Panamá: Obispos reflexionan sobre situación del país

Tras celebrar su Asamblea General, del 27 de junio al 1 de julio

Rueda de prensa tras Asamblea General de Obispos de Panamá, julio 2021 © Arquidiócesis de Panamá

Los obispos de Panamá compartieron sus reflexiones sobre la situación del país al concluir la segunda Asamblea Ordinaria Anual, celebrada del 27 de junio al 1 de julio de 2021, “con el ánimo de contribuir a la búsqueda de bienestar para toda la población que habita esta Casa Común que es nuestra Patria”.

En cuanto a la realidad social del país, con respecto a la situación del coronavirus, los prelados instan a “reforzar las medidas de bioseguridad y vacunarse ante el incremento de los contagios por el COVID-19 en nuestro país” y reiteran “el llamado a que mantengamos con rigor las medidas de bioseguridad, para contribuir a frenar una probable tercera ola en la pandemia”.

De este modo, exhortan a la población a vacunarse y a las autoridades correspondientes “a un manejo responsable de las vacunas para que las mismas lleguen a todos lo antes posible. La vacuna no evita el contagio, nos inmuniza para que se minimicen sus trágicos efectos y así que no haya más muertes. Cuidémonos y vacunémonos”.

Preocupación por aumento de violencia

El mensaje expresa la preocupación y lamenta “observar un incremento de los hechos de violencia entre la población, que incluso han llegado a segar la vida de niños inocentes”, señalando que es evidente que “el confinamiento, la crisis económica, el desempleo, el desasosiego, la corrupción, así como el narcotráfico y el crimen organizado, afectan significativamente al pueblo”.

“Urge crear un clima de tolerancia, respeto y de paz; asi como garantizar la protección de los ciudadanos, para bajar la tensión, la agresividad que amenazan a la sociedad panameña. El fin de la violencia es responsabilidad de todos”, recuerdan.

Asimismo, los miembros del Episcopado aluden a “la creciente pérdida de puestos de trabajo y la aguda desaceleración de la economía”, que plantean “grandes desafíos que requieren de la inventiva y la innovación nacional”.  En este sentido, manifiestan que “nos parecen oportunas las palabras del Papa Francisco sobre la economía social, en la que todos debemos trabajar ‘La mirada cristiana de la economía y de la sociedad que es distinta de la mirada pagana o de la mirada ideológica, es cristiana y nace del mensaje de Jesús, de las bienaventuranzas, de Mateo 25, de ahí nace la mirada. Y la construcción de una comunidad justa, económicamente y socialmente para todos, la tienen que hacer todos: sindicalistas y empresarios, trabajadores y dirigentes. Tenemos que ir por el camino de la economía social […]. En una sociedad donde haya un margen de pobreza muy grande, uno se tiene que preguntar cómo va la economía, si es justa, si es social o simplemente busca intereses personales. La economía es social’[videoconferencia con ocasión de su XXIV Encuentro Anual de Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, 30 de junio 2021]”.

Problemática de la Seguridad Social

En cuanto a la problemática de la Seguridad Social, para resolver la problemática de la Caja de Seguro Social “se reclama de todos los involucrados una disposición total y una firme voluntad de aportar soluciones” y se indica que “el diálogo es el camino por el que deben transitar todos los actores haciendo su mejor esfuerzo. Sentarse a dialogar no significa rendirse ni renunciar al derecho que en justicia le asiste a cada quien”.


Asimismo, sobre la participación y responsabilidad ciudadana, los obispos panameños remarcaron que “cada día es más necesaria una ciudadanía, consciente y responsable, que no sólo ostenta su poder a través del voto, sino que también cuenta con los medios legales para incidir en las decisiones públicas desde las múltiples miradas colectivas”. De esta manera, “es importante brindar a los ciudadanos las herramientas necesarias para conocer y estar en condiciones de actuar desde la planificación de los proyectos hasta la evaluación de los resultados. El acceso a la información, la corresponsabilidad ciudadana y la rendición de cuentas son la clave para cimentar una sólida democracia”.

Situación minera

Por otro lado, apuntan que es necesario “un profundo replanteamiento sobre la situación minera en Panamá”. La Iglesia, “desde su proceso de reflexión, sigue apostando por un desarrollo en el que el ser humano sea el centro en sus múltiples enfoques y en respeto siempre de sus derechos y su dignidad de hijos de Dios”.

Y recomiendan que “frente a la implementación y acuerdos sobre proyectos de minería, se debe considerar de manera clara y transparente por el tiempo que sea necesario, las consultas y participación ciudadana, así como una reglamentación que proteja los intereses de la nación”.

Adhesión al Papa Francisco

El texto incluye también la adhesión al Papa Francisco, “compartimos su empeño en renovar la Iglesia, tanto en sus estructuras como en establecer mecanismos para la transparencia y erradicar los males que la alejan de su misión de anunciar el Evangelio de la alegría”.

Del mismo modo, recuerda la convocatoria de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, “a la que estamos llamados a participar en el proceso de consulta y escucha para responder a los retos y desafíos que emanaron de Conferencia de Aparecida, en vista a los jubileos Guadalupano [2031] y de la Redención [2033”] y el Sínodo de los Obispos de octubre de 2021, bajo el tema: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.

50 años de la desaparición del P.  Héctor Gallego

Ante la conmemoración de los 50 años de la desaparición del P.  Héctor Gallego, “la Iglesia sigue exigiendo con mayor fuerza, conocer la verdad de lo que le sucedió y dónde están sus restos. Su nombre seguirá siendo aguijón que remuerde las conciencias mientras no se le haga justicia”.

Para la Iglesia y el pueblo panameño el Padre Héctor Gallego “sigue significando un grito de angustia y de clamor de los desparecidos en la dictadura, en la invasión y en democracia”. Por ello, para rendirle homenaje, proponen “establecer el día 9 de junio, día de su desaparición física, como el Día de la Reconciliación Nacional, en el que, todos los familiares y afectados, podamos mitigar nuestro dolor e iniciar un proceso de sanación para la construcción de una nación más humana, fraterna y solidaria, donde prevalezca el bien común y la justicia social”.