormir, porque tenían una sensación de alegría, esperanza, paz y armonía. ¡A ver si llega el Papa y se conocen nuestros orígenes, la persecución y nuestro sufrimiento en el país!

Ricardo Grzona: Ya ha pasado una semana desde el viaje apostólico, ¿qué discurso del Santo Padre crees que será más recordado por el pueblo?

Raad Salam Naaman: Todos, uno completa al otro, son importantes. El primero me gustó muchísimo, cuando habló de Abrahán. Es el padre de todas las religiones y de todos los profetas, amigo de Dios. Este es un punto de encuentro entre Judaísmo, Cristianismo e Islam. Y también la visita del Papa a Ur, que yo conozco muy bien, cerca de donde me he criado. Era una oportunidad de reconstruir toda esta zona. Hicieron ahí unas obras magníficas para la visita.

También habló de paz con toda valentía, de la persecución, del genocidio que están sufriendo los cristianos. Y no solamente habló de ellos, también de los yazidíes, y de los mandeos que viven allí. El Papa habló de toda esta persecución, de la corrupción que este país lleva muchos años. Hizo entender a los gobernantes que estaban maltratando a los ciudadanos cristianos. Hizo un llamamiento a la unión internacional, para reconocer la persecución cristiana en Irak, y apoyar a los cristianos perseguidos.

Me gustó mucho el primer discurso porque habló de muchos asuntos que nos preocupan profundamente. Habló de la emigración masiva de los cristianos de Irak. Mucha gente no lo sabe, pero en la época de Sadam Husein había casi dos millones de cristianos. A partir de la caída de su régimen en 2004, hoy quedan unos 200.000. Y estos no saben qué futuro les espera, están desesperados. El Papa les dio aliento y esperanza.

También habló de los cristianos que están en los países fronterizos con Irak: Siria, Líbano, Jordania. Les animó a volver a Irak. Aquí sí que yo pido protección para los que vuelvan, necesitan ayuda. Han perdido todo lo que tenían.

Y lo más importante, el Papa terminó su discurso diciendo que no se puede matar en el nombre de Dios, sea cual sea su nombre. No hay que utilizar su nombre para perseguir, maltratar o matar a otras personas.

En el discurso de Nínive con el clero, con el patriarca Luis Rafael I Sako, un gran hombre, le conozco de muy cerca, el Papa animó a seguir trabajando por la paz, sembrando la fe cristiana dentro de la comunidad. La labor de los sacerdotes aquí no tiene precio.

Es muy importante para mí la Misa que hizo el Papa en la Iglesia en Bagdad. Esta iglesia tiene mucha importancia, porque el 31 de octubre de 2010, un domingo, mientras había 160 fieles que solo estaban celebrando la Eucaristía, entraron cuatro fanáticos islámicos y volaron la iglesia dejando 60 muertos mártires y 80 heridos. Cuando vi las imágenes, me caían las lágrimas, porque aquel día me fui a Irak, jugándome la vida, para ayudar a los afectados. Incluso los hospitales no querían atender a los heridos cristianos del atentado, los rechazaban.

Ricardo Grzona: En las imágenes vimos a gente musulmana recibiendo al Pontífice y saludándole en las calles. ¿Lo hacían por curiosidad?

Raad Salam Naaman: No, no es curiosidad. Yo hablo de la ideología del Islam, pero hay muchísimos musulmanes que son buena gente, que quieren convivir en paz. A mí me ayudaron a escapar musulmanes, me salvaron la vida. Yo he sentido en mi país la espada siete veces en mi cuello y quienes me salvaron eran musulmanes.

No todos los musulmanes son malos. Si 1.600 millones de musulmanes fueran malos, “apaga y vámonos”. Hay también clases, y muchos chiís y suníes que aplican el Islam pero no creen en la Yihad (la Guerra Santa), que creen en la convivencia y la paz. Tengo muchísimos amigos musulmanes. Los que saludaban al Papa, algunos lo harían porque les salía del corazón, porque también están sufriendo. En Irak también hay musulmanes que han sufrido guerras y ataques.


Ricardo Grzona: El usuario Lester Antonio Zapata dice lo siguiente: Creo que en español distinguimos entre Islam de ideología y religión musulmana.

Raad Salam Naaman: Para mí, el Islam es un movimiento social y político. Hablo de la ideología, no de las personas. Tengo ocho libros escritos sobre esto. Según el Corán, gracias a Dios y a mi cabeza, que es muy grande y tengo mucho pelo, que conozco el libro de memoria, y la Biblia también, dice que Mahoma es el último profeta y el sello de todos los profetas, por tanto el Islam afirma que es el Mesías. Ellos no creen en Jesús como tal. Por eso nos llaman nazarenos, no cristianos.

