Rybné námestie, símbolo de cooperación entre judíos y cristianos

Encuentro con la comunidad judía eslovaca

cooperación cristianos y judíos
Encuentro con la comunidad judía en Bratislava, 13 septiembre 2021 © Vatican Media

En torno a las 16:45 horas de hoy, 13 de septiembre de 2021 el Papa Francisco ha participado en un encuentro con la comunidad judía en la plaza Rybné námestie de Bratislava, Eslovaquia, y el presidente de la Unión Central de Comunidades Religiosas Judías ha deseado que dicho espacio “transmita el mensaje de la cooperación entre cristianos y judíos”. de la cooperación entre cristianos y judíos

Plaza Rybné námestie

cooperación cristianos y judíosLa plaza Rybné námestie está situada en el corazón del casco antiguo de Bratislava, junto a la catedral de San Martín. Aquí se encontraba la sinagoga Neolog, demolida en 1969 por el gobierno comunista, junto con todo el gueto, para dar paso al puente del Levantamiento Nacional Eslovaco, también conocido como Puente Nuevo. La comunidad judía que lo frecuentaba se había fundado en 1871. La sinagoga, construida en 1893, era de estilo morisco, tenía dos torres octogonales con cúpulas de cebolla y sobrevivió indemne a la Segunda Guerra Mundial.

Hoy en día, la plaza está conmemorada por el Memorial del Holocausto, concebido como un lugar de recuerdo público, donde se entrelazan la memoria de la Shoah, que costó la vida a 105.000 judíos de Eslovaquia, y el recuerdo de la sinagoga Neolog. El monumento consta de un muro negro, en el que se reproduce el contorno de la sinagoga, creado por el arquitecto Peter Zalman en 1995, y de una escultura abstracta de bronce de cinco metros de altura con una estrella de David en la parte superior, obra del artista eslovaco Milan Lukáč, colocada sobre una plataforma de granito negro en la que están grabadas las palabras Zachor (“Recuerda” en hebreo) y “Pamätaj” (“Recuerda” en eslovaco).

Bratislava ha sido un importante centro de vida judía durante siglos, pero de los más de 15.000 judíos que vivían en la ciudad en 1940, sólo unos 3.500 sobrevivieron al Holocausto. Tras la II Guerra Mundial, gran parte del patrimonio arquitectónico judío fue destruido y los judíos que consiguieron regresar se encontraron con la indiferencia y la hostilidad. Solo los cambios políticos que siguieron a la caída del comunismo en 1989 propiciaron un renacimiento de la vida judía y hoy una comunidad muy activa promueve actividades religiosas, culturales, educativas y sociales.

Día histórico

El Santo Padre fue recibido en dicha plaza por Richard Dudarev, presidente de la Unión Central de Comunidades Religiosas Judías de la República Eslovaca, quien también ha emitido un breve saludo de bienvenida al Pontífice.

Duradev explicó que, para la comunidad judía de Eslovaquia, “hoy es un punto de inflexión, un momento histórico, porque sus pasos como Pontífice le han traído a este lugar de recuerdo de las vidas perdidas de miles de miembros de nuestra comunidad. Apreciamos mucho este gesto”, recordando que los “errores del pasado no deben olvidarse para que no se repitan nunca más”. Y ha deseado que la consabida plaza sea “lugar también transmita el mensaje de la cooperación entre cristianos y judíos”.

Asimismo, ha destacado cómo el amor al prójimo “ocupa un lugar central en el cristianismo y también en el judaísmo”, el amor  “elimina las fronteras, elimina los motivos de fricción, supera los conflictos”. Como ejemplo puso su matrimonio,  una pareja judeo-cristiana indisoluble” durante más de 30 años: “Nuestra relación es un pequeño universo regido por la estima mutua, el respeto y la comprensión. Estoy convencido de que unas relaciones familiares armoniosas son capaces de garantizar la estabilidad de la sociedad en todo el mundo”.

Superviviente del holocausto

Después, se ha escuchado el testimonio del Prof. Lang, superviviente del holocausto, “de la generación que sobrevivió porque hubo hombres valientes que no capitularon ante el mal y, arriesgando sus propias vidas, nos escondieron allí hasta la liberación”.

Su familia fue destruida por la ley antijudía, tanto su padre como su madre desparecieron en los convoyes que recogían a los judíos. El, cuando enfermó, fue llevado al hospital, donde las valientes enfermeras protegían a los niños escribiendo los nombres de las enfermedades infecciosas en la puerta del pabellón, ahuyentando a los hombres armados de entrar.

El profesor se lamenta porque le hubiese gustado agradecerle a la enfermera que le salvó tras un bombardeo: “A través de mí y de nuestro matrimonio, que ya dura 55 años, ella ha dado la oportunidad de nacer a nuestros dos hijos y seis nietos”.


