20 junio, 2025

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La Iglesia del futuro: esperanza, purificación y la fidelidad de los pequeños

Tras la muerte del Papa Francisco, la Iglesia se asoma a un futuro de purificación, esperanza y renovación espiritual.

La Iglesia del futuro: esperanza, purificación y la fidelidad de los pequeños

La Iglesia Católica atraviesa un momento histórico particularmente delicado y a la vez providencial. El fallecimiento del Papa Francisco ha marcado el corazón de los fieles de todo el mundo. Su pontificado, lleno de gestos proféticos y llamados a la misericordia, al cuidado de los pobres y a una Iglesia en salida, ha dejado una profunda huella en nuestro tiempo.

Ahora, en la antesala de un nuevo cónclave, muchos católicos se preguntan hacia dónde camina la Iglesia. ¿Qué rostro tendrá el nuevo Papa? ¿Qué desafíos deberá afrontar? ¿Cómo prepararnos, como pueblo de Dios, para este tiempo de transición y esperanza?

Las reflexiones que Mons. Juan Antonio Reig Pla y Albert Cortina comparten en la serie El mundo que se avecina, bajo el título “La Iglesia del futuro”, son especialmente iluminadoras en este contexto. Inspiradas en el discurso profético que un joven Joseph Ratzinger (futuro Benedicto XVI) pronunció en 1969, estas conversaciones nos ayudan a mirar con fe el presente y el porvenir.

1. La visión de Benedicto XVI: una Iglesia más pura y centrada en Cristo

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En este primer episodio, Mons. Reig Pla recuerda cómo Ratzinger anticipó una Iglesia más pequeña, más humilde, liberada de estructuras innecesarias, pero más fervorosa, más espiritual. Lo que parecía una predicción para un futuro lejano, se ha convertido en una descripción precisa del momento que vivimos: crisis de fe, confusión doctrinal, secularización, escándalos… pero también brotes nuevos de vida, de santidad, de fidelidad.

Esta purificación no es un castigo, sino una oportunidad. El Espíritu Santo está preparando algo nuevo. El próximo cónclave no es solo una elección humana, es un acontecimiento espiritual. Y como Iglesia, estamos llamados a vivirlo desde la oración, la penitencia y la confianza en Dios.

2. La Iglesia de los pequeños: esperanza en medio del caos

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Lejos de los grandes poderes del mundo, la verdadera renovación eclesial viene de abajo, del pueblo fiel, de los que buscan la santidad en la vida ordinaria. La Iglesia del futuro será, como decían Reig Pla y Cortina, la Iglesia de los pequeños, de los pobres de espíritu, de quienes viven su fe con sencillez, sin estridencias.

En esta hora de luto y transición, necesitamos comunidades que vivan la fe en clave de esperanza, que no se escandalicen de la Cruz, sino que vean en ella el camino seguro hacia la Resurrección. Participar en los Sacramentos, formar hogares cristianos, vivir en comunión… ahí se construye la Iglesia del mañana.

3. Sardes o Filadelfia: una Iglesia que escucha al Espíritu

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El Apocalipsis sigue hablándonos hoy: «Tienes nombre de que vives, pero estás muerto» (Ap 3,1). Esta es la advertencia a la Iglesia de Sardes. ¿Nos describe a nosotros? ¿O seremos como la Iglesia de Filadelfia, pequeña y débil, pero fiel?

El Espíritu Santo sigue soplando y llamando a la conversión. El próximo Papa, más que un reformador externo, deberá ser un hombre de Dios, capaz de guiar a la Iglesia hacia una renovación interior profunda. Y nosotros, como laicos, religiosos y sacerdotes, no podemos delegar toda la esperanza en él: somos también parte viva de este cuerpo que sufre y se regenera.

Entre el duelo y el nuevo Pentecostés
En medio del duelo por la partida del Papa Francisco y la expectativa del cónclave, necesitamos levantar la mirada con fe. No estamos solos. El Espíritu Santo, que guió a la Iglesia en tiempos mucho más oscuros, volverá a soplar. Quizás estamos a las puertas de un nuevo Pentecostés, de una efusión de gracia que transforme los corazones y renueve el rostro de la Iglesia.

Que María, Madre de la Iglesia, nos acompañe en este tiempo decisivo.

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HM Televisión surge en el 2001 en el seno de la Fundación EUK Mamie, entidad no lucrativa para la gestión de los medios de comunicación, fruto del deseo del Hogar de la Madre de colaborar en la Nueva Evangelización. Responde a la llamada del Papa Juan Pablo II a usar el potencial de los medios de comunicación social para proclamar el mensaje evangélico, dirigiendo sus contenidos a jóvenes, familias y niños, para transmitir un mensaje bajo el lema: "Ayer, hoy y siempre, la Verdad"