Construyendo la paz social

Reflexiones desde nuestros valores católicos en el aniversario de Pacem in Terris

En el aniversario 60 de la encíclica Pacem in Terris, que nos recuerda la importancia de la paz en nuestro mundo, es fundamental reflexionar sobre cómo podemos contribuir a la paz social desde nuestra perspectiva y nuestros valores católicos. Como miembros de la sociedad, tenemos la responsabilidad de enfrentar los desafíos actuales, como el narcotráfico, la trata de personas, la migración, la violencia y las guerras.

La encíclica Pacem in Terris nos insta a construir la paz en todos los niveles, desde la paz entre naciones hasta la paz en la vida cotidiana de cada individuo. Nuestros valores católicos nos enseñan a amar al prójimo, buscar la justicia y respetar la dignidad humana. Estos valores fundamentales deben ser la base de nuestras acciones para abordar los problemas sociales.

La responsabilidad de ser agentes de cambio desde los valores católicos y la Doctrina Social de la Iglesia

En lugar de quedarnos como meros espectadores, debemos responder al llamado del Papa Francisco, quien nos insta a «No balconear la vida”. Nos pide que nos metamos y nos hagamos protagonistas. Este llamado nos invita a ser activos en la sociedad, a dejar de lado el miedo y asumir la responsabilidad de ser agentes de cambio. Como miembros de la comunidad, cada uno de nosotros posee la capacidad de generar un impacto positivo.

Para abordar los retos actuales, es importante utilizar un enfoque sólido y fundamentado en la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Esta doctrina nos ofrece un método para analizar y enfrentar los problemas sociales desde una perspectiva integral y basada en la dignidad de la persona humana. Nos invita a reflexionar sobre el bien común, la subsidiariedad, la solidaridad y la opción preferencial por los pobres. Al aplicar este enfoque, podemos comprender mejor las causas subyacentes de los desafíos sociales y proponer soluciones más efectivas y justas.

Es hora de tomar la iniciativa y proponer soluciones desde nuestros valores católicos, utilizando el método de la DSI, para abordar los desafíos que enfrentamos. El narcotráfico, la trata de personas, la migración forzada, la violencia y las guerras son problemas complejos que requieren enfoques integrales. La educación integral, que promueva valores humanos y éticos desde temprana edad, puede ser un punto de partida. Debemos trabajar en colaboración con diferentes actores sociales, como organizaciones civiles, gobiernos, instituciones religiosas y empresas, para abordar estos problemas de manera efectiva.

Valores católicos para la paz y la justicia social

La promoción de políticas públicas que protejan a los más vulnerables y brinden oportunidades reales de desarrollo también es crucial. Necesitamos fortalecer los lazos de solidaridad y empatía en nuestra sociedad, fomentando la inclusión y el respeto a la diversidad.


A pesar de la magnitud de los desafíos, no debemos perder la esperanza. La paz es posible si cada uno de nosotros se compromete a trabajar en favor de la justicia y la reconciliación. Cada pequeño esfuerzo cuenta y puede generar un impacto significativo. Siguiendo el llamado de la encíclica Pacem in Terris y el mensaje del Papa Francisco, debemos asumir nuestro rol como miembros de la sociedad y comprometernos activamente en la construcción de un mundo más pacífico y justo.

En conclusión, nuestra visión y nuestros valores católicos nos brindan una base sólida para abordar los desafíos sociales actuales. No debemos temer adquirir una responsabilidad política y social, sino que debemos convertirnos en protagonistas del cambio. La paz social no es un objetivo lejano e inalcanzable, sino un horizonte esperanzador que podemos construir juntos, aplicando el método de la Doctrina Social de la Iglesia para analizar y resolver los retos de nuestro tiempo.

Por Juan Manuel Arellano H. Director de la Escuela de Líderes Católicos de Guadalajara