Regalos de Navidad

(C) Pexels
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¿Cómo podrán los Reyes Magos transportar tantísimos regalos? ¿De verdad sólo usan tres camellos, o esos son sólo los que nos enseñan? Son misterios que nunca llegaremos a descubrir pero que cada año despiertan mi curiosidad.

Me gustaría, desde la más sincera humildad, poner mi pequeño granito de arena y dar alguna idea a los Reyes Magos para que, conservando todo su amor, no hagan más locuras de las estrictamente necesarias.

1) A pesar de que las listas que escriben los niños a los Reyes pueden están cercanas al concepto matemático de GOOGLE – «número más alto conocido sin llegar a ser infinito» -, no es en absoluto recomendable intentar cubrirla. Así que al margen del presupuesto que podamos haber establecido por cabeza, mi recomendación es marcar un MÁXIMO de regalos por persona, muy especialmente si es niño. En concreto mi recomendación son, como MÁXIMO, cinco regalos (5).  Cinco en TOTAL. La cuestión entonces está en distribuirlos.

Veamos, si nuestros hijos tienen la suerte de tener a sus cuatro abuelos, es habitual que los Reyes dejen alguno en cada una de sus casas (ya van dos regalos). También es frecuente que dejen un regalo en casa de los padrinos – pensemos que son un matrimonio – (ya van tres), así que bastaría con que en casa los Reyes Magos trajeran 2 regalos. (Si los padrinos no son matrimonio y cada uno le pide a los Reyes un regalo, en casa basta con que los Reyes dejen un regalo). Si, si, ha leído bien, basta con que en casa dejen UN (1) regalo.

CINCO REGALOS EN TOTAL como máximo, si no lo alcanzamos y nos quedamos en UNO, es fantástico. – (no vale hacer la trampa de pedir 5 al Niño Jesús para que lo traiga el 25 de diciembre y otros 5 a los Reyes).

Cinco regalos es la cantidad que  el cerebro del niño (y también un adulto) puede asumir sin provocar ninguna sobredosis de egoísmo, autosuficiencia, o «melomerezcotodo».

Cada vez conozco más niños con el síndrome de «melomerezcotodo». Son niños difícilmente soportables hasta para sus padres quienes, en ocasiones, también lo sufren: «me merezco ir al gimnasio» (o a padel o a la «desconexión» que sea), «me merezco un trabajo que no sea mileurista (y por eso llevo tres años en el paro)», «me merezco una pareja que no se le hayan caído las carnes (y por eso cambio tan a menudo)», «me merezco cambiar de móvil, porque en el que tengo ya no me caben más selfies».

El síndrome de «melomerzcotodo» está causando estragos en los matrimonios, en las relaciones entre los padres y los hijos y en las relaciones laborales.

2) Regalar algo que si no se lo traen los Reyes Magos, nunca lo tendría. ¡SEAN SORPRENDENTES! ¿Un móvil? ¿De verdad? ¡Vaya regalo cutre!. Por caro que sea. ¡Va a tener uno el resto de su vida!. No solo va a tener móvil el resto de su vida, sino que lo va a tener ¡como máximo! a 3 metros de distancia. (Mire ahora a su alrededor y localice el suyo, ¿a qué distancia está?). Un querido amigo que regenta varios tanatorios confirma mis sospechas: «Ya no tiene nada de raro que pidan que se les entierre con el móvil». Ahí lo dejo.

Reyes Magos, por favor, que se note vuestra condición, regalar algo que pueda recordarse muchos años más tarde. (Ya ni me acuerdo cuándo me regalaron dos entradas para ir al teatro, pero el regalo nunca lo olvidaré).

Regalen flores, aunque sean efímeras. Pero el mensaje es evidente: Te quiero.

Regalen algo que pueda ser recordado porque en su esencia conlleva belleza.


Regale algo que no se encuentra en amazon. Verá como sorprende.

3) Sería buenísimo que los Reyes Magos trajeran a cada miembro de la familia un regalo de tiempo. Sí. Que trajeran una tarde o un fin de semana.

«Vale por una tarde entera dedicada a jugar a lo que tu quieras con tu padre – ¡SIN MÓVILES, TABLETS, VIDEOJUEGOS, NI NADA!».

«Vale por un día y una noche con tu cónyuge en un lugar tranquilo – ¡SIN MÓVILES NI NADA!». (El lugar tranquilo puede ser nuestra casa, sin niños, sin armarios que ordenar, sin «temas urgentes que responder», solos tu y yo). Si esto le suena a aburrimiento y no sabría que hacer 24 horas a solas y «sin nada que hacer» con su cónyuge, busque ayuda urgente. Muy urgente. NO lo digo de manera retórica, lo digo muy en serio. Si pasar 24 horas en casa con su cónyuge le huele a aburrimiento su vida está en grave peligro. Busque ayuda.

«Vale por una tarde entera con la abuela en donde ella elija».

Por supuesto los regalos de tiempo deben cumplir dos requisitos:

a) Debe ser tiempo compartido – nada de tiempo para ti solo.

b) Deben llevarse a cabo en un máximo de un mes desde que se entregan, ya que de lo contrario lo más probable es que duerman el sueño de los deseos no cumplidos.

4) Si su hijo todavía está en edad de juguetes: ¡QUÉ SEA DIVERTIDO!. Qué manía les ha dado a algunos padres con los dichosos «juguetes didácticos». ¡Qué pesados!. El juguete debe divertir NO enseñar.

De verdad que estamos locos. Ahora está de moda el «juguete didáctico» y a la vez «la enseñanza lúdica». ¿Por qué no dejamos las cosas en su sitio natural?: «juguete lúdico» y «enseñanza didáctica»?

5) Cuando los hijos son mayores, no importa la edad que tengan – como si tienen 44 años , padres, por favor os lo pido, no os los llevéis de compras a «hacer de Rey Mago». Es la forma más triste de matar una de las pocas ilusiones que nos quedan. No hagáis «como si no». No hagáis como si los Reyes Magos no existieran.

Feliz Navidad.