Pasa lo mismo en el Judaísmo. Pero ellos son nuestras raíces, son antes que nosotros. Si ellos creyeran esto, se tendrían que convertir al cristianismo. Todavía están esperando al Mesías. Yo respeto a los musulmanes, la creencia de cualquiera.

Ricardo Grzona: Volviendo a los discursos del Papa, me di cuenta de que había palabras clave como amor, convivencia, fraternidad o perdón. ¿Cuáles de estas crees que la gente recordará más como palabra central del discurso?

Raad Salam Naaman: La primera que dijo es ‘amor’. ¿Por qué?, porque el cristianismo se identifica con el amor. La palabra se menciona en la Biblia 155 veces. En el Corán ninguna. Sinónimos sí, pero la palabra como tal no. La primera carta de san Juan dice que Dios es amor, y quien no ama no le conoce (1 Juan 4,8). El amor es clave de todo, y luego la paz, la armonía, la ayuda. Son las palabras clave que dijo el Papa. Son cosas que hay que aplicar para que haya convivencia.

Pero también hizo énfasis en el conocimiento de la región cristiana, invitó a los musulmanes a conocerla. Eso me recordó perfectamente al diálogo que tuvo san Francisco con el califa del momento (Malek al-Kamel) en 1219. Me recordó también al encuentro entre el Papa y al-Sistani. El califa era un tirano que incluso pagaba dinero a quien le trajera la cabeza de un cristiano, y san Francisco, con toda la valentía, fue a predicarle. Esto me llegó al corazón.

Exaudi: Francisco se reunió con el gran ayatolá Sayyid Ali Husaini Sistani, ¿qué sentido y relevancia tiene este encuentro para el diálogo interreligioso y el país?

Raad Salam Naaman: Al-Sistani es de los 10 líderes religiosos chiís más influyentes del mundo. Es de origen iraní y tiene millones de seguidores. Aunque la rama chií no llega al 15% del Islam, es poderoso, sobre todo en Irán e Irak. Es el que manda, el que gobierna.

Por eso su encuentro con el Papa tiene mucha importancia. El Santo Padre sabe lo que hace, y es muy humilde. Quiere dialogar con todos, como san Francisco, que iba a hablar con todo el mundo con toda valentía. También es significativo que le visitara en su casa. Es una muestra de que el cristianismo es una religión de paz, de diálogo y de convivencia. Interpreto el gesto papal como un mensaje de que el cristianismo es una religión de amor y humildad.

Ricardo Grzona: La siguiente pregunta es del usuario Hugo Flores: Se dice que el Corán menciona más a Jesucristo que a Mahoma. ¿Es cierto? También que el Islam respeta a la Virgen María. ¿Es verdad?

Raad Salam Naaman: Primero, el Corán es un libro de leyes, no cuenta la vida de Mahoma, como el Evangelio, que es la vida de Jesús. Se escribió 200 años después de su muerte. Tiene 114 suras (capítulos) con 6.236 versículos. Hay dos suras que hablan de la vida de Mahoma. La única mujer que menciona el Corán es María, la madre de Jesús. Hay una sura que tiene su mismo nombre.

Pero la historia de Jesús en el Corán es completamente diferente a la de la Biblia. Este es un tema demasiado largo como para simplificarlo aquí y ahora. El Corán sí les menciona, y respetan a María.

Ricardo Grzona: Pregunta del usuario Lester Antonio Zapata: Hoy en día los cristianos están muy polarizados. ¿Hay unión entre los cristianos en Irak? ¿Hay de procedencia protestante u ortodoxa allí? ¿Cómo es su diálogo?

Raad Salam Naaman: El cristianismo está en todo el mundo. Antes de dialogar con otras ideologías, lo que tenemos que hacer es encontrar una forma de diálogo y entendimiento entre todas las ramas del cristianismo.

Hoy día tampoco hay un enfrentamiento, guerras o violencia entre estas ramas. Hay muchas diferencias de dogma. En Irak también: Hay ortodoxos, nestorianos, jacobitas, coptos, armenios, protestantes… Pero la Iglesia más grande es la caldea, la católica, unida a Roma. Como estamos todos perseguidos, no hay ninguna diferencia. El Islam no diferencia entre estas ramas. Los cristianos estamos unidos para afrontar este genocidio a manos de los radicales musulmanes.

