Dolor y tristeza del Papa por la tragedia ocurrida frente a las costas de Grecia

Palabras del santo Padre después del Ángelus

Ángelus © Vatican Media

Al término de la oración  del Ángelus, de este, Domingo, 18 de junio de 2023, recordando la próxima Jornada Mundial del Refugiado promovida por las Naciones Unidas el 20 de junio, el Papa Francisco dirigió su pensamiento «con gran tristeza y mucho dolor» a las víctimas del gravísimo naufragio «ocurrido en hace unos días frente a las costas de Grecia». «Parece que el mar estaba en calma», subraya el Pontífice, renovando su oración por quienes perdieron la vida e implorando que «se haga todo lo posible para evitar este tipo de tragedias «.

Estas fueron las palabras del Papa después de la oración mariana, ofrecidas por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:

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Palabras del Papa

Queridos hermanos y hermanas,

el próximo martes, 20 de junio, se celebra el Día Mundial del Refugiado, promovido por las Naciones Unidas: con gran tristeza y mucho dolor pienso en las víctimas del gravísimo naufragio que tuvo lugar los días pasados cerca de la costa de Grecia. Y parece que el mar estaba calmado. Renuevo mi oración por los que han perdido la vida e imploro que siempre se haga todo lo posible para prevenir tragedias similares.

Y rezo también por los jóvenes estudiantes, víctimas del brutal ataque contra una escuela en el oeste de Uganda. Esta lucha, esta guerra por todos lados… ¡rezamos por la paz!


Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos procedentes de Italia y de muchos otros países, en particular a los fieles de Florida y de Múnich. Saludo a las Escuelas “San Juan Pablo II” de Opole (Polonia) y “San Felipe Neri” de Londres.

Saludo además a los grupos de Zogno, Guardiagrele y Poggiomarino, como también la Escuela “Rosario Scardigno” de Molfetta. Y saludo también a las hermanas de María Niña que están viendo el Ángelus.

Perseveremos en la oración por la población de la martirizada Ucrania – ¡no la olvidemos! – que sufre tanto.

Os deseo a todos un feliz domingo y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!