Budapest: El Papa clausura el 52º Congreso Eucarístico Internacional

Celebración Eucarística ecuménica e interreligiosa

Misa de Clausura del 52ª Congreso Eucarístico Internacional, presidida por el Papa, 12 septiembre 2021 © Vatican Media

Papa clausura Congreso BudapestEl Papa Francisco ha celebrado la Misa de clausura del 52º Congreso Eucarístico Internacional en Budapest, Hungría, previsto para 2020 y que fue atrasado por la irrupción de la pandemia de COVID-19 y finalmente ha sido celebrado del 5 al 12 de septiembre de 2021.

Plaza de los Héroes

El lugar escogido ha sido la célebre plaza de los Héroes de Budapest, la más grande de la capital húngara y la más representativa desde el punto de vista histórico y político. Se encuentra al final de la avenida Andrássy, con la que forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Papa clausura Congreso BudapestEstá caracterizada por el Monumento del Milenio, construido en 1896 para conmemorar el 1000 aniversario de la conquista de Budapest. El monumento representa a personajes y símbolos emblemáticos de la historia de Hungría. En particular, representa a los líderes de las siete tribus que fundaron Hungría en el siglo XIX. La plaza de los Héroes, de visita obligada, acoge con frecuencia importantes actos públicos, festivales y celebraciones.

El Papa ha llegado a esta ubicación tras reunirse con el presidente y el primer ministro de Hungría, con los obispos del país y con los representantes del Consejo Ecuménico de las Iglesias y algunas comunidades judías de Hungría en tres actos que han tenido lugar en el Museo de Bellas Artes del país. Desde allí, el Santo Padre se ha dirigido a la plaza de los Héroes saludando a los fieles desde el papamóvil mientras recorría las calles de la capital húngara.

Unidad ecuménica en Cristo

 

Papa clausura Congreso BudapestAl principio de la Eucaristía, el cardenal Péter Erdő, arzobispo de Budapest, dirigió unas palabras de bienvenida al Santo Padre. El purpurado agradeció al Papa su visita y recordó que desde la época del Papa San Juan XXIII, “los Congresos Eucarísticos y especialmente las Misas de clausura se consideran como Statio Orbis, es decir, como celebraciones eucarísticas que manifiestan también visiblemente la formación de una gran comunidad en torno a la Mesa del Señor”.

La celebración eucarística de hoy, continúa, “es un símbolo muy fuerte que marca nuestra unidad en torno a Cristo, bajo el sucesor de San Pedro con los obispos de todo el mundo, con los sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas y con todos los fieles”. Asimismo, “la representación ecuménica demuestra nuestro deseo común de la unidad de todos los bautizados. Es una alegría especial tener a Su Beatitud Bartolomé I, patriarca de Constantinopla, hoy aquí con nosotros”.

Puente entre religiones, culturas y países

Asimismo, destacó la presencia “de los no cristianos, especialmente de los representantes del judaísmo” y “de los que tienen una visión del mundo diferente”, que representa “un signo vivo de los tiempos, es decir, la vocación de la Iglesia en el seno de la humanidad como mensajera de Cristo entre las naciones. Es él mismo, Jesucristo, quien es la fuente de las aguas vivas, y cumple la promesa escatológica del Salmo (Sal 87,6): ‘Todas mis fuentes están en ti’”.

Papa clausura Congreso BudapestAdemás, el cardenal describió que Budapest, “en el centro de Hungría y de Europa, es una ciudad de puentes. Sentimos la vocación de ser puentes entre Oriente y Occidente, entre diferentes mundos culturales y religiosos y entre diferentes naciones”.

El prelado indicó además que el viaje de la Cruz Misionera por Hungría y los países vecinos “estuvo acompañado de muchas bendiciones” y que “las reliquias de los santos y beatos de nuestra región han despertado la conciencia de que también nosotros podemos vivir la santidad hoy, siguiendo el ejemplo de los grandes mártires y confesores del siglo pasado”.


Esta Misa del XXIV domingo del tiempo ordinario, que ha contado con la presencia de más de 100.000 personas y ha estado acompañada de los cantos de un numeroso coro, ha sido celebrada en latín. Las lecturas han sido leídas en italiano e inglés y el Evangelio en húngaro.

