¿Tienes un santo “de cabecera”?

Santos que desempeñan un papel especial en tu vida

Santo de cabecera
Santos © Cathopic. Angie Menes ن

Esta pregunta surgió recientemente cuando mi esposa llegó a casa después de una visita a un amigo y mencionó que habían hablado de sus santos “de cabecera”. Como converso al catolicismo y casado con una católica de cuna entendida, este fue otro ejemplo en el que tuve que hacerle a mi sabia esposa una pregunta sobre la fe: “¿qué es un santo “de cabecera”?

Santo de cabecera
Virgen María © Cathopic. Il ragazzo.

Mi mujer me explicó que un santo “de cabecera” es un santo al que se le pide ayuda con frecuencia o al que se le consulta, o al que se le pregunta cómo haría algo. Puede ser un santo al que se le tenga un especial cariño, respeto o devoción. Puede ser un santo favorito o tal vez un santo relacionado con su situación de vida.  Por ejemplo, las madres pueden tener un afecto especial por María; los padres pueden tener en alta estima a José.

Antes de profundizar en esta cuestión, puede ser útil pensar en lo que define a un santo.  Mucha gente tiene la idea de que un santo es una persona perfecta, sin pecado, que nunca cometió errores y es un ejemplo de todo lo que es bueno y noble.

No exactamente. A la luz del hecho de que la Iglesia Católica reconoce a más de 10.000 santos y que sólo cuatro personas que caminaron por la tierra nacieron sin pecado (Adán, Eva, María, Jesús) el estándar para la santidad debe ser más bajo que la perfección absoluta. Con un listón tan alto como el de la perfección, ninguno de nosotros tendría la posibilidad de llegar al cielo. Y sin la gracia de Dios, nadie tiene una oportunidad.

En resumen: Los santos son personas ordinarias que encuentran la fe y la determinación para seguir la voluntad de Dios.  Algunos se convierten en personas “buenas” después de haber pasado gran parte de su vida como personas “malas”: Pablo, Agustín e Ignacio, por ejemplo.

La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) dice lo siguiente sobre la devoción a los santos:

“Muchas prácticas populares de devoción implican la veneración de los santos. Los santos ocupan un lugar especial en el Cuerpo de Cristo, que incluye tanto a los vivos como a los muertos. Por medio de Cristo, nosotros en la tierra permanecemos en comunión tanto con los santos del Cielo como con los muertos que aún están en el Purgatorio. Podemos rezar por los que están en el Purgatorio y pedir a los santos que recen por nosotros. Con sus oraciones de intercesión, los santos del cielo desempeñan un papel integral en la vida de la Iglesia en la tierra. ‘Porque después de haber sido recibidos en su casa celestial y estar presentes ante el Señor, por Él y con Él y en Él no cesan de interceder ante el Padre por nosotros, mostrando los méritos que ganaron en la tierra por medio del único Mediador entre Dios y los hombres’. Los santos, los miembros de la Iglesia que han llegado a la unión perfecta con Cristo, unen sus voluntades a la de Dios al rezar por los que en la Iglesia están todavía en su peregrinación de fe”.

San Antonio © Cathopic. Il ragazzo

A la luz de todo esto, admito que san Antonio es, sin duda, mi santo de cabecera.  Se ocupa de las causas perdidas (y yo he tenido que lidiar con unas cuantas a nivel laboral) y de los objetos perdidos.  Al menos un par de veces a la semana se me olvida dónde he puesto algo, así que le pregunto a san Antonio dónde está y la mayoría de las veces lo consigue.


También tengo un santo favorito: José. Como padre y abuelo, necesito su ejemplo de servicio desinteresado y olvidarme de necesitar reconocimiento por ejercer mi labor como padre.

Pregunté a algunos de mis colegas de Exaudi por sus santos favoritos y obtuve respuestas interesantes.

