Vivimos en una época marcada por el relativismo moral, en la que muchos jóvenes confunden lo que les conviene con lo que es verdaderamente bueno. Se deja de lado la verdad objetiva, se disuelven los valores firmes, y así resulta cada vez más difícil que se atrevan a soñar con algo grande, que crean que merece la pena vivir —y morir— por ideales nobles. ¿Cómo van a creer en un amor que dure toda la vida, si todo lo que les rodea les dice que nada es para siempre?

Por eso es más necesario que nunca ofrecerles historias que enciendan su imaginación y les toquen el corazón. Historias que les hagan levantar la mirada, que les impulsen a vivir con esperanza y a desear un amor auténtico, puro, libre. Historias que les convenzan de que el bien, la verdad y la belleza no solo son posibles, sino deseables. Necesitamos que vean películas, que escuchen canciones y lean novelas que despierten en ellos ese anhelo profundo de algo más grande, más verdadero, más humano.

Siempre me ha impresionado el éxito de la versión de Orgullo y prejuicio protagonizada por Keira Knightley. Sin mostrar ni una sola escena explícita, logra mantener una tensión amorosa vibrante y cautivadora. Es la prueba de que el amor puede emocionar sin hipersexualización, que puede conmover sin besos, sin caricias, sin escenas subidas de tono. El amor es posible sin reguetón, sin filtros, sin intimidad precoz. El amor auténtico, profundo, ese que no tiene prisa y que se gana con sacrificio, sigue tocando el corazón cuando se le da voz.

En esta línea, quiero recomendar una novela que acaba de ver la luz: Corazones en alta mar, escrita por Ana Cuadrado y publicada por Editorial Alexia. Se trata de la primera entrega de una trilogía juvenil que tiene todos los ingredientes para convertirse en un referente entre quienes buscan algo más que entretenimiento superficial. La historia nos traslada al mar, al mundo de los piratas, pero no es una historia cualquiera. Es una aventura llena de coraje, lealtad y sueños. La protagonista es una joven fuerte y sensible, capaz de arriesgarlo todo por defender el bien, de entregarse por amor, de soñar con un horizonte que no se conforma con lo inmediato.

Ana Cuadrado ha sabido tejer una trama apasionante con personajes profundos y vivos, que no solo entretienen, sino que plantean preguntas esenciales: ¿qué merece la pena en la vida? ¿a qué estoy dispuesto a renunciar por lo que amo? ¿qué significa amar de verdad? Con una prosa cuidada, ágil y emocional, la autora consigue que el lector se identifique, se emocione y se eleve. No es solo una novela de piratas: es una historia que habla del corazón humano y de su deseo de infinito.

Corazones en alta mar es una invitación a vivir con ideales grandes, a no conformarse con lo fácil ni con lo inmediato, a descubrir que la verdadera aventura está en amar de verdad. Y eso, hoy, es más necesario que nunca.

Con esta obra, Editorial Alexia continúa fiel a su misión: ofrecer literatura juvenil que haga más grande el corazón de los jóvenes. Literatura que siembra esperanza, que despierta el deseo de una vida más bella, más noble, más plena.

Como dice la propia autora, Ana Cuadrado:

“No hay mayor libertad que la de un corazón que ama con todo su ser. Por eso escribo: para recordarles a los jóvenes que el amor verdadero no solo existe, sino que merece la pena esperarlo.”