El Salvador: Organizaciones de la Iglesia en favor de la niñez

Creación del capítulo nacional del Programa Centralidad de la Niñez

El Salvador Iglesia niñez
Niños © CELAM

Organizaciones de la Iglesia en El Salvador han constituido el capítulo nacional del Programa Centralidad de la Niñez, con la finalidad de impulsar oportunidades y estrategias para la incidencia pública en la promoción de entornos protectores y promoción de los derechos de niños, niñas y adolescentes.

De acuerdo a una nota de ADN CELAM, sistema informativo del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), entre las organizaciones promotoras se encuentran la Asociación Federación de Entidades de Educación Católica de El Salvador (FIDEC), Asociación Fe y Alegría, pastoral social Cáritas, Comisión de Pastoral Juvenil de la arquidiócesis de San Salvador, Conferencia de Religiosos y Religiosas (CONFRES) y World Vision.

Las organizaciones estarán adscritas a la red latinoamericana y caribeña de la Centralidad de la Niñez, que desde hace más de 10 años impulsa CELAM, con el apoyo de socios como World Vision Latinoamérica, la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), Federación Internacional Fe y Alegría y el Movimiento con la Niñez y la Juventud.

Equipo de trabajo

En este capítulo nacional consolidarán procesos de formación para el personal que trabaja con niñez en los diversos programas eclesiales.


Además, de acuerdo a la misma fuente, se ha acordado establecer un Comité Coordinador y un Equipo Ejecutivo Permanente, que tendrán la responsabilidad de supervisar y acompañar las diferentes actividades que el Programa Centralidad de la Niñez desarrolle. Este Comité también gestionará los recursos mediante donaciones para su funcionamiento y el desarrollo de actividades, con el acompañamiento de los socios continentales.

“Las Organizaciones firmantes de este acuerdo buscamos, por medio de esta iniciativa, articular y consolidar nuestras acciones en favor de los niños, niñas v adolescentes de nuestro país”, apuntan sus organizadores.

Todo ello para que “crezcan y desarrollen todo su potencial físico, mental, espiritual, moral y social, en una sociedad libre de todo tipo de violencia, promoviendo que nuestras instituciones y actividades sean lugares seguros y protectores para todos ellos, sin excepción”.