Dios, Dios, Dios

Absolutamente trascendente, infinitamente sabio, providente, infinitamente bueno, eterno sin principio y fin último de todo

Museo del Prado
Museo del Prado

Santo, santo, santo canta la Iglesia en el Prefacio en la Navidad celebrada hace unas semanas, aunque no calla en todo el año pues ese canto continúa durante todo el año. Natural y sobrenatural que sea así pues no pasa un día sin que la liturgia adore al Dios tres veces Santo en su realidad del Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.

Dignidad humana

Decía Benedicto XVI que quien se arrodilla ante Dios no se arrodillará ante los poderes humanos. Esto no quiere decir que los cristianos seamos anarquistas o rebeldes a las autoridades humanas: no es así porque sí queremos ser los mejores ciudadanos, como venimos demostrando desde hace veinte siglos, y lo corroboran los mártires, también los acaban de ser asesinados estos días mientras participaban en la Eucaristía, el sacramento de la caridad y la mejor adoración que los hombres podemos ofrecer a Dios Padre, por el Hijo, con el Espíritu Santo.

Lo que quiere señalar el papa teólogo es que el hombre que adora a Dios es consciente de su dignidad de hijo de Dios y de su misión en la tierra que es conducir la creación a su fin natural y la historia humana de hombres libres a su plenitud en la Parusía, que ciertamente llegará. Y sostiene nuestra esperanza grande como también enseñaba el querido Benedicto XVI, de quien se ha cumplido un año desde que fue llamado a la presencia de Dios. Por ello sigue actual su mensaje final:

«Lo que antes dije a mis compatriotas, lo digo ahora a todos los que en la Iglesia están confiados a mi servicio: ¡Manteneos firmes en la fe! ¡No os dejéis confundir!/ Por último, pido humildemente: rezad por mí, para que el Señor, a pesar de todos mis pecados e insuficiencias, me reciba en las moradas eternas».

Nuevas obras sobre los datos de las ciencias 

Esta temporada siguen de actualidad dos libros que tratan de las ciencias humanas que desembocan en la convicción razonada de que Dios existe. Me refiero al de dos ingenieros franceses «Dios-LaCiencia-Las Pruebas»[1] , y al del español González-Hurtado[2] titulada «« Nuevas evidencias científicas de la existencia de Dios»

Son dos obras de interés para el público y también para los científicos e investigadores de las ciencias empíricas como la física, la astronomía, la matemática o la biotecnología.

Refiriéndome a este último por título, José Carlos González-Hurtado. Voz de Papel, Madrid, 2023 ofrezco una pequeña muestra de las citas textuales de científicos, muchos premios Nobel del siglo XX. Están convencidos de que Dios existe porque sus reflexiones sobre los datos y leyes de la naturaleza concluyen que el azar no puede explicar la complejidad del universo, la complejidad de las leyes de la naturaleza, y menos aún el origen de la vida, en particular el sentido de la vida del hombre y su finalidad trascendente.

Algunas declaraciones de científicos prestigiosos

«Ahora parece que los hallazgos de más de cincuenta años de investigación del ADN han provisto materiales para un nuevo y enormemente poderoso argumento a favor del diseño». Fred Hoyle

«El primer trago del vaso de las ciencias naturales te convertirá en ateo, pero al fondo del vaso, Dios está esperándote». Werner Heisenberg.

«La coincidencia es la forma que tiene Dios para permanecer anónimo». Albert Einstein.

«Yo creo firmemente en la existencia de Dios, basándome en la intuición, en las observaciones, en la lógica y también en los conocimientos científicos». Chales Townes.


«No existe ningún conflicto entre ser un científico riguroso y una persona que cree en un Dios que tiene interés personal en cada uno de nosotros» Francis Collins.

«La teoría de que la vida ha sido creada por una inteligencia es tan evidente que uno se pregunta por qué no es comúnmente aceptada. Las razones son más psicológicas que científicas» Fred Hoyle.

«Actualmente no hay ninguna evidencia que apoye la idea del multiuniverso. Es meramente una idea especulativa» Anthony Flew

«No hay ninguna duda que existe un paralelismo entre el Big Bang y la noción cristiana de una Creación desde la nada» George Smoot.

«Me parece que cuando nos enfrentamos a las maravillas de la vida y del universo, uno debe preguntar “¿por qué?” no solo “¿cómo”? La única respuesta posible es religiosa. Existe una necesidad de Dios en el universo y para mi propia vida». Arthur Schlaow.

Razones menos científicas

Pues bien, González-Hurtado ofrece en la última parte de su obra unas reflexiones útiles y fáciles de entender. Por ejemplo, qué significa la fe de muchos científicos fundada en convicciones y no sólo en suposiciones piadosas. También se pregunta qué es ser ateo y si acaso son malas personas, evidentemente no es así. Otra pregunta es sobre el agnosticismo contemporáneo como cajón de sastre o generalidad que muchos presentan como un nuevo ateísmo respetuoso con la fe. Se pregunta además por qué no todos los científicos son teístas o convencidos de la existencia de Dios, y aventura ciertas razones fáciles de entender porque los científicos son hombres y mujeres como los demás, sometidos a veces a la presión social, a limitaciones psicológicas, al miedo e incluso a la soberbia. Y termina en el epílogo ¿Y ahora qué? Pues cada lector puede pensar sobre tantos datos científicos expuestos y testimonios razonables a fin de consolidad sus convicción, reforzar las razones de la fe, y poder ofrecer a otros la gran noticia de que Dios existe, que ha creado el mundo bueno como obra maravillosa mediante el cual los hombres pueden descubrir a su Autor y, si además tienen el don de la fe como es el caso de los cristianos, sabemos que es Providente, es Amor, se ha encarnado, es el Salvador de todos como lo muestra la  reciente fiesta de los Reyes Magos y hasta ha dado la vida para darnos la Vida eterna, que no es una entelequia sino la gran llamada para todos los hombres, la gran noticia que es el Evangelio de Jesucristo.

Una observación interesante se refiere al título de esta obra porque podría inducir a confusión, y me explico: las ciencias empíricas no pueden ofrecer evidencias de la existencia de Dios, pues su método y su horizonte es el razonamiento con lógica humana. Por eso las investigaciones de las ciencias ofrecen los datos y conclusiones a la filosofía que se pregunta por las causas y sobre todo por la causa última y más principal de todo cuanto existe. Y llega, con método propio distinto de las ciencias experimentales, a la prueba racional de que Dios existe necesariamente y es fin de todo; pero la filosofía avanza aún más pues se pregunta por la naturaleza de ese Dios y puede descubrir que el Ser supremo es: absolutamente trascendente, infinitamente sabio, providente, infinitamente bueno, eterno sin principio y fin último de todo. Por ello corregiría el título para expresar que sí hay nuevas pruebas científicas para abandonar el azar que confirman en cambio la existencia de Dios.

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[1] Dios-LaCiencia-Las Pruebas. Olivier Bonnassies-Michel-Yves Bolloré. Ed Funambulista.

[2] «Nuevas evidencias científicas de la existencia de Dios. Voz de Papel, Madrid, 2023.