Finalmente, resaltó que tras dedicarse al estudio de la historia de la Shoah ha localizado el nombre del entonces encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica en Eslovaquia, monseñor Giuseppe Burzio, “que intentó incansablemente frenar el antisemitismo del régimen mortífero de la época”, mientras ningún político eslovaco se opuso entonces abiertamente a ese régimen”.

Hermanas ursulinas salvaron vidas

cooperación cristianos y judíosPor su parte, sor Samuela, habló sobre sus hermanas ursulinas que durante la persecución judía del siglo XX abrieron sus puertas a estas personas. Existen noticias de que las hermanas fueron evacuadas de Bratislava a un castillo que les ofreció el obispo Ondrej Škrabík y allí se ocuparon de un grupo de niños: “Entre ellos había también niños judíos, lo que sabemos por un superviviente, el Sr. Thomas Frankl”, quién se lo contó.

Otro de los muchos casos, es el testimonio es el de Gabriella Karin, artista residente en Los Ángeles, y el de Erika Brániková, que vive en Bratislava, ambas alumnas del Colegio de las Hermanas Ursulinas en el centro de la capital eslovaca. En la escuela se escondieron junto a otras chicas judías. Sus padres iban todos los días a visitarlas, hasta que encontraron un escondite para toda la familia o alguien les ayudó a escapar de Bratislava.

Por otro lado, sor Samuela se refirió a como hoy en día existe “una viva colaboración judeo-cristiana en Eslovaquia”, Entre los altos representantes, las instituciones educativas, los expertos de la Biblia, pero también entre personas de la vida cotidiana. “Estamos especialmente agradecidas por los proyectos educativos para jóvenes, a través de los cuales los profesores de nuestras escuelas intentan sensibilizar a la generación actual para que conozca y perciba más profundamente el patrimonio cultural judío en Eslovaquia. Al mismo tiempo, queremos transmitir a los jóvenes una fe viva en Dios, que se manifiesta en la vida cotidiana a través del amor al prójimo”. “Las personas que han vivido aquí antes que nosotros son testigos de que este amor es posible”, añadió.

Discurso del Santo Padre

cooperación cristianos y judíosSeguidamente, Francisco pronunció su discurso, resaltando que “para algunos de ustedes, este Memorial de la Shoah es el único lugar donde pueden honrar la memoria de sus seres queridos. También yo me uno a ustedes. Sobre el Memorial está escrito en hebreo ‘Zachor’: ‘Recuerda’. La memoria no puede y no debe dejar lugar al olvido, porque no habrá un amanecer en el que perdure la fraternidad si antes no se han compartido y disipado las oscuridades de la noche” (…). “Estamos unidos —lo repito— en la condena de toda violencia, de toda forma de antisemitismo, y en el esfuerzo para que la imagen de Dios en la persona humana no sea profanada”, añadió.

Después tuvo lugar el rezo conjunto del salmo, “Dios lleno de compasión”, oración hebraica por difunto que se reza en los funerales y cuando se visitan las tumbas de los difuntos, y un momento de silencio. Finalmente, el Papa saludó a personas congregadas, haciéndoles entrega de un Rosario.

Regalo del Santo Padre

Fabricado por el maestro Giacomo Cusumano en el marco de la moderna producción de cerámica artística de Caltagirone, este particular plato fangotto se utilizaba en las mesas de las antiguas familias sicilianas como plato único, “para compartir”.

Hasta las primeras décadas del siglo XX, el fangotto era un objeto común en los hogares sicilianos, pero ahora que ya no cumple su función original, los artesanos de Caltagirone lo han convertido en un objeto decorativo con refinadas decoraciones.

Considerada entre las más famosas del mundo, la cerámica artística de Caltagirone tiene orígenes muy antiguos, ya que ya en el año 827, cuando Sicilia estaba bajo dominio musulmán, los árabes se instalaron en este centro para dar un mayor impulso a una producción de figuritas ya existente, importando algunos procesos técnicos ya en uso en Oriente, principalmente el vidriado.

Rodeado por una cenefa decorada con espirales de acanto, con el escudo del Papa Francisco en la parte inferior, el centro de este fangotto representa la famosa estatua de San Pedro que se encuentra frente a la fachada de la Basílica Vaticana: una obra realizada hacia 1840 por el escultor veneciano Giuseppe De Fabris, discípulo de Antonio Canova, que muestra al primer papa sosteniendo las llaves del Reino de los Cielos en su mano derecha y un pergamino en la izquierda, en el que se lee “Et tibi dabo Claves Regni Coelorum”, en referencia al célebre pasaje evangélico de Mateo (16: 19) en el que se basa la autoridad papal.