Francia rechaza incluir el aborto como derecho en la Constitución

Derecho a la vida y derecho al aborto son incompatibles en cualquier ordenamiento jurídico si pretende mantener la coherencia

(C) Pexels
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El Senado francés ha rechazado la propuesta de ley de Mélanie Vogel, del partido ecologista, «destinada a proteger y garantizar el derecho fundamental a la interrupción voluntaria del embarazo y a la anticoncepción». La propuesta fue rechazada por 172 votos contra 139.

Únicamente el senador Stéphane Ravier se atrevió a denunciar el aborto como tal y no sólo la propuesta de tratarlo como un derecho fundamental: “no es un derecho amenazado cuando existe un delito de obstrucción de dos años de prisión y una multa de 30.000 euros para quien intente oponerse a él, y 223.000 mujeres jóvenes recurrieron a él en 2021”.

El gobierno aprovechó el debate para posicionarse. El ministro de Justicia confirmó el anuncio de Emmanuel Macron: «el Gobierno está a favor de incluir el derecho al aborto en la Constitución». Afirmó también que “el derecho más elevado es el derecho a disponer del propio cuerpo” y pidió al Senado «que acepte avanzar con prudencia y sin ideología».

En cuanto a la ministra de Igualdad, Isabelle Rome, enumeró todas las medidas tomadas en los últimos meses, entre ellas, el acceso gratuito a la anticoncepción, la ampliación del plazo legal para abortar y la que será la medida del próximo año: la píldora del día después gratuita para todas las mujeres.


No obstante, lo anterior, el pronunciamiento en contra del reconocimiento del aborto como un derecho fundamental del Senado francés, se sitúa en contradicción con lo afirmado tanto por el presidente Macron como en el informe Matić, que reclamó este derecho en el Parlamento Europeo el pasado año.

Derecho a la vida y derecho al aborto son incompatibles en cualquier ordenamiento jurídico si pretende mantener la coherencia. También resultan incompatibles salud y aborto, aunque con frecuencia las políticas promotoras del aborto lo incluyen equívocamente en la salud reproductiva.

La acumulación de evidencias acerca del incremento en el riesgo de padecer secuelas físicas y psicológicas en las mujeres que abortan, suponen, junto a la pérdida de vidas embrionarias y fetales, un atentado contra la salud.