Mi carta a los Reyes Magos

Que los Reyes Magos te traigan aquello que más necesites

Un año más miro con un poco de tristeza el día de Reyes que está a punto de llegar. Con tristeza, pero de la buena. De esa que no es desagradable, sino que te hace añorar esa Navidad que pronto nos dejará.

Y es que como diría mi madre, “hace 2 días estábamos poniendo el Belén y el árbol.”

Estos días navideños y lo que significan me tocan mucho el corazón y siempre paso un periodo de cierta nostalgia ante el hecho de que se acabe y falten 11 meses para volverla a vivir. En breve toca guardar todo, empezar a hablar de la cuesta de enero y volver a la rutina.

Pero todavía falta por llegar el día de Reyes, ese día en el que tres señores de Oriente vienen cargados de sueños y regalos para mayores y pequeños.

Este año mi carta es diferente. Primero, ha sido tardía porque me ha costado mucho sentarme a poner en orden todo lo que rondaba en mi cabeza y luego, también, es especial porque incluye cosas que quiero que me traigan, pero muchas que no quiero que se lleven.

Sé que los Reyes no se llevan cosas, pero sí que puede hacerlo vida y quiero pedirles, ya que son magos, lo primero de todo, por esas cosas que no quiero perder.

No quiero perder a mi familia ni a mis amigos. Es más no quiero perder a ninguna de las personas que tengo en mi vida. Ellas son lo más importante y esencial y quiero seguir caminando junto a ellas en este 2024.

Y quiero hacerlo sin perder la esperanza, la ilusión ni la valentía. De esto, también, les pido que me traigan varias dosis extras porque, hay días, en los que me flojean, pero la poca o la mucha cantidad que tengo de cada, no quiero perderla.


Y tampoco quiero perder nunca mi mirada de agradecimiento por cada detalle de cada día nuevo. Por el sol, la luna, por la lluvia, por mi trabajo, por las sonrisas, por ese plato de comida que tengo en mi mesa, por mi lugar en el mundo… ese en el que Dios me ha puesto.

Mirando y pensando en mi vida, me ha dado un poco de vértigo porque me he dado cuenta de que tengo la inmensa suerte de tener una lista muy larga de cosas que no quiero perder.

Quizá, más a menudo, ante las dificultades y problemas que nos toca vivir, debamos hacer nuestra lista de “cosas” por las que agradecer.

Cuando era pequeña, mi hermana y yo, nos sentábamos juntas a escribir nuestras cartas y siempre las comparábamos. Sabíamos que las dos debíamos tener el mismo número de regalos (los Reyes eran muy ecuánimes) y si por ejemplo el número era 5 o 6 se complicaba la lista. Yo espero que estas cosas que no quiero perder no cuenten para ese número porque las que quiero pedir también son varias.

Pero hay dos que pido con toda mi alma y es que, si pueden hacerlo, me cambien mi corazón de piedra por uno de carne que ame más y mejor, y que me ayuden a mirar más al cielo cada día. Yo creo que esto, con una ración doble de mirada sobrenatural es posible.

Un año más doy gracias por poder haber vivido y compartido la Navidad con mi familia y por saberme amada por Dios, que vino al mundo y dio su vida por mí.

Que los Reyes Magos te traigan aquello que más necesites y feliz día de Reyes.

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