Monseñor Mokrzycki: Aún es primavera en Iglesia de Ucrania

30ª aniversario de estructuras de la Iglesia ucraniana

primavera Iglesia Ucrania
Mons. Mieczysław Mokrzycki © Echo Katolickie

Hoy la Iglesia de Ucrania se enfrenta a muchos problemas, pero no faltan motivos de alegría: “Todavía es primavera en nuestra Iglesia porque hemos recuperado muchas iglesias y también se están construyendo otras nuevas. Hemos ordenado nuevos sacerdotes. También tenemos la posibilidad de crear más parroquias”, dijo monseñor Mieczyslaw Mokrzycki, antiguo secretario personal de Juan Pablo II, en una entrevista para el semanario Echo Katolickie.

30ª aniversario de estructuras de la Iglesia local

Este año se cumple el 30º aniversario de la renovación de las estructuras de la Iglesia ucraniana. Hay siete diócesis, tres seminarios mayores y tres institutos teológicos. Los primeros fundadores de las comunidades, especialmente en la archidiócesis de Lviv, fueron polacos, que permanecieron allí y transmitieron la fe de generación en generación. Hoy, las proporciones étnicas han cambiado a favor de otras naciones.

Como señaló el arzobispo Mieczyslaw Mokrzycki, la progresiva secularización es un grave problema para la Iglesia en Ucrania. “Debido a la facilidad con la que se puede establecer contacto a través de Internet y del teléfono, el espíritu de laicización también está llegando a Ucrania. Los jóvenes, que buscan una vida más fácil, se van a Europa. La autoridad de los profesores y los padres está disminuyendo porque la influencia de la secularización también se está extendiendo. Asimismo, la demografía está disminuyendo y, en consecuencia, hay menos vocaciones, aunque el porcentaje de vocaciones sigue siendo bastante alto”, señala el Ordinario de Lviv. “Hay que poner mucho empeño en luchar contra la laicización, y cuidar a los niños y a los jóvenes, indicándoles los verdaderos valores que ayuden a formar bien su personalidad y su carácter, para que no pierdan, como decía san Juan Pablo II, su vida, que es única y para la eternidad”, recordó el arzobispo.

Guerra en Ucrania

Uno de los problemas más graves de Ucrania es la guerra que se libra en el este del país. El arzobispo Mokrzycki dijo a Echo Katolickie que “muchos jóvenes del oeste de Ucrania son llamados al servicio militar. Cada semana mueren tres o cuatro soldados (entre ellos muchos de Ucrania occidental). Esto causa un gran dolor y pérdida en cada familia, para la Iglesia y el Estado”. “Intentamos estar cerca de las personas que han perdido a un ser querido en la guerra, ayudando materialmente y atendiendo a la familia del fallecido, consolándola”, subrayó el arzobispo Mokrzycki.


La Iglesia ucraniana también se enfrenta a problemas económicos, que a menudo obligan al marido o a la mujer a abandonar la familia. Esto, a su vez, tiene muchas consecuencias patológicas, que afectan negativamente a la educación de las jóvenes generaciones.

Papel de la Iglesia

A pesar de las dificultades y los problemas, la Iglesia en Ucrania desempeña un papel importante. Mucha gente aprecia la liturgia católica, la falta de implicación en la política, la oportunidad de profundizar en su fe y de aprender más sobre la Iglesia. El arzobispo está satisfecho con la labor de evangelización y con el hecho de que esté ayudando a muchas personas a encontrar su camino hacia la Iglesia.

En la entrevista con Echo Katolickie, el arzobispo Mieczyslaw Mokrzycki también expresó su satisfacción por el renacimiento de la veneración a San Juan Pablo II, conocido y muy apreciado por los ucranianos. “En muchas de nuestras parroquias hay ahora monumentos que lo representan, iglesias puestas bajo su nombre y hay parques, calles y plazas de la ciudad que llevan su nombre. También he regalado muchas reliquias a nuestras comunidades en Ucrania. La gente trata a San Juan Pablo II como su intercesor, es el patrón de los matrimonios y de los jóvenes. Todas sus enseñanzas nos ayudan en nuestra formación espiritual”, dijo el arzobispo Mokrzycki.

El actual arzobispo metropolitano de Lviv fue secretario personal del Papa polaco de 1996 a 2005 y, tras su muerte, sirvió al Papa Benedicto XVI. Ha sido el Metropolitano de Lviv durante casi 13 años. El arzobispo Mokrzycki ha estado vinculado a la archidiócesis de Lviv desde sus primeros años. Nació en su territorio y creció allí. Después de la guerra, 30 parroquias de esta archidiócesis permanecieron en suelo polaco.