Primer destino Tabora

Crónica 2-3 de julio

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La aventura continúa, y esta vez empieza con un largo viaje en autobús hasta Tabora; nuestro primer destino de larga estancia.

La friolera suma de 15 horas que todos temíamos al final se resumieron en, para muchos, 12 horas durmiendo o intentándolo, ya que las películas narradas en suahili no nos lo ponían fácil. Por fin llegamos, y con una bienvenida de todas las que son nuestras vecinas de residencia nos fuimos a cenar todos juntos manjares típicos de la zona que terminaron en una de nuestras primeras dinámicas de grupo. Esta consistía en conocernos mejor todos, y descubrimos cosas como que Ignacio S. es un fanático de los musicales, Guille (a parte de ser de Paris) sabe cantar las Wings “por sus hermanas” en portugués y que todos somos muy alegres.

Empieza mi protagonismo y como no había insistido bastante en que los cumpleaños no me gustan demasiado nos fuimos a dormir con un gorro y una banda de cumpleaños y tres veces me cantaron a pleno pulmón.

Duros despertares y duchas de agua fría, un desayuno buenísimo y más cantinelas, nos vamos a conocer a las Sisters. La primera toma de contacto fue básicamente increíble, las aspirantes a madres no pudimos resistirnos a pasar la mañana entera con los bebés mientras los veteranos se reencontraban con algunos viejos amigos, y cómo disfrutaron.

Un pequeño break para comer y seguimos el día visitando la universidad que nos sorprendió con sus enormes aulas y teniendo la suerte de conocer a varios alumnos que estudian en ella. Nos estábamos yendo cuando nos dimos cuenta que los niños de un colegio vecino nos miraban y saludaban a lo lejos. No eran uno, ni dos, ni diez eran DOSCIENTOS alumnos sordos con una sonrisa que nos conquistó a unos cuantos y nos faltó tiempo para seguir jugando con ellos.


Nos vamos a cenar y sorpresa tras sorpresa empieza una de las mejores noches de mi vida. Una cena de lujo con tarta de Grace y globos y bengalas incluidos y actuaciones de todo tipo lideradas por Javi y Rafa con las que me sigue doliendo la cara de reírme. La historia de mi vida narrada incluyendo tíos míos que desconocía como Jack y Billy, bailes perfectamente coordinados de mis chicas, bailes y juegos en los que salen a la luz mi peor faceta, gracias queridas.

Gracias en cantidades industriales a todos, os digo de corazón que ha sido increíble. Os quiero mucho.

Gracias también a vosotros padres, os echamos mucho de menos.

Elena L. G.