Cuatro análisis sobre la JMJ de Lisboa

Este 6 de agosto de 2023 concluyó la XXXVII Jornada de la Juventud (JMJ) en Lisboa. La Eucaristía en el Parque Tejo, donde el Papa anunció que la próxima JMJ en 2027 será en Seúl (Corea del Sur), así como el encuentro del Papa con los voluntarios y la ceremonia de despedida, constituyen la agenda del último día en la capital portuguesa.

¿Qué ha representado esta JMJ para la Iglesia latinoamericana y caribeña, así como para el proceso sinodal de la Iglesia universal? Un pastoralista, un cantautor  católico y dos periodistas analizan lo que ha representado este encuentro mundial de las juventudes católicas.

Participación masiva y expresiva

Para el Padre Fabio Antunes do Nascimento, Secretario Adscrito a la Secretaría General del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), quien también hace coordina el Equipo Latinoamericano y Caribeño de Pastoral Juvenil, “este evento fue muy positivo para el trabajo que venimos realizando como Equipo Latinoamericano de Pastoral Juvenil”.

Concretamente, subraya que “la participación de los jóvenes latinoamericanos fue masiva y expresiva”, al tiempo que afirma que “esto nos anima porque fortalece el camino que venimos haciendo como Iglesia en América Latina y abre los horizontes hacia el futuro: consolidar el trabajo de la pastoral de la juventud en el continente, fortalecer los grupos y las bases, principalmente en la perspectiva de que los jóvenes sean los primeros en vivir la Iglesia sinodal que nos pide el Papa Francisco”.

Un corazón lleno de esperanza

El cantautor chileno Cristóbal Fones, por su parte, comenta que “después de estos días de compartir “el corazón queda lleno de esperanza al ver que la juventud no solo tiene fe sino deseos de que esta fe se traduzca en la vida y en compromisos concretos”.

“Nos volvemos a nuestros países llenos de desafíos y de música”, continúa el jesuita, al asegurar que se siente “privilegiado como latinoamericano de poder transmitir el Evangelio en notas musicales, en canciones, que son, en el fondo, una excusa para el encuentro y para formar comunidad”.

¿Cuál es su mensaje para los jóvenes? “Que vuelva a sus comunidades con todo lo vivido en la JMJ para compartirlo y repartirlo, como el pan, para que no se quede en nosotros de modo egoísta, sino que pueda alimentar a muchas otras personas, a muchos jóvenes solos, tristes, que nos necesitan, de modo que espero que el fuego que hemos vivido aquí lo podamos expandir en muchos otros lugares”.

Vivir la alegría del Evangelio

Por su parte, el P. Johan Pacheco, jefe de redacción de Vatican News en español, destaca que “esta JMJ nos ha permitido encontrarnos con el Papa Francisco y vivir la alegría del evangelio (…) dando testimonio de la misericordia del Señor”.


Al palpar desde los primeros días la alegría de los jóvenes, el sacerdote comunicador subraya que “pudimos sentirnos parte de esa Iglesia viva que camina en el sínodo”. En cada encuentro del Papa con los jóvenes, nos ha mostrado que la Iglesia se acerca y es para todos “porque Cristo abre sus brazos para abrazarnos y vivir en comunión”.

Para el P. Pacheco es muy significativo el tema mariano que se ha meditado durante la JMJ: “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39). “Estamos invitados a levantarnos e ir en camino, al encuentro de los demás, a ser constructores de la paz y anunciar el Evangelio. Este es el sentido de la misa de envío que hemos vivido al clausurarse la JMJ”, ha dicho.

Tres novedades

Desde el punto de vista del periodista inglés Austen Ivereigh, quien también es uno de los biógrafos del Papa Francisco, “esta Jornada Mundial de la Juventud ha sido una de las más importantes que ha habido en muchos años”.

En su análisis, Ivereigh apunta que esta JMJ ha tenido algunos elementos que otras no habían considerado, y que son fundamentales en el pontificado de Francisco. “Uno de ellos es la ecología integral”, temática que hacía parte de las catequesis.

Otro elemento clave ha sido el método sinodal que se utilizó en las catequesis. “Anteriormente era el obispo el que hablaba a los jóvenes, ahora comienza con un diálogo entre los jóvenes, buscando escuchar al Espíritu, y el obispo responde a lo que suscita estos diálogos”.

El tercer elemento sugestivo ha sido el componente interreligioso y ecuménico de esta JMJ. “Por ejemplo, la noche del viernes se realizó una actividad en la que participaron grupos católicos carismáticos y grupos evangélicos. Y esto refuerza el mensaje del Papa de que ‘la Iglesia es de todos’, que también es el tema del sínodo”.

La Iglesia del futuro debe ser la de la escucha, antes que hablar, [la Iglesia necesita] escuchar”, concluye el periodista inglés.

Óscar Elizalde – ADN Celam