Conferencia de prensa: Presentación del Año “’Familia Amoris Laetitia’”

Comienza el 19 de marzo

Presentación Año Familia Amoris Laetitia
Icono de la Sagrada Familia © Cathopic

Esta mañana ha tendido lugar la Conferencia de prensa de presentación del Año “Familia Amoris Laetitia”, que comenzará con el evento online “Nuestro amor cotidiano” del 19 de marzo y terminará el 26 de junio de 2022 con el 10º Encuentro Mundial de las Familias en Roma.

En el acto, celebrado a las 11.30 horas de hoy jueves 18 de marzo de 2021 en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en directo vía streaming, han intervenido el cardenal Kevin J. Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, la profesora Gabriella Gambino, subsecretaria del mismo, y el matrimonio italiano formado por Valentina y Leonardo Nepi.

La familia en la pandemia

Monseñor Farrell ha comenzado su intervención animando a no paralizarse frente a la preocupación generada por la pandemia: “Los cristianos estamos llamados a ser testigos de la esperanza”, y ha citado la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia para señalar que “es muy oportuno dedicar todo un año pastoral a la familia cristiana, porque presentar al mundo el proyecto de Dios sobre la familia es fuente de alegría y esperanza”.

Tras calificar de “providencial” que el Papa Francisco haya dedicado este año a san José, ha explicado que, frente a las “consecuencias muy dolorosas para millones de personas” que ha tenido la crisis sanitaria, es “precisamente la familia, aunque duramente castigada en muchos aspectos, la que ha mostrado una vez más su rostro de ‘custodia de la vida’, como custodio fue San José”.

Oportunidad del Año “Familia Amoris Laetitia”

El purpurado señala que se trata de una “excelente oportunidad para dejar madurar los frutos de este camino, no sólo en los diversos contextos eclesiales, sino en las propias familias” y “presentar mejor, a todos, la riqueza de la Exhortación, que contiene palabras de aliento, de estímulo, de reflexión y, en términos más amplios, contiene sugerencias de caminos pastorales también prácticos, que no debemos dejar caer en el vacío”.

“Las familias necesitan atención pastoral, necesitan dedicación” y que “se les ayude a descubrir en los sufrimientos de la vida el lugar de la presencia de Cristo y de su amor misericordioso”, explica. Así, este año, continúa, es una “oportunidad para acercarse a las familias, para que no se sientan solas ante las dificultades, para caminar con ellas, escucharlas y emprender iniciativas pastorales que las ayuden a cultivar su amor cotidiano”.

Renovación pastoral

El prefecto del Dicasterio afirma que el Pontífice exhorta a una renovación pastoral según tres aspectos: El primero es “la necesidad de una mayor colaboración”, esto es, “aprender a compartir las experiencias que han resultado fructíferas a lo largo de los años y que han logrado llevar el anuncio del Evangelio a la vida de los esposos y de las familias”.

El segundo es un cambio de mentalidad: “Pasar de pensar en las familias como meros ‘objetos’ de la pastoral a pensar en ellas como ‘sujetos’ de la pastoral” que “viven su fe y su vocación al matrimonio y a la familia de manera ejemplar”. El tercer aspecto es “la necesidad de promover la formación de todos los que desarrollarán una labor pastoral con las familias a partir de los futuros pastores -desde el seminario- hasta los laicos y las familias que se dedicarán a este apostolado”.

Momento de actuar

Por su parte, la profesora Gambino muestra su convencimiento de que este Año es “ocasión para dar un impulso a la pastoral familiar, tratando de renovar los métodos, las estrategias y tal vez incluso algunos objetivos de la planificación pastoral” que “sepa revigorizar la belleza del sacramento del matrimonio y de las familias cristianas” y “haga perceptible esta belleza a los ojos de los niños y jóvenes, para que se sientan atraídos por el don del matrimonio”.

Sostiene que el documento papal “contiene estrategias y sugerencias pastorales que podemos leer entre sus líneas con inteligencia y creatividad pastoral”, y que este Año, por ello, “hay que leer Amoris Laetitia como un ‘todo’ y valorizar todos los aspectos espirituales y pastorales que contiene el documento, a los que quizá se ha dado poca importancia y que luego son los que más interesan a la gran mayoría de las familias”.

Materiales de ayuda

La subsecretaria también ha informado de los doce itinerarios propuestos por el Dicasterio, “para que cada realidad eclesial se vea impulsada a tomar la iniciativa al menos en algunos ámbitos de la pastoral familiar”. Iniciativas, insiste, elaboradas “a partir de las necesidades concretas que surgen de la pastoral familiar en todo el mundo y con la mirada” de la Exhortación Apostólica.


Del mismo modo, ha desarrollado la participación del Dicasterio en la “difusión de algunos instrumentos pastorales para las familias, las parroquias y las diócesis, con el fin de ayudar y sostener el trabajo, a veces muy laborioso, de las iglesias locales”: Recursos y pequeñas herramientas pastorales en la web de forma periódica, vídeos sobre el documento de Francisco, subsidios pastorales…

Amor conyugal y familiar

Valentina y Leonardo Nepi destacan las palabras ‘permiso’, ‘gracias’ y ‘disculpa’ como claves para la relación entre los miembros de una familia y especialmente de los cónyuges, lo que se “custodia a partir de palabras y gestos aparentemente sencillos, que, sin embargo, brotan de actitudes profundas de apertura, respeto, paciencia, confianza, intercambio y perdón”.

Asimismo, califican este Año como “un tiempo propicio para cultivar las buenas relaciones conyugales y familiares”, y muestran su esperanza en que “la familia pueda ser más valorada en la sociedad”, se promueva su dimensión social, su capacidad para la educación de los hijos y demás aspectos.

Misión eclesial de la familia

El matrimonio italiano ha aclarado que “la fuerza de la familia no se agota , por tanto, en la intimidad de nuestros hogares, ya que es una fuente de valores positivos para toda la comunidad”: “Confiamos en que este Año sea también un tiempo propicio para tomar conciencia de nuestra misión eclesial, a la que nos dedicamos como familia y no sólo a nivel personal”.

“El bautismo y el matrimonio nos convierten en testigos vivos del amor de Dios, a cuya llamada hemos respondido con alegría y valentía. La esperanza, pues, es que las familias nos sintamos comprometidas a contribuir a la evangelización y nos dejemos involucrar con generosidad en el anuncio cristiano. Nosotros somos los testigos vivos de la belleza que puede expresar la familia”, añaden.

Pastoral familiar y juvenil

Valentina y Leonardo expresan que este anuncio debe llegar a los jóvenes y a los que disciernen su vocación: “Efectivamente,  las semillas de este anuncio, se siembran desde jóvenes y es importante que la pastoral familiar y la pastoral juvenil estén estrechamente vinculadas”.

“Cuando éramos adolescentes”, declaran, “era importante ver a novios y matrimonios jóvenes que nos dedicaban su tiempo gratuitamente, animados por un fuerte sentido de comunidad cristiana”. “Siguiendo este ejemplo, después nos involucramos también en la animación posterior a la Confirmación, compartiendo la belleza y la responsabilidad de motivar a un grupo de jóvenes adolescentes dirigidos por el párroco”, prosiguen.

“Cuando recordamos estos años de compromiso juvenil en la parroquia, no podemos dejar de pensar que también fueron años de formación para el matrimonio, el diálogo abierto, la gestión de las responsabilidades compartidas y la superación de las crisis, es decir, para la construcción de un nosotros basado en el conocimiento mutuo y en la ayuda de Dios”, concluyen.