México: Obispos a favor de mujer y vida

Tras despenalización del aborto en el país

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Emabarazo © Pixabay

“A favor de la mujer y de la vida” es el título del comunicado emitido por los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) frente a la resolución de la suprema corte de justicia de la nación sobre la despenalización del aborto en México, el 7 de septiembre de 2021.

La nota explica como “la Corte sostuvo –entre otras cosas– que es inconstitucional la tipificación del delito de aborto “autoprocurado o consentido” mismo que establecía una pena de 1 a 3 años a la mujer que voluntariamente practicara su aborto o a quien la hiciere abortar con el consentimiento de aquella”. En el mismo sentido, “extendió la invalidez a la sanción establecida para el personal sanitario que asistiera a un aborto voluntario, así como a la penalización del aborto que se practique dentro de las 12 semanas de gestación en caso de violación o inseminación artificial o implantación indebida”.

“Con dolor y consternación”, los prelados consideran “que es imprescindible que todos los actores sociales –fuera de un clima de polarización ideológica y sin apegos a posiciones políticas– nos involucremos en una nueva y profunda reflexión que nos permita encontrar un camino común de solución a un problema multidimensional y multifactorial como el que nos ocupa” y ofrecen “algunas líneas de reflexión que sirvan para orientar la conciencia de todos los fieles y personas de buena voluntad”.

A favor de la mujer y a favor del derecho a la vida

El mensaje señala que “ninguna mujer debe verse orillada a tomar la dramática decisión de recurrir a la práctica del aborto, situación que en un gran número de casos deja una profunda secuela de dolor”. En este sentido, los pastores  son “conscientes que la cárcel no es una solución a la problemática de la mujer que aborta y más bien puede ocasionar su revictimización”.

De este modo, “la Iglesia refrenda un compromiso decidido y activo con aquellas iniciativas, programas y proyectos que busquen ofrecer los medios necesarios para que las mujeres construyan un proyecto de vida digno, de acuerdo con sus legítimas aspiraciones y se involucren activamente en todos los espacios”.

Por otra parte, la Iglesia, “Madre de todos los seres humanos, incluyendo al ya concebido, pero aun no nacido, también debe proteger –por todos los medios lícitos– su dignidad fundamental como creación de Dios (cf. Sal 139,14-18) y asegurar que su derecho a la vida no se condicione, se discrimine o quede sujeto a la voluntad o decisión de un tercero. Este camino, tampoco constituye una alternativa de solución”.

Asimismo, los prelados lamentan” profundamente que frente a la aparente disyuntiva sobre no criminalizar a la mujer que aborta y preservar la vida del concebido no nacido, la Corte haya optado por descartar al segundo, sin buscar la salvaguarda de ambos”


En este sentido, “más allá de las consecuencias jurídicas del fondo del fallo, la resolución de la Corte realiza un peligroso y desproporcionado contraste entre el contenido y límites de lo que denomina “derecho de la mujer a decidir” frente a ‘la protección constitucional del nasciturus’”, añaden.

El comunicado advierte “con grave preocupación que los razonamientos empleados se sustentan en parámetros de interpretación que –bajo la apariencia de progresividad– se traducen en la ‘constitucionalización del derecho a decidir’ –tal y como lo señala el proyecto de resolución– desconociendo otros bienes jurídicos de igual jerarquía, cuyo valor intrínseco es independiente de las creencias religiosas o convicciones de cada persona”.

Asimismo, la ambigüedad del planteamiento ofrecido, “implica indefectiblemente la discriminación del ser humano por razón de su etapa de gestación colocando al concebido no nacido como si fuese un bien jurídico del que se pueda disponer si se encuentra en un ‘breve período cercano al inicio del proceso de gestación” y dejando al arbitrio de un tercero, si continúa viviendo o no”.

Caminar juntos en favor de la dignidad humana

Finalmente, los obispos destacan que “vivimos en una época de grandes desafíos sociales y, como dijo el Papa Francisco, de ‘patologías sociales más amplias como la visión distorsionada de la persona, una mirada que ignora su dignidad […] que fomenta una cultura del descarte’ (Audiencia General, 12 de agosto de 2020)”, lo cual “nos exige caminar juntos en favor del bien común, de la dignidad humana y de los derechos fundamentales de todas las personas, sea cual sea su condición”.

La materia del debate sostenido en la Suprema Corte en días “merece un renovado compromiso de todos los actores políticos, de la comunidad académica, de las iglesias y de las organizaciones civiles para garantizar la protección de las mujeres en toda circunstancia, gestando o no, al tiempo que se respete el derecho humano a la vida tanto de la madre como del concebido aún no nacido”.

Para ello, la Dimensión Episcopal de Vida, “ofrecerá en el curso de los próximos días y semanas, algunos subsidios que ofrezcan criterios técnicos para el análisis y la construcción de propuestas y acciones”, se lee en el texto.