En la mañana del 9 de mayo de 2025, la Capilla Sixtina fue el escenario de un momento histórico: la primera Misa celebrada por el recién elegido Papa Leo XIV junto al Colegio de Cardenales. El eco de los cánticos sagrados y la majestuosidad de los frescos de Miguel Ángel enmarcaron una ceremonia que marca el inicio de un nuevo capítulo para la Iglesia Católica.

En su homilía, el Papa Leo XIV subrayó la importancia de la fe como fundamento de la unidad eclesial. «Estamos llamados a ser testigos de nuestra fe gozosa en Cristo Salvador», proclamó con voz firme, mirando a los Cardenales que participaron en el cónclave. El Pontífice enfatizó que donde falta la fe, la vida pierde su sentido, y animó a los presentes a vivir su vocación con un profundo sentido de misión y entrega.

El Papa destacó el simbolismo de la Capilla Sixtina, lugar donde los Cardenales, guiados por el Espíritu Santo, discernieron su elección. «Aquí, bajo la mirada del Juicio Final, hemos tomado una decisión que marca el rumbo de la Iglesia. No podemos olvidar que nuestra misión es ser luz para el mundo, reflejando el amor y la misericordia de Cristo», afirmó.

A lo largo de su discurso, Leo XIV invitó al Colegio Cardenalicio a renovar su compromiso con la evangelización, subrayando que «el mundo necesita el testimonio valiente de hombres de fe». Además, instó a no temer los desafíos contemporáneos, recordando que la Iglesia ha sido y será un faro de esperanza en medio de las adversidades.

El Papa también hizo referencia a los jóvenes, pidiendo a los Cardenales que sean cercanos a ellos y los guíen con el ejemplo. «La juventud necesita referentes que vivan con coherencia el Evangelio, que sean ejemplo de alegría y esperanza», señaló.

Con un gesto solemne, Leo XIV finalizó su homilía impartiendo una bendición especial a los presentes y a toda la Iglesia universal, pidiendo al Espíritu Santo que ilumine su camino en este nuevo periodo de servicio.

La primera Misa del Papa Leo XIV lanzó un mensaje claro y firme: la fe compartida es el cimiento sobre el cual se construye la unidad y la misión de la Iglesia.

Su llamado a la unidad, la evangelización y el compromiso con los más jóvenes marcan el inicio de una nueva etapa para la Iglesia, una etapa que promete estar profundamente arraigada en el Evangelio y en el testimonio valiente de la fe.

Libreto de la misa con los cardenales