Declaración de Margaret Karram sobre el estallido de graves actos de violencia en Tierra Santa

Presidenta del Movimiento de los Focolares

Vatican Media

No hay palabras para expresar el infinito dolor que llevo en el corazón por el pueblo de Israel y de Palestina; por los muertos, los heridos, los rehenes, los desaparecidos y sus familias que el último y gravísimo estallido de violencia ha provocado en mi tierra.

Con profunda fe, junto a todo el Movimiento de los Focolares, me uno al llamamiento del Papa Francisco, al del Patriarcado latino de Jerusalén, a las palabras de paz de los líderes de las distintas Iglesias cristianas y de los líderes de las Religiones -en particular de la región israelí-palestina- para pedir que cesen las armas y que comprendamos que, como ha dicho el Papa Francisco en el Ángelus de hoy, «el terrorismo y la guerra no conducen a ninguna solución, sino que toda guerra es una derrota».

En mi oración al Dios de la Paz y la Justicia me uno también a quienes en todo el mundo ofrecen oraciones, sufrimiento y acción, para que la paz triunfe sobre el odio y el terror. Mi especial agradecimiento a quienes me han escrito desde lugares en conflicto, como Ucrania, expresando su ofrecimiento y cercanía a pesar de la trágica situación en la que viven desde hace más de un año.


Esforcémonos por construir un mundo fraterno y hagamos todo lo posible para que estos pueblos, y todos los que se encuentran en la misma situación de inestabilidad y violencia, encuentren el camino del respeto de los derechos humanos; donde la justicia, el diálogo y la reconciliación sean las herramientas indispensables para construir la paz.

Margaret Karram
Presidenta del Movimiento de los Focolares