Ricardo Grzona: Pregunta del mismo usuario: ¿Podrías decir algo en común entre Cristianismo e Islam?

Raad Salam Naaman: El Islam es una realidad, existe, y tenemos que convivir con ella. El encuentro es, como dijo el Papa, por Abrahán. Aunque su historia en el Corán es diferente a la de la Biblia, es padre de los profetas para todas las religiones. Esa es la puerta para hablar con los musulmanes.

Ricardo Grzona: ¿Qué valores positivos transmite el Islam a sus fieles? Has dicho que hay gente buena entre ellos.

Raad Salam Naaman: El Islam no sólo son leyes, también es tradición. Los musulmanes la siembran desde que nacen. Crecen con estos valores. Las cosas positivas son el ayudarse entre ellos, el valor familiar, el gran respeto a los padres, abuelos y antepasados. Y defienden su religión, aunque sea mediante la violencia.

En el Islam también hay agnósticos y ateos. Pero incluso estos respetan su tradición y se enfadan si la atacas. Es algo que los cristianos hemos perdido hace muchos años. Esto es lo que tenemos que aprender del Islam, respetar nuestra tradición y nuestra fe, y defenderlas.

Ricardo Grzona: Nueva pregunta de Lester Antonio Zapata: ¿Cuáles son los retos más grandes de la Iglesia en Irak hoy en día?

Raad Salam Naaman: El enfrentamiento.

Ricardo Grzona: Como has dicho, los de Irak son los primeros cristianos. ¿Cómo podemos colaborar desde América con ellos que hoy están sufriendo el martirio en el país?

Raad Salam Naaman: Cuando me preguntan sobre cómo ayudar a los cristianos perseguidos, yo siempre digo que, cuando vino Jesús a la Tierra, fue para decir la verdad. Es lo que dijo a Pilato: “Para esto he venido al mundo, para decir la verdad”. Todos los cristianos podemos hacer esto, es decir, condenar el genocidio y la persecución, hablar de ello. No hablar por cortesía ni con rodeos, sino diciendo que verdaderamente los cristianos están muriendo a manos del radicalismo islámico, en nombre de Alá.

Mataron a mi padre, a mi tío, a 70 personas de mi familia, y ahora me queda familia por todos los lados, en Jordania, el Líbano, esperando poder salir. Estamos esperando que se diga la verdad, no hacer rodeos. Hemos sufrido de primera mano. Esto es lo que está pasando. Es lo primero.

Las ayudas morales son muy importantes para un cristiano. El cristiano perseguido que huye a un país occidental, cuando llega, necesita apoyo psicológico y espiritual. Necesita una acogida de los cristianos, en sus iglesias, que le animen a seguir. Porque una de las consecuencias de esta persecución es que pierda la fe, porque piense que ha estado solo, que nadie le ayudó. Y si encima huye y nadie le da apoyo ni cariño, pues pierde la fe.

Esto también lo podemos aprender de los musulmanes. Cuando emigran, las mezquitas y los imanes los acogen. Les ayudan económica y espiritualmente según el rito musulmán.

Cuando ahora hablan de ayudar a los cristianos perseguidos, siempre hablan de la ayuda económica. Yo personalmente siempre he dicho que estas son el tercer grado de importancia. Lo más importante es la ayuda espiritual y el ánimo.

Ricardo Grzona: ¿Te gustaría finalizar diciendo unas palabras de ánimo a los que vivimos tan lejos de Irak para que nos sintamos más hermanos?

Raad Salam Naaman: Los países occidentales y América ponen a todos los inmigrantes en el mismo saco. Cuando yo llegué a España, me decían “este es el moro, el musulmán”. Sacerdotes, incluso un obispo, me preguntaban que si yo era un musulmán converso. Yo les decía que era cristiano caldeo. Y se confundían. Y yo decía, ¿dónde está la cultura cristiana? El conocimiento es muy importante.

Yo creo que este es el principio del fin. Nosotros somos los primeros perseguidos. Pero la persecución no creas que termina en la frontera de Oriente. Vosotros vais a sufrirla también. Animo a todos los cristianos católicos y no católicos a conocer y diferenciar entre lo bueno y lo malo. Primero conocer nuestra religión y luego las otras ideologías y movimientos.

Y entender la persecución y aprender de los cristianos perseguidos porque no estáis lejos de la persecución, está llegando a nuestra casa. No solo del Islam, también de ideologías como comunismo, socialismo, ateísmo, buenismo…Por eso hay que aprender de los primeros perseguidos, de lo que hemos sufrido, para que se puedan enfrentar las otras persecuciones.