El segundo día de las «Charlas cuaresmales» en la parroquia San Cosme y San Damián de Burgos se centró en los sucesos del Jueves Santo, un día crucial en la Semana Santa. Durante esta charla, se reflexionó sobre la Última Cena de Jesús con sus discípulos, un evento descrito en el Evangelio de San Marcos.

La Preparación de la Pascua

Jesús envió a dos de sus discípulos a preparar la cena de Pascua en una habitación en Jerusalén. Según las instrucciones de Jesús, encontraron un hombre con un cántaro de agua, quien los guió hasta la casa donde se celebraría la cena. Esta preparación simboliza la providencia divina y la confianza de los discípulos en las indicaciones de Jesús.

La Última Cena

Durante la cena, Jesús anunció que uno de sus discípulos lo traicionaría, lo que causó tristeza y confusión entre ellos. Luego, tomó el pan y el vino, los bendijo y los compartió con sus discípulos, instituyendo así la Eucaristía. Este acto es el núcleo de la fe cristiana, representando el sacrificio de Jesús por la humanidad.

La Entrega de Jesús

La charla destacó la entrega total de Jesús, quien, a pesar de saber que sería traicionado y crucificado, no huyó ni se defendió. Este acto de amor incondicional es un ejemplo de cómo el amor puede transformar el mal y el sufrimiento en redención y salvación.

La Importancia de la Eucaristía

La Eucaristía es el centro de la vida cristiana, recordando y reviviendo el sacrificio de Jesús. La charla subrayó la importancia de participar activamente en la misa, no solo como un acto de adoración, sino como una unión con Cristo y una transformación personal.

La Causalidad del Amor

Se exploró la idea de la «causalidad del amor», donde el amor de Dios es la fuerza más poderosa y transformadora. Este amor no se impone, sino que se ofrece libremente, invitando a los creyentes a responder con sus propias vidas.

La Participación en la Misa

La charla concluyó con una invitación a participar plenamente en la misa, reconociendo su importancia como el centro de la existencia cristiana. La Eucaristía no es solo un símbolo, sino una realidad viva que transforma y da sentido a la vida de los creyentes.

Primer día: Pascua o Nada: El Corazón de la Fe Cristiana

Segundo día: Morir al Yo, Nacer al Amor