Guatemala: Obispos piden a Gobierno no prohíba actividades religiosas

Comunicado del Episcopado

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Celebración en iglesia de Guatemala © CELAM

Los obispos de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) emitieron el pasado viernes 3 de septiembre un comunicado en el que, ante las “Disposiciones Presidenciales y órdenes para el estricto cumplimiento necesarias por la calamidad pública de la Presidencia de la República”, piden al Gobierno que no prohíba la celebración de actividades religiosas.

En el documento, los prelados guatemaltecos declaran “que el culto y la actividad religiosa constituyen un valor esencial de la vida del pueblo creyente de Guatemala. Es por tanto un servicio que se debe prestar como otros autorizados por el documento presidencial”.

Por ello, exigen que “en consideración del bien espiritual del pueblo de Guatemala”, el Congreso modifique el siguiente punto de la disposición: “Se prohíbe la asistencia y participación masiva a actividades religiosas y de culto dentro de iglesias o al aire libre. La asistencia y participación en actos de culto dentro de las iglesias estará regulada estrictamente por el aforo correspondiente según el semáforo epidemiológico vigente”.

Diálogo frente a la crisis

El pasado 10 de agosto de 2021, los obispos del Consejo Permanente de la CEG publicaron otro comunicado para mostrar su preocupación frente a la crisis política, social y sanitaria que atraviesa el país y pedir el camino del diálogo. Alertaron de que la vacunación masiva contra la COVID-19 “no ha alcanzado los resultados esperados”, así como de una saturación en los hospitales, el agotamiento del personal sanitario y del aumento de los contagios.


A esto, añadieron, se suman “las convocatorias a la protesta social y las manifestaciones realizadas pidiendo la renuncia de la fiscal general y del presidente de la República”, lo que ha provocado la sucesión de actos violentos por el bloqueo de carreteras, aduanas y aeropuertos.

Ante la “viva insatisfacción del pueblo, de su descontento, de su frustración y de sentirse una vez más decepcionado”, los prelados de Guatemala reiteraron su deseo de una nación que “avance por el camino de la paz social y de la justicia, de la tranquilidad colectiva, de la satisfacción de las necesidades humanas”.