15 junio, 2025

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Las Cuatro Estaciones de Tu Vida: Mucho Más Que Música

Vivaldi nos regaló una obra eterna, pero hoy quiero hablarte de las estaciones que marcan tu propia existencia

Las Cuatro Estaciones de Tu Vida: Mucho Más Que Música
Alekon pictures . Unsplash

Cuando hablamos de Las Cuatro Estaciones, muchos pensamos enseguida en Vivaldi, el gran compositor italiano que hace más de 250 años creó una de las piezas más famosas de la historia de la música: Primavera, Verano, Otoño e Invierno. Su obra sigue viva hoy, sonando en conciertos, películas y eventos en todo el mundo.

Pero hoy quiero proponerte un cambio de perspectiva: hablarte de otras cuatro estaciones. No son piezas musicales ni partituras, sino los tiempos que atraviesan nuestra vida, esos momentos que nos transforman.

Se cuenta que un hombre, dueño de un enorme terreno, dudaba si conservarlo o venderlo. Para tomar una decisión, llevó a sus cuatro hijos a recorrerlo, pero en distintas estaciones del año.

  • El primero, visitó el terreno en invierno. Todo estaba frío, nevado, húmedo, sin frutos. Su consejo fue: “Véndelo, papá. No sirve para nada”.

  • El segundo, lo recorrió en primavera. Aunque no había frutos aún, el verde, las flores y el canto de los pájaros llenaban el paisaje de esperanza. Este hijo le dijo: “Papá, quizá deberías pensarlo mejor”.

  • El tercero, visitó el terreno en verano. A pesar del calor sofocante, encontró árboles cargados de manzanas y peras, pastos altos y sombra fresca. Su respuesta fue clara: “Papá, quédatelo. Mira cuántos frutos da”.

  • El cuarto, en otoño, vio las hojas cambiar de color, caer y cubrir el suelo, creando un espectáculo de belleza serena. Él también aconsejó conservarlo: “Papá, no hay frutos, pero qué maravilla de paisaje”.

El padre entonces reunió a sus hijos y les dijo: “Hijos míos, era el mismo terreno. Solo lo vieron en diferentes estaciones.”

Así es nuestra vida

Todos, sin excepción, pasamos por primaveras, veranos, otoños e inviernos. A veces vivimos inviernos fríos, de soledad, de tristeza, de enfermedad, de pérdidas. Momentos donde parece que no hay frutos ni esperanza. Pero no lo olvides: tras el invierno, siempre llega la primavera.

La primavera trae brotes de esperanza, sueños nuevos, ilusiones renovadas. Luego llega el verano, donde vemos los frutos de nuestro esfuerzo: hijos, nietos, proyectos, trabajos cumplidos. Después, el otoño nos invita a mirar atrás, agradecer y contemplar la belleza de todo lo vivido.

Y sí, a veces vuelve el invierno. Enfermedades, pérdidas inesperadas, dolores que nos sacuden. Pero recuerda: las estaciones son cíclicas. No te desesperes ni juzgues tu vida solo por una mala temporada. Vendrán nuevos comienzos, nuevas primaveras.

No todos vivimos las estaciones en bloques de veinte años. Algunos experimentan varias estaciones en un mismo año, o incluso en un mismo mes. La vida da vueltas inesperadas.

Conozco historias de personas que vivieron décadas de verano y primavera hasta que, de repente, una tragedia los sumió en un invierno feroz. Y también historias de quienes nacieron en el dolor, en la discapacidad o la pobreza, y han sido abrazados por la esperanza y el amor de Dios desde el primer momento.

Por eso, nadie debe llamarse completamente feliz o completamente desgraciado hasta el final de su vida. La vida es una montaña rusa de estaciones, y lo importante no es evitar el invierno, sino saber que no será eterno.

Piensa en San Juan Pablo II, que vivió de todo: juventud feliz, guerras, persecuciones, enfermedades, y aún así supo mantenerse firme en su fe, en su esperanza, en su amor.

Hoy te invito a ver tu vida como ese terreno: a veces desolado, a veces lleno de frutos, a veces cubierto de belleza, a veces de tristeza. Pero siempre valioso.

No juzgues tu vida por una sola estación. Espera, confía, trabaja y ama. Porque tras cada invierno, Dios prepara para ti una nueva primavera.

P Angel Espinosa de los Monteros

El Padre Ángel Espinosa de los Monteros ha impartido más de 4,000 conferencias sobre matrimonio, valores familiares y espiritualidad en diferentes ciudades de México, Estados Unidos, Francia, Italia, España y Sudamérica. Ha atendido a cientos de matrimonios ofreciendo consejos y programas de crecimiento conyugal y familiar. Es autor del libro «El anillo es para siempre», traducido a diferentes lenguas y a partir de las cuales ha dictado más de 20 títulos de conferencias. Actualmente se dedica de tiempo completo a impartir conferencias y renovaciones matrimoniales en 20 países del mundo.