Con la coordinación de Cristiane Murray, vicedirectora de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, hicieron uso de la palabra Paolo Ruffini, prefecto para el Dicasterio de la Comunicación; Sheila Pires , Secretaria de la Comisión de Información del Sínodo; cardenal Michael Czerny ; monseñor Daniel Flores, obispo de Brownsville, Texas, Estados Unidos; monseñor Dabula Anton Mpako, arzobispo de Pretoria, Sudáfrica; padre Khalil ALWAN, M.L., testimoniante de la Iglesia Oriental y de Medio Oriente y secretario general del Consejo de Patriarcas Católicos de Oriente.
TEXTUALES
RUFFINI : “Ayer y hoy trabajamos los puntos B3 de Instrumentum Laboris divididos en 13 Círculos Menores. Se constituyó un grupo de expertos canonistas y teólogos para compartir las reflexiones sobre este punto B3”.
PIRES : “Ayer a la tarde hubo 340 miembros presentes; hoy 344. Esta mañana, antes de iniciarse las conversaciones en los Círculos Menores, se compartieron importantes aniversarios de algunos miembros, que tuvieron como corolarios fuertes aplausos”.
CZERNY : “Sabemos que la asamblea trata de caminar de modo coral, flanqueando a los vulnerables, a los obligados a desplazarse. Tenemos armonía a nivel de nuestras labores diarias, vamos en un barco que nos representa a todos. La armonía, la buena voluntad y el intercambio que se experimenta en la sala del sínodo contrastan con la vulnerabilidad y marginalidad del terrible silencio de los migrantes y refugiados”.
FLORES : “Uno de los aspectos que me ha impactado mucho es la constatación de que cada diócesis tiene sus dones y los despliega en sus contextos particulares. Muchos migrantes pasan por mi diócesis y trabajamos en conjunto con diócesis vecinas. Es una experiencia muy compleja. Tenemos una alta participación de la gente de mi diócesis en la asistencia a los migrantes. No tenemos muchos recursos materiales pero todos son muy generosos, tanto de cristianos de otras iglesias como de comunidades judías. Tratamos de dar dignidad a través de la acción de médicos, enfermeros para atender a todos los que llegan. Nosotros como diócesis somos muy flexibles, y no tenemos autoridad para decirle al gobierno lo que tiene que hacer pero sí podemos recordar que todos merecemos vivir una vida digna para ayudarles de verdad”.
ALWAN : “Este sínodo es completamente distinto a otros en los que he participado. Es un auténtico camino con el Señor. Desde la base hasta lo más alto. Esta participación es una oportunidad. Quiero hablar de los refugiados en el Líbano y de su fragilidad. Los sirios viven en campos donde las condiciones son inhumanas. Tenemos más de 2 millones de personas en estas condiciones. Líbano es el país que tiene el porcentaje más alto de refugiados. Es imposible darles una vida digna, pero les damos comida, ropa… Por razones políticas se les impide volver a Siria mientras los libaneses son castigados por su humanidad. El Estado del Líbano está asumiendo costos de millones de dólares con el apoyo de asociaciones internacionales mientras los ciudadanos libaneses son cada vez más pobres. Hay una gran rabia entre los libaneses por las intenciones de los europeos para asumir la cuestión de la migración. Líbano no es país de tránsito: es país de acogida. Hay voces que van tomando fuerza y vislumbramos el poder de esas voces. Es una tragedia lo que estamos viviendo. Hoy vamos a orar por eso. Queremos que los sirios vivan en su cultura”.
MPAKO : “Valoro la invitación a participar, la escucha, el respeto que se da en los pequeños grupos. Es algo que quedará para siempre en mi corazón. Creo que ya existe suelo fecundo para la sinodalidad. Yo vengo de Sudáfrica donde estamos encarando los retos que presentan migrantes y refugiados. Sudáfrica tiene 3,9 millones de personas migrantes, el mayor número de toda África. La mayoría de los migrantes son económicos, otros huyen de la guerra y la persecución. Como Iglesia, tenemos ministerios específicos para los migrantes donde nos ocupamos de darles comida, ropa, lugar donde dormir, documentación, trabajo. Muchos son católicos y se encuentran solos en su diáspora, tratamos de darles apoyo pastoral con servicios en sus idiomas y con misioneros de sus países. Es un reto muy difícil que vamos vertebrando”.
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Las preguntas del día de hoy consultaron sobre:
• las nuevas estructuras ante la sinodalidad, revitalizaciones y múltiples,
• diferencias entre los tiempos preparatorios del este sínodo entre América de Norte y América del Sur,
• la libertad de intercambio de opiniones, el tiempo asignado al uso de la palabra, modos de resolución ante las cuestiones controversiales,
• detalles sobre la oración por migrantes y refugiados, en la que está prevista la intervención del Papa Francisco, de esta tarde-noche en el Vaticano.
Sobre la última pregunta, CZERNY respondió: “Es una oportunidad maravillosa para orar y poner en práctica todo lo que valoramos en el sínodo como la continuidad, caminar juntos hacia el monumento y allí orar juntos. Tenemos una fuerte voluntad de orar juntos. Los nombres y lugares específicos no se explicitarán porque hay muchas situaciones de emergencia en todo el mundo”.
Virginia Bonard – Corresponsal en Vaticano
