Venerable Mariano Gazpio, agustino recoleto

El Papa reconoció sus virtudes heroicas

venerable Mariano Gazpio
Mariano Gazpio, el tercero en la fila superior, junto con otros misioneros en China © Agustinos recoletos

El pasado sábado 22 de mayo de 2021, el Papa Francisco recibió en audiencia al cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, para promulgar el decreto que reconoce las virtudes heroicas de Mariano Gazpio, sacerdote profeso de la Orden de los Agustinos Recoletos, por lo que se le declara venerable.

Mariano Gazpio

Tal y como describe la web oficial de los Agustinos Recoletos, Mariano Gazpio Ezcurra era el tercero de cuatro hermanos. Nació en Navarra, España, el 18 de diciembre de 1899. Ese mismo día sus padres, Dionisio y Severina, se apresuraron a llevarlo a la iglesia parroquial para que le fuera administrado el sacramento del bautismo.

Apenas cumplidos los dos años, le fue administrado el sacramento de la confirmación por el arzobispo de Pamplona, José López de Mendoza. Hizo el noviciado y profesó en Monteagudo, el 23 de diciembre de 1915. Estudió tres años de Teología en Marcilla y uno en Manila, donde fue ordenado sacerdote el 23 de diciembre de 1922 por monseñor O’Doherty, arzobispo de aquella archidiócesis.


Destinado a Filipinas en 1921, después de tres años en Manila y Cavite, pasó en abril de 1924 a la misión de Kweiteh, Honan, China Continental. Se dedicó íntegramente a la misión en  Chenliku, Yucheng, Chutsi y la capital Kweiteh. A lo largo de 28 años ejerció cargos de responsabilidad: Superior de misiones, superior religioso, vicario delegado y vicario general de la diócesis.

En las misiones de China se distinguió por su celo apostólico, por su profunda piedad y por el amor a los pobres. Algunos fieles chinos lo recuerdan todavía con veneración y se glorían de haber sido bautizados por el padre Mariano.

A pesar de la persecución religiosa que se desató en los años 50, el ahora venerable permaneció misión aun con grave peligro de su vida, pero, como todos los misioneros de China, fue expulsado a principios de 1952. En el Capítulo Provincial celebrado en Monteagudo, ese mismo año de 1952 fue nombrado maestro de novicios y viceprior de Monteagudo, donde estuvo hasta 1964. Desde ese año hasta su muerte residió en Marcilla. Falleció en 1989.