Sin complejos
El beato Otto Neururer, primer sacerdote mártir en los campos nazis, vivió y murió defendiendo la fe sin miedo al qué dirán

El beato Otto Neururer fue el primer sacerdote asesinado en los campos de concentración nazis. Fue torturado y finalmente colgado hacia abajo el 30 de mayo de 1940, en Buchenwald (Alemania).
Otto Neururer nació en Austria el 25 de marzo de 1882. Fue el último de los doce hijos de una familia de campesinos. Su educación y sacerdocio tempranos no le hicieron destacar especialmente, y era más bien tímido. Se especializó entonces en el estudio de la Doctrina social de la Iglesia. Pero nadie le podía imaginar como un futuro mártir. En 1938 los nazis anexionaron Austria, y comenzaron una persecución sangrienta contra la Iglesia. Otto era entonces párroco en una población cercana a Innsbruck, y comenzó entonces a mostrar su fe, sin ningún tipo de respetos humanos, mi miedo al qué dirán.
Aconsejó a una joven de su parroquia que no se casara, pues estaba enamorada de un alemán divorciado, y de vida escandalosa. El pretendiente pidió, al líder del partido nazi local, que tomara medidas con él, como represalia. Otto fue detenido y acusado de difamación. En realidad, estaba defendiendo la santidad del matrimonio cristiano, y su opinión sincera ante un matrimonio que no podía ser un sacramento. Fue condenado al campo de concentración de Dachau y posteriormente al de Buchenwald. En este último lugar un compañero de prisión le pidió ser bautizado. El padre Neururer era consciente de que así arriesgaba su vida. Sin embargo celebró el sacramento, y lo bautizó. Por esta razón fue llevado a un bunker de castigo. Dos días más tarde fue torturado y ejecutado. Un ejemplo heroico de valentía, por amor a Dios y a los demás, a pesar de la timidez de su infancia. La gran mayoría de los cristianos, Dios mediante, no somos sometidos a estos casos extremos de heroicidad. Pero sí tenemos la oportunidad, cada día, de mostrar a nuestro alrededor la vida cristiana, sin miedos ni complejos.
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