La alegría del amor según el Papa Francisco

¿Cómo fundar la familia en la alegría del amor, irradiarla y asumirla como misión hoy?

(C) Vatican Media
(C) Vatican Media

Amoris Laetitia es la exhortación escrita por puño y letra de nuestro Papa Francisco, un eje de sus 10 años de pontificado. Nos recuerda que la familia es una “buena noticia” hoy día. Es su síntesis después de dos sínodos sobre el tema, con esta experiencia inauguró su pontificado que da la atmósfera a la Iglesia universal para vivir proceso sinodal de comunión, participación y misión.

Tuvimos la experiencia de participar en el X Encuentro Mundial de las Familia en Roma, en junio 2022, culminación de un año dedicado a Amoris Laetitia, ahí pudimos recibir múltiples propuestas de cómo vivirla.  Fue un intercambio pastoral donde laicos presentaron sus experiencias en múltiples ámbitos: preparación, primeros años, tercera edad, trasmisión de la fe, discernimiento, situaciones vulnerables, rupturas, complementación entre consagrados y laicos, educación en seminarios, corrientes del tiempo, demandas de la tecnología digital, caminos de santidad, aportes a la cultura… entre otras. Todo está disponible en la página del Dicasterio para Laicos, Familia y Vida para quien quiera buscar el cómo hacer vida esta buena noticia. Para nosotros uno de los elementos más significativos es la propuesta, petición del Papa Francisco de entregar a la Iglesia un nuevo itinerario catecumenal para el sacramento del matrimonio. Abarca toda la pastoral de la Iglesia y la formación de religiosos. Se trata de ayudar a los jóvenes a encontrar su “vocación” comenzando con una formación remota, acompañar esa vocación en su camino de desarrollo en la vida de la comunidad eclesial con diferentes hitos que marquen su progresión hasta llegar al sacramento del matrimonio. Se agrega un acompañamiento de los primeros cinco años de matrimonio. En este proceso participamos toda la comunidad tanto consagrados como matrimonios con experiencia y formación.

Hacer vida este anhelo del Papa tomará tiempo, cambio de metodología y un trabajo en equipo de todos para descubrir lo central del llamado, lo único de la vocación, esa alegría extraordinaria de descubrir que el Señor de mi vida, mi Dios que me ama, me regalo al otro y viceversa. Esa es la alegría fundante de nuestra vida en común, y el descubrirla nos regala realización, plenitud, nos da alas para soñar, fuerzas para superar las dificultades, constancia para crecer en lo necesario para construir el nosotros porque nos amamos, porque la felicidad del otro es lo que realmente nos importa. Porque en esa donación y acogimiento mutuo es dónde madura, se desarrolla, expande e irradia el verdadero amor que el sacramento va a elevar, a sanar y a santificar en forma eficaz por su gracia. Esta es la buena noticia que el Papa Francisco quiere que irradiemos para superar la sequía que hoy existe de parejas jóvenes en la Iglesia que quieran contraer matrimonio, este es el camino para lograr que haya permanencia en el tiempo y así revertir la fragilidad de las relaciones actuales. Sabiendo que Dios nos ama especial e individualmente regalándonos al otro, somos felices. Cultivando y haciendo crecer este amor por la gracia de Dios, nos realizaremos. Dando frutos de nuestro amor e irradiando esta alegría descubriremos nuestra principal misión de paternidad y maternidad fundada en la alegría de nuestro amor conyugal.


Luis Jensen y Pilar Escudero

Instituto de Familias de Schoenstatt y colaboradores de la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos