Una pequeña gran reflexión

Crónica 19

Un mes en Tanzania, tres destinos distintos, 21 españoles y vosotros sois capaces de confiar vuestros hijos a 6 jóvenes y en un Tanzano que conocéis de oídas, realmente de locos, la verdadera locura africana empieza con vuestra confianza plena, gracias por hacer Tumaini posible, padres.

Me hace mucha gracia una de las frases que repetimos a los voluntarios y familias para tranquilizarles antes de venir al viaje, “todo va a salir bien”, pues bien, si vieseis, las condiciones en que hemos vivido, la poca seguridad en el transporte, motos sin casco, las calles sin asfaltar, la sensibilidad de nuestros estómagos ante esta comida.

La verdadera pregunta es ¿Qué podría salir bien? Conociendo el riesgo, sintiendo miedo, inseguridad, enfermedad, ser consciente de la dura realidad de la pobreza… A pesar de haber vivido todo esto se ha podido escuchar de alguno de los voluntarios (no voy a mencionar su nombre) decir: “illo hacía tiempo que no me sentía tan vivo” y es que eso es este grupo, Tumaini es vida, son días donde cada voluntario se acerca a vivir más con menos. Me gustaría explicaros con pocas palabras lo mucho que este mes nos ha enseñado.

Tabora

Todavía no sé muy bien quién es Dios, ni como actúa en mi vida ni siquiera entiendo algunas cosas de la Iglesia y me cuesta confiarle todo lo que tengo y todo lo que soy. Con dudas me remonto a primaria donde estudiamos que somos imagen y semejanza de Dios, 15 años mas tarde podemos decir que estamos un poco más cerca de entender esta frase. Y es que hay un humilde lugar perdido de la mano de Dios donde se confirma una vez más el refranero español.

Hay personas en las que el Señor se hace ver, personas en las que no ves la imagen pero eres capaz de ver la semejanza. Sí, ya lo sabéis, son ellas, las Misioneras de la caridad. Jesús utiliza sus manos que te abrazan, las manos que cuidan de enfermos, una sonrisa que sin ser bonita es perfecta. Unos ojos que te miran con una mirada limpia y transmiten un corazón lleno de pureza. Aquí eres capaz de ver cómo Él se sirve de unas pequeñas mujeres para amar sin límites a las personas más desfavorecidas. Y es entonces donde encuentras su semejanza.

En Tabora, Dios te grita, Te dice que te dejes de tonterías y te atrevas a abandonarte en Él, ¿Cómo puede ser que las sisters vivan con la certeza de que algo les llenará un almacén entero de comida estando a muy pocos días que acabarse? Creo que esto sólo tiene un nombre, estas mujeres están locas, locamente enamoradas de un Cristo que vive en ellas. Dios llama a la puerta de nuestro corazón pidiéndonos entrar, ellas llaman al Señor y, a ciegas, le entregan un corazón enamorado y su vida entera.

Ukerewe

Sin tiempo para digerir la locura de que Dios está vivo, nos vamos a uno de los lugares más bonitos en los que hemos podido vivir. La isla de Ukerewe, una pequeña isla del Lago Victoria con una vegetación contraria a la explanada seca de África, un verde y un lago vivo, lleno de arboles tropicales, con un viento huracanado pero refrescante. Una naturaleza completa de la que Dios se aprovecha para hablar a algunos de nuestros “coleguitas” voluntarios. Esta isla esconde a un pequeño sacerdote capaz de mover masas, de influir en gran parte de la isla y de llevar la palabra de Dios a lugares impensables: Father Mapendo. Pronto se convertiría en una pieza indispensable y un nuevo miembro en la familia Tumaini. Gracias a él, África nos ha conmovido, conociendo más a fondo su cultura y permitiendo que nos asombremos de las maravillas de este continente. Su gente, su cultura y su geografía componen una verdadera reliquia llamada África.

La isla nos muestra la realidad de Tanzania y es capaz de contagiarnos todo lo bueno. En nuestras cabezas dejamos de lado la pobreza material y la imagen que tenemos de una África tercermundista, para ver la riqueza espiritual, alegría verdadera, la hospitalidad, la belleza de la vegetación… El curso del viaje nos va desvelando las joyas ocultas de África y nos muestra uno de sus tesoros más preciados, los atardeceres. Por un momento, el mundo se para, nuestros problemas se dejan de lado y sientes una paz y una tranquilidad que no puedo describir. Una esfera perfecta cambia de tonos amarillentos lentamente a un naranja lleno de vida. Yo aquí me pregunto, ¿de dónde sale esta paz? y me digo a mi mismo que quiero esto para todos los días de mi vida. ¿Qué pasa en África que no ocurre en Europa? No tiene otro nombre que la dimensión del plano espiritual que hay aquí, en la que de nuevo se ve la importancia y la gran influencia que ejerce el Jefe en este continente.

