Carmelitas de Alta Observancia

Familias de órdenes monásticas dedicadas a la vida contemplativa

La cuna de la Orden del Carmen se encuentra en el Monte Carmelo, el jardín de Palestina, que se alza entre los confines de Galilea y Samaria, en Israel.

En este lugar se establecieron en el s. XII algunos Cruzados de Tierra Santa para llevar vida de ermitaños.

Desde el primer momento, los ermitaños no reconocieron el título de fundador a nadie en particular, permaneciendo fieles al modelo del Profeta Elías, ligado al Monte Carmelo por el episodio bíblico de I Re 17-22. De este Profeta heredaron la pasión ardiente por el Dios vivo y verdadero, lo que se ve reflejado en el lema de la Orden que acompaña su escudo: Zelo zelatus sum pro Domino Deo Exercituum (“El celo por tu Casa me devora, Señor de los Ejércitos”, 1 Re 19,14).

En medio de las celdas construyeron un oratorio que dedicaron a su Patrona, la Santísima Virgen María, a quien veneraron como Nuestra Señora del Monte Carmelo. A Ella transfirieron los atributos propios que se dan a los fundadores.

Entre 1206 y 1214 (tradicionalmente se establece en 1209), el Santo Patriarca Alberto de Jerusalén les entregó una fórmula de vida o Regla que sintetiza el ideal del Carmelita:

– Vivir en obsequio de Jesucristo y servirle con corazón puro y buena conciencia.

– Meditar continuamente la Ley del Señor.

– Celebrar a diario en común la Sagrada Liturgia.

– Renunciar a la propiedad personal de bienes.

– Con las armas que Dios ofrece, vivir en profundidad la fe, la esperanza y la caridad en el seguimiento de Cristo a través de la ascesis evangélica.

– Practicar la comunión de vida en fraterna solicitud bajo la obediencia al Prior, la observancia religiosa, el trabajo manual y el celo por la salvación de las almas.


– Cultivar la oración en soledad, silencio y vigilancia evangélica.

Tras las incursiones sarracenas, los Ermitaños Carmelitas abandonaron Tierra Santa y se presentaron en Europa.

Desde el año 1400, algunas piadosas mujeres, en busca de una más profunda espiritualidad y perfección de vida, quisieron adaptar -bajo la guía de los frailes Carmelitas- a su condición femenina el espíritu del Carmelo y su Regla. Así nacieron las monjas Carmelitas en el año 1452, en Florencia, donde se erigió el primer monasterio: Santa María de los Ángeles (del que fue monja Santa María Magdalena de Pazzi).

Su vida estaría dedicada por completo a la meditación, al Oficio Divino, al trabajo y a la penitencia.

“La esposa de Jesucristo debe asemejarse a los sabios del mundo, los cuales tienen escondido el dinero. También ella debe amasar en el corazón los tesoros de las buenas obras, escondidas a los hombres y abiertas sólo a Dios. Esta es la manera más segura de atesorar para el Cielo”. (Santa María Magdalena de Pazzi)

Estas Carmelitas (denominadas de la Antigua Observancia para distinguirlas de la Descalzas) están presentes en España con 25 monasterios, y 48 en el resto del mundo. Al igual que sucede con las Carmelitas Descalzas, la observancia y el espíritu varía de unos monasterios a otros. Por ejemplo, en algunos siguen vistiendo el hábito tradicional, mientras que en otros lo han cambiado. Destacamos los siguientes monasterios:

CONVENTOS EN ESPAÑA

Madres Carmelitas

Monasterio de la Madre de Dios
Carmen, 17
05310 Fontiveros (Avila)
Email[email protected]

Madres Carmelitas

Monasterio de Ntra. Sra. de las Maravillas
Príncipe de Vergara, 23
28001 Madrid
Email[email protected]

Madres Carmelitas

Monasterio San Juan Bautista
Francisco Alcalá, 9
21860 Villalba del Alcor (Huelva)
Email[email protected]

Donación puntual