Audiencia general: La oración abre “al misterio de la Trinidad”

Resumen en español

Audiencia General oración Trinidad
Audiencia general, 3 marzo 2021 © Vatican Media

En la audiencia general de esta mañana, el Papa Francisco ha subrayado que “gracias a Jesús la oración nos abre de par en par al misterio inmenso de la Santa Trinidad, a las profundidades del Dios del Amor”.

Hoy, 3 de marzo de 2021, el Santo Padre ha presidido la audiencia general en la biblioteca del Palacio Apostólico vaticano, transmitida en directo, de nuevo sin fieles, como medida de prevención frente a la COVID-19, y ha seguido con el ciclo de catequesis sobre la oración para centrarse en el tema de “La oración y la Trinidad”.

En sus palabras en español, el Papa ha destacado que “nadie ha visto al Padre, ha sido Jesús quien nos lo ha revelado”, y que, sin Él, “nuestra oración no sería capaz de alcanzar a Dios, ni siquiera seríamos dignos de mencionar su nombre”. La Biblia, describe, “nos da varios ejemplos de súplicas que Dios no aceptó, porque no todas las oraciones son buenas. Sin embargo, es Jesús quien colma nuestro anhelo enseñándonos a orar”.

“Una palabra suya baste” para salvarse

Francisco explica que por esto último “nos hace bien reconocer la pobreza de nuestra oración, como el centurión del Evangelio. Pensemos en la inmensa gracia que significa dialogar con Dios, que ‘una palabra suya’ baste para que seamos salvados”.


“Nada hay en nosotros que justifique su amor, no hay proporción. Los antiguos filósofos a malas penas consideraban que fuera posible, con sacrificios y devociones, congraciarse con un dios mudo e indiferente”, declara.

La cruz de Jesús muestra el camino

Por último, el Pontífice expone cómo Jesús, “con su vida, nos demuestra en qué medida Dios es Padre”: “Nos asegura que es el pastor que busca la oveja perdida, el padre misericordioso que sale al encuentro del hijo pródigo”.

“¿Qué dios estaría dispuesto a morir por los hombres?, ¿a amarlos siempre con paciencia, sin esperar nada a cambio? ¿Cómo podríamos siquiera concebir el abismo infinito del amor de Dios? ¿Cómo creer que ese mar de misericordia se habría extendido hasta llegar a la orilla de nuestra humanidad?”. El Obispo de Roma responde a estas preguntas apuntando que “nosotros sólo podemos aceptarlo y comprenderlo gracias al misterio de la cruz”.