Es aquí cuando me acuerdo de las palabras de don Iñigo en 2019 y es que nosotros debemos de ser como antorchas. Antorchas que venimos a Tanzania a encendernos del fuego vivo de Cristo, para volver a Europa y rescatar las brasas que poco a poco se han apagado en occidente.


Bunda

Tercer y último destino, el orfanato de Bunda. Una villa de casitas blancas africanas envuelve un ambiente europeo inspirado por San Francisco de Asís. Aquí nuestra labor es continuar con un precioso proyecto que empezó como un sueño y que hoy es una realidad. Franco, un napolitano con ganas de ayudar, comenzó con un plan de voluntariado y ha terminado con un precioso complejo de casas que acoge a huérfanos y les proporciona educación, salud y seguridad.

Nosotros también soñamos, de hecho somos participes de un sueño que empezó en Burundi, una simple idea de voluntariado que el Padre Enock hizo realidad y que si Dios quiere terminará con un proyecto grande. ¿Un colegio?, ¿un hospital?, ¿un centro de formación profesional? Ya veremos lo que nos depara el futuro.

El trabajo duro de cada uno de los voluntarios ha dado su fruto, la construcción de una valla sólida, y el decorado de un muro y un recinto explican perfectamente nuestro viaje. Esto es precisamente lo que Tanzania y Tumaini nos ha regalado. El muro es la solidez y la infraestructura básica para realizar un buen voluntariado que se fundamenta en el trabajo como voluntarios y unión de grupo como bases. Además, estos valores que se han forjado y fortalecido a lo largo de Julio, han sido complementados con pequeños dibujos en los muros, son los detalles los que hacen que un muro simple pase a ser uno lleno de esperanza y vida. Dibujos que decoran como el conocimiento de la cultura tanzana, en tantas sorpresas, y momentos que hacen de Tumaini un viaje diferente.

Conclusión

Hay una persona que ha hecho todo esto posible, que nos ha transmitido su pasión por Jesús y sin duda nos ha enseñado lo que significa confiar en Dios. Tiene un compañero que jamás le abandona allí a donde va, a pesar de las adversidades o problemas siempre le acompaña una enorme sonrisa que desenmascara un bondadoso y ejemplar Africano, el Padre Enock.

Queridos padres me gustaría concluir esta reflexión de Jaime añadiendo algunas pinceladas. Desde lo más profundo de mi corazón agradezco la plena confianza que habéis depositado en mi, de igual manera os pido que tengáis la misma confianza en Dios. A pesar de haber vivido episodios controvertidos como son la guerra de Ucrania o la pandemia, yo os digo que Dios está con vosotros y os ama con locura. Agradezco a cada uno de estos 20 voluntarios y, en especial, al Pater Ugalde, por venir a mi nación, por confiar en nosotros y por el coraje demostrado en cada actividad del voluntariado, empezando por la preparación del viaje y terminando con la amistad de un gran grupo. A pesar de las condiciones, habéis evolucionado y aprendido a vivir como verdaderos tanzanos viéndose reflejado en la austeridad y en el amor a los hermanos. Verdaderamente este es nuestro destino en la tierra, servir y amar al mundo apasionadamente hasta el último extremo.

Voluntarios, ya sabéis que esta es vuestra casa y que estáis siempre invitados a volver a Tanzania, como mis amigos de 2019 que se encuentran en mis oraciones, vosotros y vuestros familiares estáis en mis plegarias. Aprovecho para pediros perdón por cualquier error o malentendido a lo largo del viaje. Por último agradezco todas las oraciones desde España que hacen posible este viaje. Que Dios siga manifestándose en cada uno de nosotros y que nos guarde hasta Jerusalén Celestial. Que tengáis un buen viaje y que seáis nuestros testigos del amor de Cristo.

Voluntarios y familiares estáis todos invitados donde os espero con los brazos abiertos.

Padre Enock & James