20 de noviembre, Jornada de oración por las víctimas de abusos

La Conferencia Episcopal Española acogiendo la invitación del Papa Francisco ha elegido para esta Jornada el 20 de noviembre, Día Universal del Niño

Este 20 de noviembre, la Iglesia en España celebra la Jornada de Oración y Penitencia por las Víctimas de Abusos. La Conferencia Episcopal Española (CEE) acogiendo la invitación que el Papa Francisco realizó en septiembre de 2016, en el que pedía a las Conferencias Episcopales Nacionales que elijan un día apropiado en el que orar por los supervivientes y las víctimas de abuso sexual como parte de la iniciativa de la Jornada Universal de Oración”, se sumó a esta petición y eligió para esta Jornada el 20 de noviembre, Día Universal del Niño.

Una Jornada de oración por los abusos contra menores

La Iglesia en España, desde hace algunos años, ha querido dedicar este día de la Jornada Universal de la Infancia a la oración y la penitencia por las víctimas de abusos sexuales. Por ello, los cristianos elevan las súplicas, por los niños y los jóvenes, para que todos tengan un hogar y unos ambientes adecuados donde puedan crecer y desarrollarse en paz y armonía, y no tengan que vivir jamás ninguna situación de abuso. Asimismo, en este día se recuerda con especial cariño a quienes han sufrido cualquier clase de abuso físico o moral; y se pide por ellos, para que puedan reponerse y recuperen la confianza, la alegría y la esperanza que les fue arrebatada de forma tan injusta.

Además, se pide perdón por los abusos cometidos contra niños por parte de pastores y fieles en el seno de la Iglesia, y se reza para que nunca vuelvan a repetirse semejantes atrocidades, y para que conceda a todos los miembros de la Iglesia un mayor sentido de responsabilidad respecto a los menores a ellos confiados. En este sentido, la Comisión Episcopal para la Liturgia ofrece un subsidio litúrgico para este fin.

Oración por las víctimas de abusos

Dios de amor infinito, siempre presente, siempre justo; Tú nos cuidas y nos proteges y nos diste a tu único Hijo para salvarnos con su sangre en la cruz.

Te pedimos perdón, Señor, por todos los casos de abusos a menores que ha sufrido tu Iglesia.

Perdón por todos los sacerdotes, religiosos/as y laicos/as que han traicionado su ministerio y la confianza de aquellos que debían proteger: los más pequeños.

Te pedimos, Señor, por todos los supervivientes de abuso sexual, para que encuentren paz en Ti.

Te pedimos por aquellos que tratan de escapar cada día de la herida profunda del abuso sexual, para que sigan adelante y te busquen.

Señor Jesús, pastor de la paz, dígnate unir a tu propio sufrimiento el dolor de todos los que han sido heridos de cuerpo, mente y espíritu por parte de aquellos que traicionaron la confianza puesta en ellos.

Escucha el clamor de nuestros hermanos y hermanas que han sido lastimados gravemente, así como el clamor de aquellos que los aman; dales la esperanza que mitigue el desosiego de sus corazones, dales la fe que calme sus espíritus perturbados, concédeles justicia para su causa, ilumínalos con tu verdad.


Espíritu Santo, consolador de corazones, cura las heridas de tus hijos e hijas y devuelve la integridad a lo que ha sido quebrantado.

Concédenos el valor y la sabiduría, la humildad y la gracia, para actuar con justicia.

Sopla tu sabiduría en nuestras oraciones y empeños.

Que todos los que han sido heridos por el abuso encuentren paz y justicia.

Dios Padre, cuida a las víctimas con especial predilección.

Ayuda a los sacerdotes a ser ejemplos de santidad y dedicación a sus fieles.

Dios Hijo, protege a nuestros hermanos abusados como cuidaste a tus amigos y discípulos.

Ayuda a los sacerdotes a vivir como viviste tú en la Tierra.

Dios Espíritu Santo, inspira en las víctimas fortaleza y piedad. Ilumina a tu Iglesia en este momento de dificultad y ayúdale a encontrar el camino.

Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.