Mensaje del Papa a monaguillos en Fátima

XXV Peregrinación Nacional al santuario

Papa monaguillos Fátima
Papa Francisco en Fátima © Santuario de Fátima

Con motivo de la XXV Peregrinación Nacional de monaguillos al Santuario de Fátima, Portugal, el Papa Francisco envió un mensaje. El texto, escrito en portugués, fue dirigido a monseñor José Manuel García Cordeiro, presidente de la Comisión Episcopal Portuguesa de Liturgia y Espiritualidad. Las palabras del Santo Padre fueron leídas en la Misa de apertura del encuentro, celebrado el pasado sábado, 1 de mayo de 2021.

Profesión de fe para la comunidad

Francisco, informa Vatican News, recordó la importancia de los acólitos en la Misa, cada vez que se acercan al Altar porque pueden “colaborar estrechamente” para el milagro de la pequeña partícula de pan que se convierte en el Cuerpo de Cristo y del vino, que se convierte en la Sangre de Cristo. “Tus ojos no ven a Jesús, pero tu corazón y tus labios lo adoran”, se le en el texto.

“Debes comportarte como es debido en el servicio de las cosas sagradas. Tu actitud interior y exterior debe estar en consonancia con lo que haces, sobre todo cuando estás cerca del altar, cuando te persignas, cuando te arrodillas, cuando te sientas o cuando participas en la oración y en los cánticos comunitarios. Animado por el respeto y el recogimiento interior, tu servicio como acólito se convertirá en una profesión de fe para la comunidad. Para ello, pon todo el entusiasmo de tu edad en el encuentro con Jesús oculto bajo el velo eucarístico. Ofrece a Jesús tus manos, tus pensamientos y tu tiempo, y Él no dejará de recompensarte”.

El Papa también aludió al ejemplo de los santos que encontraron en la Eucaristía “no solo el alimento para el camino de la perfección, sino de la vida corporal”, como el santo cura de Ars y la beata Alejandrina de Balazar, que se alimentó solo de la Comunión durante 14 años: “¡Cuántas veces se emocionaron hasta las lágrimas en la experiencia de tan gran misterio!”, describe Francisco, viviendo “horas indescriptibles de alegría ante el Santísimo Sacramento”.

Ser santos, ser originales

Lo primero que pide Jesús es ser santo; lo segundo, expuso el Sucesor de Pedro, es ser original, como insta el tema de la peregrinación de este año. En este sentido, también remarcó cómo ya el beato Carlo Acutis, amante de la Eucaristía, decía que “todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias”.


Así, el Obispo de Roma invitó a los monaguillos a no copiar el modo de ser y vivir la santidad de otros, refiriéndose a una idea ya señalada en su Exhortación Apostólica Christus vivit, pues se trata de testimonios que pueden ser útiles para estimular y motivar, pero no para copiar: “Debes descubrir quién eres y desarrollar tu manera personal de ser santo, independientemente de lo que digan y piensen los demás. Convertirse en santo es llegar a ser más plenamente tú mismo, el que Dios quiso soñar y crear, no una fotocopia. Tu vida debe ser un estímulo profético que sirva de inspiración a los demás, que deje una marca en este mundo, esa marca única que sólo tú puedes dejar. (nº 162)”.

Por último, el Papa Francisco llamó a invocar a san José, guardián de la Sagrada Familia y patrón de la Iglesia Universal, para “servir siempre dignamente al milagro del descenso de Jesús a la tierra que se realiza diariamente en los Altares”.

“Por favor, querido monaguillo, no te dejes caer en la mediocridad, que nos rebaja y nos vuelve grises. Pero la vida no es gris, la vida debe apostar por grandes ideales. No sigas a las personas negativas, ¡sigue irradiando a tu alrededor la luz y la esperanza que vienen de Dios! Como saben, esta esperanza no defrauda; ¡nunca defrauda! Con Dios nada se pierde, pero sin él todo se pierde. No tengas miedo, pues, de arrojarte en los brazos del Padre del Cielo, y confía en Él, que se encargará de que te conviertas en el santo original que Él quiere que seas”

Apertura del santuario

De acuerdo al medio Vaticano, el santuario de Fátima reanudó su actividad oficial de peregrinaciones el pasado 15 de marzo, conforme a las normas sanitarias vigentes en el país, (uso de mascarillas en todas las zonas del santuario, lavado frecuente de las manos y el respeto de la distancia entre las personas).

De hecho, la habitual presencia de 5.000 monaguillos en este tipo de peregrinación, tuvo que reducirse este año a 1.000 para mantener los protocolos de seguridad.