Deborah Castellano Lubov, directora editorial y corresponsal principal del Vaticano y Roma

Santo de cabecera
San José © Cathopic.Angie Menes ن

“Mi santo preferido ha sido una combinación de san Judas y santa Rita. Supongo que los he considerado particularmente heroicos para una serie de “casos imposibles” y causas perdidas. Me han ayudado en los momentos que parecían más desesperados. Además, mi madre se llama Judy y su escuela católica elemental era la de Santa Rita. San José también ocupa un lugar especial en mi corazón y en el nuestro, y ocupó un lugar especial, especialmente en el de mi abuelo Nicolás. Era humilde, amable, entre bastidores, pero a la vez tan poderoso, fuerte y eficaz; calentaba nuestros corazones. Además, en lo que respecta a la familia, nuestro hogar, el trabajo, etc., nos muestra lo verdaderamente poderoso y leal que ha sido y es un patron”.

Virginia Forrester es traductora multilingüe

“Mis santos favoritos son los místicos ‘los héroes de la humanidad’, en palabras de Evelyn Underhill. Son los seres humanos que comprendieron el sentido último de la vida, viviendo al máximo el Primer Mandamiento. Es prácticamente imposible elegir un favorito entre los místicos. Todos y cada uno de ellos son un gran desafío para todos nosotros. Sin embargo, si tengo que elegir uno, entre los hombres es san Pablo por su intelecto y su profunda identificación con Cristo. Entre las mujeres, santa Catalina de Siena, por su mente, su compromiso con Cristo, su comprensión de los diálogos con Dios Padre. Ambos santos fueron serios, implacables y perseverantes, cualidades que exige el primer mandamiento”.

Larissa I. López es coordinadora de la edición en español

San Josemaría Escrivá © Opus Dei

“Cuando era niña, no sabía mucho sobre la intercesión de los santos. Al primero que recé fue a san Josemaría Escrivá, cuando aún era beato, le pedí por la salud de mi abuela y recuerdo que en más de una ocasión fue de gran ayuda. Cuando vivía en Roma, pedía a san Juan Pablo II y a san Juan XXIII en la basílica de san Pedro, milagros espirituales para las personas que quería, y también tuvieron excelentes resultados. Ahora mismo, estoy rezando a la hermana Belén de la Cruz, una carmelita española a la que conocí y cuyo proceso aún no está abierto. En este año de san José, también estoy rezando la oración del Papa Francisco a este santo, y he estado rezando a Juan Pablo II por la pandemia y sus efectos. Cuando pides cosas a Dios a través de los santos o directamente a Dios siempre hay que recordar una cosa. Dios es el que mejor sabe lo que necesita cada uno, a veces no nos da la gracia que pedimos, pero nos da otra que nos conviene más o nos prepara para recibir la que deseamos. Si lo que pedimos no sucede, debemos seguir confiando en que Dios sabe más”.

Gabriel Sales, redactor de la edición española

No tengo ninguna devoción especial por ningún santo. Esto puede sonar extraño para algunas personas, pero rezo directamente a Dios, a Cristo, al Espíritu Santo y a la Virgen.

Andrea Acali, coordinador de la edición en italiano

Santo de cabecera
San Andrés © PepeVigueras.Cathopic

“Mi santo favorito es san Josemaría Escrivá, el fundador del Opus Dei; acudo a él para cualquier necesidad, desde la espiritual hasta la material. Pero también tengo una particular devoción por el beato Álvaro del Portillo, su sucesor, al que conocí personalmente y al que se celebra en el día de mi cumpleaños, el 12 de mayo. Evidentemente, además de la Virgen y de san José, que mi madre me enseñó a invocar desde la infancia, otros dos santos muy cercanos a mí son los apóstoles Andrés, de quien llevo el nombre, y su amigo Juan, nombre que le pusimos a mi primer hijo”.

Está claro que sólo hemos tocado una pequeña muestra de los santos, así que por favor, comparte tu santo preferido en la sección de comentarios de las redes sociales. Estoy rezando para que haya suficientes respuestas que justifiquen una historia posterior.