Argentina: P. Pepe defiende presencialidad en aulas de barrios populares

Cierre de aulas por coronavirus

argentina aulas barrios populares
Padre Pepe © CELAM

Ante la medida que obliga a cerrar las aulas por quince días por la segunda ola de coronavirus en Argentina, el sacerdote José María Di Paola destacó que la presencialidad en los barrios populares “es fundamental y en todos los ámbitos: religioso, educativo, de salud”.

El también conocido cómo padre Pepe desarrolla su tarea pastoral en la Villa La Cárcova, de José León Suárez, diócesis de San Martín, Buenos Aires. Se trata de barrios populares atendidos por los que se conocen como los “curas villeros”.´

Presencialidad esencial

“La presencialidad aquí es esencial, porque lo importante es que se pueda transmitir en forma directa el conocimiento, el afecto, la solidaridad, la contención”, indicó el responsable de la pastoral en las villas de emergencia del Área Metropolitana de Buenos Aires en declaraciones a Infobae recogidas por la agencia de noticias católica argentina AICA.

“Por eso, al menos a mí y a la mayoría de los curas que trabajamos en los barrios populares, nos parece fundamental que el sistema educativo tenga presencialidad, por supuesto con todo el protocolo que sea necesario, extremando los cuidados de salud, en especial con los docentes y preservando a los que tengan un riesgo mayor”, agregó.


El sacerdote apuntó que en los barrios populares no vale el argumento del transporte público porque “nuestros chicos van a la escuela caminando”. Asimismo, pidió cuidar a los maestros y seguir incluyéndolos entre los esenciales del programa de vacunación.

Brecha educativa

La pandemia de COVID-19 ha aumentado la brecha educativa, condicionando gravemente el futuro de muchos jóvenes, adolescentes y niños en todo el mundo. En este sentido, el sacerdote remarca que la brecha educativa “ya es demasiado grande”, e invita a preguntarse: “¿Dónde busca el chico ese espacio de contención? ¿Quién es el líder, el referente, el maestro, que los va a formar, que les va a dar una palabra orientadora, si no es en esos ámbitos?”. Asimismo advierte: “Si todo eso no existe, va a encontrar en el lugar equivocado la palabra o el mensaje que no es positivo”.

El padre Di Paola apuntó también que la virtualidad practicada en 2020 dificultó los aprendizajes en todos lados y más aún en aquellos lugares en los que la infraestructura no permite una buena conectividad: “Acá, un porcentaje muy amplio no puede seguir clases virtuales, porque hay que tener como mínimo un celular, además cargarlo, y a veces hay un solo teléfono en la familia y a lo mejor lo usa el padre o la madre en primer lugar. Después, hace falta alguien que guíe al chico, los padres, un abuelo, un tío. Finalmente, la conectividad, que con frecuencia no existe o no es buena”, precisó.

Finalmente, el padre Pepe insistió en que es necesario buscar mecanismos para poder mantener abiertas las aulas en esos barrios: “Hay que buscar la manera, pero tiene que haber alguna forma de presencialidad. Con cuadernillos, por ejemplo, y que los chicos vayan solo una vez por semana a la escuela, en grupos más pequeños; en fin: custodiar la salud pero la presencialidad aquí es indispensable”.