Homilía

En su homilía, Francisco ha reflexionado sobre la pregunta de Jesús a sus discípulos “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mc 8,29). Esta pregunta, explica, “pone en dificultad a los discípulos y marca un cambio de rumbo en su camino en pos del Maestro”. De esta respuesta, prosigue “nace la renovación del discipulado. Es algo que tuvo lugar a través de tres pasos, que realizaron los discípulos y que podemos realizar también nosotros”: el anuncio de Jesús, el discernimiento con Jesús y el camino en pos de Jesús”.

Igualmente, ha planteado: “¿Qué quiere decir caminar en pos de Jesús? Es ir adelante por la vida con su misma confianza, la de ser hijos amados de Dios. Es recorrer el mismo camino del Maestro, que vino a servir y no a ser servido (cf. Mc 10,45). Es dirigir cada día nuestros pasos al encuentro del hermano. Hacia allí nos lleva la Eucaristía, a sentirnos un solo Cuerpo, a partirnos por los demás”.

La oración de los fieles ha sido realizada en 5 idiomas: húngaro, francés, inglés, alemán, español y las ofrendas han sido entregadas a Francisco por adultos y niños ataviados con vestimentas tradicionales. A lo largo de la Eucaristía, el papa saludó y abrazó al patriarca Bartolomé I.

Iglesia de puertas abiertas

Al final de la Misa, antes del rezo del Ángelus, Mons. Piero Marini, arzobispo titular de Martirano y presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales, ha dirigido un saludo al Santo Padre agradeciéndole su presencia.

El arzobispo ha apuntado cómo la comunidad cristiana reunida “se muestra en su verdadera fisonomía de espacio acogedor y abierto, como una madre de brazos abiertos, para acoger a hombres y mujeres de todo pueblo y nación”. Todos “hemos venido aquí, en torno al altar, según nuestras diferentes culturas y tradiciones, según nuestros modos particulares de vivir nuestra humanidad, para renovar el gesto sencillo y fuerte de la fe y la comunión fraterna”.

Mons. Marini señala también cómo “hoy, humildemente, se hace realidad aquel sueño de la Iglesia de puertas abiertas que usted, Santo Padre, nos ofreció en su primera exhortación apostólica Evangelii Gaudium”. Y esta asamblea de los hijos de Dios, “después de haber comido el mismo Pan de Vida y bebido de la misma copa, se disuelve lentamente, dispersándose como una semilla en los surcos de la tierra, trazando nuevos caminos que forman la trama secreta del Reino de Dios” porque todos ellos vuelven a su lugar de origen “para compartir y sanar, para levantar y acoger, para ofrecer una palabra de paz y gestos de reconciliación”.

El prelado concluyó dando gracias al Santo Padre, por haber celebrado junto a la asamblea la Eucaristía de clausura del 52º Congreso Eucarístico Internacional, “llamando una vez más la atención sobre este gran misterio, fuente y cumbre de la vida y la misión de la Iglesia” y deseó que “la Statio orbis celebrada en esta noble ciudad enclavada en el corazón de Europa produzca un manantial de agua viva capaz de sanar a las comunidades cristianas y al mundo entero”.

Discurso del Papa y rezo del Ángelus

Por último, el Obispo de Roma dirigió unas palabras antes de la bendición final y del rezo del Ángelus dominical, el Papa dirigió unas palabras: “Que la cruz sea vuestro puente entre el pasado y el futuro”. Tras agradecer “de todo corazón” a las iglesias en Hungría tras el cierre del Congreso, el Pontífice ha dedicado unas palabras de cercanía por la presencia en el acto del patriarca Bartolomé, y en particular ha saludado a sus “amados hermanos obispos, a los sacerdotes, a los consagrados y consagradas, y a todos ustedes, queridos fieles”.

El Sucesor de Pedro ha pedido los húngaros que sean “fundamentados y abiertos, arraigados y respetuosos”, y ha invocado el símbolo del Congreso Eucarístico para que les “lleve a anunciar con la vida el Evangelio liberador de la ternura sin límites que Dios tiene por cada uno”.