La Virgen de Fátima

Todos estamos llamados a hacer cosas grandes

Virgen de Fátima
Virgen de Fátima © Cathopic. Adora Comunicaçao

El sacerdote Rafael Mosteyrín ofrece un artículo sobre la Virgen de Fátima, cuya celebración tiene lugar cada 13 de mayo para recordar su primera aparición en Cova da Iria, Portugal, en 1917.

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El 13 de octubre de 1917, en una aldea de Portugal, miles y miles de personas contemplaron, asombradas, un prodigio en el Cielo. Había estado lloviendo durante toda la mañana, pero de repente el sol brilló fuertemente. Acto seguido se convirtió en un disco de plata, rodeado de una corona. Luego tembló, dio vueltas sobre sí mismo, como una rueda de fuego. Y proyectó luces de color verde, rojo, azul y naranja. El fenómeno se repitió tres veces. Al final el sol zigzagueó y parecía que avanzaba hacia la tierra. Cuando ya estaba muy cerca de la multitud –que llena de miedo había caído de rodillas- se detuvo repentinamente. Se alejó tal y como se había acercado, y se colocó otra vez en su lugar en el Cielo.

Todo esto fue el milagro anunciado por la Virgen María, para que todo el mundo creyera, desde seis meses antes. ¿Cómo había empezado todo aquello?


En mayo de 1917 Europa el mundo sufría la Primera Guerra Mundial. 105 años después se repite de nuevo la guerra. El día 13, tres niños pastores van con sus padres a Misa. Después llevan sus ovejas a un prado. Allí les deslumbra una luz brillantísima. Se asustan al ver una hermosa Señora. Es muy joven, de unos dieciocho años, bellísima y sonriente. Aunque en su rostro se adivina un poco de tristeza. Les dice que es del Cielo. Pide que vuelvan a reunirse allí, cada día 13, durante seis veces seguidas. En esas apariciones es explica cómo lograr la paz en el mundo, a través de la oración y las buenas obras. En concreto pide la consagración de Rusia, a su Corazón Inmaculado, y la Comunión reparadora de los primeros sábados. Si se escuchan sus peticiones Rusia se convertirá, y se tendrá la paz. 105 años después nos encontramos en una situación similar. Si rezamos, y procuramos ser coherentes con nuestra fe, la Virgen de Fátima logrará la paz del mundo.

La Virgen María nos ha transmitido un mensaje muy claro e importante. Pero, ¿Por qué escogió a tres niños, pastores y analfabetos, para que lo difundieran? ¿No hubiera sido mejor encargárselo directamente al Papa, o a alguien famoso, poderoso, sabio o rico? Una vez más vemos el protagonismo que se espera de cada uno. Todos estamos llamados a hacer cosas grandes. Dios siempre da su gracia y confía más en los más humildes, en los niños, o en los que se hacen como niños. Es decir, que son agradecidos y tienen una fe grande.